Empieza la gran aventura de Loli, MaxPower y Karvo. Lo que salga de ahí, ya...
Hacer amigos nuevos nunca es sencillo, y menos si alguien es como yo que, desde hace unos años, empiezo a sufrir de eso de "no quiero amigos nuevos, quiero a los de siempre más cerca de mí". Pero me contradigo de frente, porque luego soy "Chispitas" (como me ha apodado alguien) y me encanta estar en ambientes sociales, conocer gente, y me siento bien en general cuando establezco relaciones nuevas; eso siempre es emocionante.
Además, en mi vida tengo un historial que ya empieza a ser largo de sorpresas agradables que me da la vida después de "no fiarme". De gente que aparece en un momento inesperado y se termina convirtiendo en alguien muy relevante. Como la persona a los mandos de MaxPower, que ha resultado ser una gratísima sorpresa.
Cosas que tienen que ver, tremendo el empacho de chocolate con caramelo y sal, y tremendo el temazo de Five Finger Death Punch que se han marcado en la temporada 6 de Mentes criminales. Ay, Flaquito, qué no daba yo por sacarte a cenar una noche.
'Cause it's almost like your heaven's trying everything to break me down.
El año pasado dejé de grabar 1SE el 20 de diciembre y no me gustó nada. Que no me vuelva a pasar estas Navidades, ¡que es Navidad!
Si lo del Spotify Wrapped lo hiciesen de verdad a final de año, como debería ser, Jamie Cullum coronaría todas mis listas como lleva coronando mi corazón desde que en 2005 le robé a mi padre dos CDs piratas, el de Catching Tales y el de Twentysomething. Que vaya dos maravillas.
Vaya maravilla él, después de todos estos años.
Mi hermano tiene razón, y ese hombre habrá hecho algún pacto con un jinn poderosísimo porque no es normal que a sus cuarenta y tantos siga siendo así de guapo. 43 tiene, acabo de mirarlo. Señor bendito, que dure otros 430 porque el mundo se lo merece.
Y mi estabilidad mental también.
Qué bonita es la Navidad y cómo me abraza.
Y cómo me abrazas tú.
Bueno, pues en lo que se me pasa el disgusto del acto V de Pentiment, me voy a sentar aquí un rato, a abanicarme la cara, a mirar al vacío y a pensar si no podía haber evitado el terrible desenlace del capítulo de este juego (que yo qué sé cuánto más me va a hacer sufrir) sin que ardiesen, qué te digo, todos los libros y el cuerpo del protagonista.
No sé, digo.
Confieso que sigo leyendo y no debería. O sí. Confieso que me dan ganas de escribir en mayúsculas la letra de Good for you por toda página, pero no lo hago. Confieso que me da rabia, confieso que prefiero pensar que todavía hay hongos que van a pudrir los pulmones de algunas personas, poco a poco y por dentro. Confieso que no soy una buena persona por desearlo, yet here we are.
Que ojalá los hongos os lleguen al cerebro y os pudran hasta las pestañas. Bueno, tampoco es tanto. O sí.
No, en realidad no. Nada de pudrir pulmones.
Pero a la mierda os podíais ir, juntitas y de la mano. Veréis que bien os lo vais a pasar.
Madre mía, cuánta mala leche acumulada en el cuerpo. De esto tiene la culpa Pentiment, seguro. Bueno, y que en realidad soy un poco mala y no le deseo el bien a todo el mundo, qué le vamos a hacer.
Si alguno de mis ahijados está leyendo esto, por favor, que le añada un "jaja, lel" al final.
Me ha dado antojo de khormalú y no tengo.
Maldita sea. Mañana compro. Y vinagre. Para el salmorejo, no para echártelo en los ojos, estúpida.
No sé qué me pasa (lo sé perfectamente, pero no tengo tiempo ahora y tampoco encuentro las palabras exactas con las que podría expresar el proceso), pero hoy me siento bien. Increíblemente bien. Me siento... sana. Siento que puedo sacar al jinn vestido de negro a bailar electro-swing, que puedo hasta cogerle las manos, mirarle a los ojos y decirle:
Pensaba que era un castigo tenerte en mi día a día, pero que existas quiere decir que yo también lo hago. Que ambos seguimos vivos. Y resulta que quiero considerar eso un regalo. Así que gracias por estar aquí, porque eso significa que yo también estoy aquí.
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta,
gritándote.
¿Dónde estás cuando me haces falta?
