24 de noviembre de 2012

Amaneceremos - primer intento

Acabo de leer la reflexión que escribí sobre mi cumpleaños hace 365 días. 
Es bastante gracioso que ahora, en este preciso instante, yo estoy en otra parte rodeada de gente naranja y amarilla, y que por unas cosas u otras, no voy a tener un cumpleaños estándar y me pregunto qué haré con el teléfono cuando suene, porque en teoría he de tenerlo desconectado. 



Gracias, de madrugada y con los oídos pitando después de un concierto.
Gracias a todo el mundo. De corazón.
Os dedicaré más tiempo cuando lo tenga, prometo hacerlo.



Especial mención a ese tomate, que me tiene el corazón robado, y que ha decidido que esta semana era perfecta para llenar mi vida de soldados del Imperio. Te quiero, amor.





Es el primer cumpleaños que pasaré sin ti.
Te echo de menos.

21 de noviembre de 2012

¿Cuándo te volveré a ver?

Estoy de los dragones y el grifo hasta donde yo te diga. 
Y cambiando una vocal, la palabra suena "chucho", y "chucho" es un perrito en Salvador y Guatemala. En serio, me va  estallar la cabeza. Me va a estallar y encima se me está poniendo una mala leche que...



Un momento.
Se siente una banda sonora con un quinto granaíno.
Hoy voy a comer en un pase de prensa.
¿Eso que entra por la puerta son dos Reinas Rojas de Palenque?
Atiza, pero si esta tarde te veo.



A tomar por saco, hoy va a ser un gran día. 

20 de noviembre de 2012

Ripa

Mira hacia arriba, ¡cómo brilla el cielo! Cuántas estrellas sobre un mundo nuevo.
Fíjate bien, tu futuro empieza a brillar. Dentro de poco podrás lanzarte sola a volar.
Siente el ritmo que te hace vibrar. Hay un aire nuevo al respirar.

Te lo está pidiendo el corazón. Necesitas otra dirección.
Pero, antes de marcharte allí, quiero saber... ¿cuándo te volveré a ver? 





Como siempre, poco tiene que ver.

14 de noviembre de 2012

El Anticristo

"¡No hay mayor poder que el de Cristo y su fe!"
"Inch' Allah, motherfuckers!" 

(y otras cosas que hace al-Mansur en mi cabeza, a la vanguardia de su ejército y con su cara de mala leche)

13 de noviembre de 2012

Muslim laughter

FINISH HIM!
.
.
.
Abd al-Rahman III and his Court strike the most powerful beat!
FATALITY!



Había que dejar constancia.
Un arrebato de orgullo y victoria, ¿quién no los tiene?

11 de noviembre de 2012

Identidad

¿Qué hago con vosotros? 
¿Os defiendo? ¿O dejo que la opinión de otro os aparte de mi cabeza? No puedo. Os seguiré defendiendo, porque sois mi causa perdida. Hay muchas personas que os admiran, pero echando un ojo a las estadísticas, son más las que os detestan, incluso que os odian, o que no crean que fuisteis "algo". Importante o no, "algo".
Quizá, eso sea lo que más me molesta. Porque el odio o el disgusto aún tienen motivos (o no, en fin, cosas que pasan), pero la ignorancia carece de ellos. El ignorante no conoce, y por eso ignora. Y llega a afirmar cosas, a mi parecer, equivocadas.
El viernes estuve muy, muy cerca de llegar a faltar al respeto por eso, pero afortunadamente sigo siendo racional y no valía la pena. Sin embargo, dentro de mí se encendió el enfado. Porque alguien que se supone con conocimiento, una persona con los medios (y en este caso la obligación) para entenderos, os relegó a un segundo plano, quedándose con lo superficial, para haceros ver como la copia de la copia, obviando lo que en algún momento pudo ser vuestra identidad, vuestra alma o vuestro corazón.
Y eso, lo siento mucho, no debe hacerse con ningún pueblo. 
Delante de mí, menos con vosotros.





And what about THEM? I mean... the MUSLIMS.

8 de noviembre de 2012

Las cosas de Avani XVIII

"Aprende tu sitio, cristiano", destila el veneno de mi Avani inb Tahir interior, henchido de orgullo cuando recordamos las parias impuestas por adb al-Rahman III a los reinos cristianos al norte de la península, y que pagaron parte de su lujoso espacio de Madinat al-Zahra.

7 de noviembre de 2012

Momento revelación 8

Es una de esas noches que te da por reflexionar y pensar en ti, en lo más profundo. Y piensas que siempre, siempre, has tenido que dar la nota allá por donde pasabas. Envidias a la gata y su facilidad para entablar amistades y no meterse en problemas sociales. Te avergüenza pensar que tu estancia en Granada fue magnífica pero también desastrosa, porque no fuiste capaz de hacerte a un grupo y a la mitad todo dio un giro inesperado. Un cambio bueno, es cierto, pero también envidias a tu antigua compañera de cocina por hacer amistad y conserva ese grupo desde el principio. El mismo, sin cambiar.

Es una de esas noches en que te pones triste porque te das pena. Tú, con tus rarezas y tu incapacidad para relacionarte con el resto, para integrarte, para ser jodidamente normal y dejar de llamar la atención, que parece que lo hagas a propósito. ¿Qué pasa contigo? ¿Quieres explicarme qué demonios te pasa? 
Lo de Granada nunca se me olvidará. En todos los sentidos. Nunca podré deshacerme de ese sentimiento de vergüenza y de humillación. Fue un fracaso personal, muy profundo. Un terrible tropezón de mi cara contra el asfalto.



Soy incapaz de ser normal. Incapaz. Y por eso, hoy me ha dado por pensar que seré muy infeliz y que hago muy infeliz a mi madre, que tuvo que soportar mis lloriqueos por teléfono cuando estaba sola, tan sola, en una ciudad tan lejana y con la cabeza y el corazón sumidos en la confusión. Porque, como siempre, nunca sé dónde está mi sitio.
Y con esta canción...



Mírame, soy la sombra al acecho. Encerrado en tu alma, no puedo escapar
Luz de fuego explotando en tu pecho. En tus manos las llaves de la libertad.

Loco vestido de cuerdo con la piel del lobo.
Pasan los años, y yo sigo aquí, moviendo las tempestades sobre tu cabeza
Busca cobijo debajo de mí.

Yo soy tu destino. Arcoiris de un solo color. Manejando los signos de la eternidad.
Soy el hijo del trueno. Soy la mano de Dios. Soy la ira en el fuego encerrado en tu corazón.
Soy el hijo del trueno. Soy la mano de Dios. Soy la ira en el fuego encerrado en tu corazón.

Noche oscura en el corazón del hombre que ya no sabe escuchar.
Busco en silencio la mano inocente que mueve la brisa en el mar.
Lluvia que limpia tu cara de lágrimas. Mi fuerza nace de ti.
De ti.

Soy el hijo del trueno. Soy la mano de Dios. Soy la ira en el fuego encerrado en tu corazón.
Soy el hijo del trueno. Soy la mano de Dios. Soy la ira en el fuego encerrado en tu corazón.

6 de noviembre de 2012

Huesos de bisonte que bailan

Hum, hace un año que abrí esto. 
¿Descorchamos una botella de algo? Yo te invito a otro año más sin darme cuenta.

5 de noviembre de 2012

A tu voz

Te voy a contar los hechos tal y como han pasado, aunque suenen raros, pero te prometo por mi abuelo (yaddii) que han sucedido así.



Resulta que estaba perdiendo el tiempo en el portátil, y viendo que se acercaban las doce he decidido apagarlo para irme a dormir. He pasado el fin de semana de prácticas en Toledo y en Madrid (ya te contaré, urge otro asunto) y aún no tengo el sueño restablecido. Así que eso he hecho; apagando el ordenador y caminando hacia el cuarto de baño para lavarme los dientes. 
Parece una banalidad, pero no lo es en absoluto. No, no, de ninguna manera. Para mí lavarme los dientes, sobre todo por la noche, representa un momento culmen del día. Un punto de inflexión en que puedo desconectar del mundo para abstraerme en mis pensamientos, mis ideas y mis emociones. Lavándome los dientes se me suelen ocurrir buenas ideas. Como en este caso.
En plena cepillada estaba yo cuando, en mi cabeza, resonaban las voces de todos vosotros. He estado viendo los vídeos que grabamos juntos, y me parecía teneros cerca, estar escuchándoos de verdad. Ha sido cuando he apartado tu voz del resto y, por ende, he pensado en ti.
Sobre todo, en tu timbre. Me he dado cuenta de todo lo que extraño tu voz. Tu acento, tu pronunciación tanto en castellano como en árabe, tu risa, tu forma peculiar de decir algunas letras. De afirmar, de negar. De reírte.
Ha sido cuando de verdad he caído en la cuenta de todo lo que echo de menos cada minuto que pasaba contigo, todo lo que aprendía y desaprendía de ti, todo lo que me queda todavía porque ya no estoy allí con vosotros. 



Y tu voz. Cómo la echo de menos. 
Así que hoy, en mi lavado de dientes nocturno, he decidido que te llamaré mañana, porque no aguanto otro día sin escucharte. Te dije que se me ocurrían buenas ideas.







Ana ohebuka geddan, geddan.

4 de noviembre de 2012

Oui, c'est bien lui

Está claro que la palabra definitiva es "karma". 
Porque gracias al karma me encontré con ellas y, por qué no decirlo, conmigo misma. Y con mi suerte, por supuesto. Esa "coña reiquelera" que parece seguir pegada a mi espalda. 
Hasta la lluvia acompañó, porque tronó sobre Toledo, y las piedras de Bab al-Mardum me refugiaron del agua fría. 

Lo que pensé, yo sólo lo sé.

Y también sé que "se mua Simba, se mua le rua, du rayon animal".