25 de septiembre de 2012

Cosas que me encantan

Estar ocupada y dejar mis cosas tiradas por el suelo.
Estudiar con la dama al lado y comer montaditos de chocolate con ella.
Estar ocupada. Muy ocupada. Así una piensa menos.

24 de septiembre de 2012

Lo que pensaba yo de ti

"Ponerle cara al mal, al enemigo, siempre ha sido el primer paso para conseguir vencerlo, y eso lo tenían muy claro en la Edad Media."



¿Vencerte? ¿Quién quiere vencerte? Desde mi punto de vista, ponerle una cara al Mal ha sido el primer paso para entenderlo. Para tenerlo cerca y comprenderlo. Para asumirlo como parte propia de la vida e incorporarlo al conocimiento. Porque, si de verdad es Mal es tan repudiable, tan horrible, ¿cómo es que las prácticas satánicas y las conjuras a demonios tienen casi más años que la propia idea cristiana de "infierno"?
El Mal no es el Mal como nosotros lo queremos concebir. El Mal es, mucho más que el Bien, la justicia. Es el castigo y el equilibrio para la balanza, es el ojo por ojo y el tanto por uno, San Bruno. Es la mano ejecutora que dará lo que cada uno merece. El problema es que todos, todos recibiremos castigo, porque ninguno somos tan buenos, y eso es lo que nos aterra. Nos inventamos el Bien y el eterno perdón para escapar del escarmiento que, en realidad, todos nos merecemos. Yo también. Incluso el propio Jesús, blanca imagen del Bien, se declaraba culpable con "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra". Él tampoco lo hizo.
Queremos desesperadamente un Bien que de todo nos redima, porque imaginamos un Mal que de todo nos culpará. Le tenemos miedo al Mal, porque sabe. Porque, al fin y al cabo, no es sino otra invención nuestra, y el ser humano es capaz de concebir los más temibles horrores. Tememos al Mal, porque conoce nuestra debilidad, conoce nuestro miedo y nuestro temor. Conoce porque le dejamos, porque ese miedo es su puerta de entrada, conoce porque se alimenta de todo lo terrible que nosotros mismos nos imaginamos.
Le ponemos rostro al Demonio, un rostro ardiente, demacrado y con ojos vacíos, porque en el fondo es como nosotros queremos acabar. En llamas. Consumidos. Sin nada más en nuestra piel que ceniza.



Creamos horribles monstruos que luego representamos en piedra, en hierro, en bronce, en cristal, en lienzo, en un vago intento de dominarlos. Porque, en realidad, los dominamos. Sólo el ser humano recibió la capacidad de imaginar, e imagina, estudia, pinta. Los monstruos infernales tienen perfectos estudios anatómicos y, aunque imposibles, son muy lógicos. Los dominamos, porque los creamos. Los controlamos, porque los concebimos. Podemos obrar sobre ellos y, posiblemente, por eso los colocaron a lo largo de la historia tan a la vista. Es una ostentación del cazador, del que muestra la presa. Pero, en este caso, la presa puede brotar de la piedra con furia demoníaca y arrastrarnos el alma hasta el Averno. Así que se trataría de un control poco ejercido.
Les tememos, y por eso los respetamos.
Los más temibles conquistadores tenían a ojos del pueblo trazas satánicas y pactos con el Fuego. Cualquier poderoso, cualquier conocimiento que fuese más allá, cualquier despunte, tenía un sello infernal tatuado en la piel. Porque el Mal es castigo, pero es conocimiento. El Mal es el secreto guardado, el tanto tienes, tanto vales. El intercambio justo. Resulta bastante cómico que se le tenga tanto miedo al Demonio, cuando no es otro que un justiciero dando al pecador lo que merece. En realidad, hace su trabajo.
En realidad, todo el Infierno no es más que una materialización de nuestros propios miedos. De nuestros más oscuros temores. Imaginamos tanto, que cobra vida. Es una bella capacidad, la de imaginar.



Sin embargo, existen culturas que le hacen favores al Diablo. No siempre "demonio" es sinónimo de "mal". Se trata de una categoría de criatura. Incluso en muchas ocasiones estas divinidades ardientes ocupan altos puestos en los panteones politeístas. Son poderosas, porque son malvadas, y porque son justas. Al final, una corte demoníaca juzgará almas y dará lo que se merezca. Porque el Mal, mucho más que el Bien, es justicia. Es llano y simple, es estricto. Y eso lo tememos, lo tememos más que a nada.
Creamos el Bien para tener cualquier manera de escapar a esta justicia, pero el Mal encontrará su hueco. Algunos lo llaman "karma". Es una herramienta asidua, supongo, porque tampoco es cuestión de imaginarse lenguas de fuego reventando la tierra ni esqueletos a caballo esparciendo dardos de azufre sobre la Humanidad.
Pero, por qué no, sería una opción.



Vencerte. Quién diablos (oh, qué chiste) quiere vencerte, si eres invencible. Si tan duradera sea la imaginación y el temor humano, lo serás tú. Pervivirás cuando todo se acabe, mientras exista una sola alma que te tenga miedo. Y que te imagine, al tiempo que te crea.
A mí me resultas fascinante, porque también eres en parte mi creación. Porque siempre me llamó el Fuego y porque no estoy segura de ir a dedicarte mi fin de carrera, pero te admiro igualmente. Eres la Justicia que echo en falta, tanto con los demás como conmigo misma. Eres el calor en el invierno y los ojos vacíos que yo tengo a veces. Además, en mi vida está un alto representante de ese Mal. Y nadie diría que es "malvado". Es justo, es implacable, es poderoso. Da lo que cada uno merece. Por eso me gusta pensar que estoy encaramada a su hombro en forma de lagarto de fuego, con la cola en llamas y las alas desplegadas.
Durarás para siempre, porque para siempre fuiste concebido.
Ojalá tuviera más tiempo que este para dedicarte, a ti y a tu rostro ardiente esculpido en la piedra. Pero no estoy nada segura de ir a conseguirlo. Quizá sea parte de tu justicia, y en mi egocentrismo exagerado, quiero pensar que me reservas algo mejor. O en mi modestia fingida, que no merezco tratarte. ¿Quién sabe? Al fin y al cabo, estos párrafos no eran más que un canto a las llamas, un cántico que haga saber todas las ganas que yo tenía de estudiarte.





Ojalá.

21 de septiembre de 2012

Momento revelación 7

Hacía tiempo que no hablaba así de ti. Y es estúpido que hayas salido a raíz de una noche de borrachera, a la vez que tantos sentimientos profundos. ¿Qué puedes hacer si alguien te pide perdón? Perdonas y esperas ser perdonado. Si vale la pena o serán palabras ebrias, lo veremos en el siguiente capítulo. 
Pero si me estás viendo, si estás ahí como siento que estás, espero que estés orgullosa, y que creas que hice lo correcto. Si al final resulta una pequeña derrota, descansaré con el corazón tranquilo, porque podré afirmar que hice lo que pude hasta el final. Siempre podré descansar, siempre en los de siempre. 
Y si vale la pena, te dedicaré este diminuto logro personal con toda mi fuerza.



Cómo te echo de menos.





La miró para despedirse y se alejó con la luz del cielo. Fue a volar, no tiene límites. Él se adueñó de la luz del cielo. Pasará a mirarla una noche de abril para verla sonreír. Una luz encendida de color marfil brillará para ella sin fin. 

Susurra una flor a la distancia. Se escucha su voz con la luz del cielo. Todo ruido, de pronto se hizo calma. Ella lo vio con la luz del cielo.
Alma de mi alma, tú me has hecho soñar. Para siempre te voy a amar. En la luna, vida, te voy a encontrar cuando el cielo me llame a volar.
Lo sé, lo sé. Te veré en el cielo; te veré.

Soñará cada mañana con ver a su amor con . la luz del cielo. Será su estrella enamorada y brillará con la luz del cielo. 
Alma de mi alma, te voy a cuidar. Para siempre te voy a amar. En la luna, vida, te voy a encontrar cuando el cielo me llame a volar.

Lo sé, lo sé. Te veré en el cielo; te veré.

Pasará a mirarla una noche de abril para verla sonreír. Una luz encendida de color marfil brillará para ella sin fin. 

Con la luz del cielo.





Me enseñaste que el amor, que el perdón, hay que darlos a manos llenas. No voy a decepcionarte. Y discúlpame si alguna vez no lo hice, porque yo siempre quise que lo hicieran conmigo.
Te quiero. 

19 de septiembre de 2012

Matando mil dragones por mí

Hace poco circulaba por la red una imagen bastante cómica, que parafraseando a Tulio en Road To The Dorado, decía que la gente suele tener una vocecita que más o menos aconseja cuándo retirarse a tiempo. El chiste visual en cuestión se mofaba replicando que muchas personas tienen un unicornio muy feliz ocupando ese puesto; un unicornio que dice "wiiiii". 





Con conversaciones a tres bandas como en la que participé ayer, me di cuenta de que la gente tiende a sentirse sola. Sola y triste. Es un mal egoísta y típico de nuestro Primer Mundo, tan bien abastecido. Más de una vez he comentado que, para conocer el placer, debemos conocer el dolor, y parte de mi teoría es que lo introducimos en nuestras vidas con aspectos que son, en realidad, irrelevantes. Desplantes amorosos, agobios electrónicos y encontronazos con las amistades. ¿No podríamos hacer las cosas más fáciles? ¿Más sencillas?
Si alguien no aporta nada bueno, nada productivo, nada respetable a tu vida, ¿por qué conservarlo? ¿Qué tipo de hipocresía aristocrática estamos manteniendo? Y digo aristocrática porque, aunque nos las demos de evolucionados y "modernos", seguimos siendo una gran corte de rumores, conjeturas, trapicheos y caras ocultas. Sin ir más lejos, en mi círculo de amistades virtuales está incluida más de una persona a la que, francamente, detesto. Pero ahí está. Dentro de un apartado que, lo pone claramente, se llama "amigos". ¿Amigos? Ni considero que entre esas personas y yo exista la amistad y nada haré por que así sea. ¿Qué me impide borrarlos de esa lista, mandarlos llanamente al carajo porque ni yo les intereso ni ellos me interesan a mí? Quizá el temor a algún tipo de rechazo, de encontronazo social. ¿Y qué? ¿Sería tan grave? "Las garrulas me marginan, me voy a mi casa a llorar."
Yo también soy hipócrita, falsa y convenida. Como todo el mundo. Digamos que necesitamos esa parte de rumor, del gossip británico, que nos dé vidilla. Y aquí enlazo con esa persona que ayer, triste, buscó consuelo en otra muchacha y en mí, porque parte de ese chismorreo la había afectado considerablemente. Y ni siquiera tenía que ver directamente con ella. Pero ahí estaba. Kate Fox hace una reflexión bastante interesante sobre este chismorreo (entendido no siempre como despectivo, que de todo hay que salvar una parte) en Watching The English, libro que altamente recomiendo. Se aprende mucho de las relaciones sociales, ya no sólo de las británicas, sino de las propias. Cosas que tienen que ver.



Las vidas de la gente están vacías y son aburridas, y hace falta introducir parte de vidas ajenas para divertirse un poco. Somos aristócratas en pequeñas cortes repartidas por nuestro barrio, nuestra facultad, nuestro antiguo colegio, nuestro lugar de trabajo. Y nos encanta hablar de las personas; ya sea para bien como para mal. El tema que ha llevado a escribir estos párrafos era el habla-para-mal, por supuesto. Nunca ha dado problemas que una gente elogie a otra gente.
Contactos de internet, realmente os detesto. Pero no tengo el aplomo, la franqueza conmigo misma, los cojones de sacaros de lo que, al fin y al cabo, es una parte de mi intimidad, porque soy una 'primermundista' cagada de un rechazo social y un aislamiento bestial por vuestra parte. "Las garrulas me marginan, me voy a mi casa a llorar." Y eso, querido unicornio interior que dice "wiiii", es asqueroso. Me repugna de mí misma, porque no soy franca. Por lo tanto, no puedo pedir a otra gente que lo sea. It's a catch-22 situation
No obstante, e hinchada por este sentimiento agresivo y aguerrido, probablemente proceda a eliminar a dos o tres, que no es que me toquen especialmente las narices, pero ni siquiera mantengo una conversación con ellos a menudo. Así que adiós. Lo que me lleva a pensar que, si no lo he hecho antes, es porque hacerlo de tarde en tarde, de vez en cuando, conlleva una pequeña, estúpida pero reconfortante sensación de triunfo. Eliminar contactos es como una victoria personal hacia la franqueza con una misma. 
Eso se echa en falta. En general.



En medio del baile de máscaras todo es precioso hasta que una cae en la cuenta de que los disfraces no son el vestido habitual de las personas que nos rodean, que no siempre habrá música y lámparas de araña (estoy pensando en una mezcla entre Versalles y Labyrinth), y que lo que las personas que nos rodean tienen en la cara son, efectivamente, máscaras. Entonces, es cuando una se siente sola; la desilusión de la realidad. Las cosas no son así habitualmente. 
Lo más probable es que la persona que contactó ayer conmigo en busca de consuelo fuera víctima de este ataque de realismo. Y dejó de hacerle gracia bailar. La comprendo, y por eso espero haberla animado correctamente. Claro que la comprendo, cualquiera lo haría. Cualquier persona, incluso esas que ignoro y detesto, conoce la sensación de sentirse solo en medio de un mar de gente. Es un tema bastante manido en las canciones. 
No obstante, ¿solos? ¿No es, de nuevo, un ataque de egocentrismo popular? (Un día hablaré del egoísmo, le tengo ganas). No estamos solos, qué vamos a estarlo. Ocurre que nos gusta sentirnos solos para llamar la atención. Yo me siento sola y, cuando me doy cuenta, es como tener un baile de máscaras en mi interior. Y prometo que me dan ganas de romperme la cara, por niñata, por consentida y por egocéntrica. 
No estamos solos. Para nada. Siempre, siempre, siempre tenemos a alguien. Es algo que tenemos que reforzar cada día; ejercicio mental, por Dios. Si esta chica triste hubiera estado de verdad sola, no habría hablado con nosotras. Nosotras no estaríamos. De modo que no está "tan" sola. Y yo, egocéntricamente hablando, tampoco estoy sola. Nunca.
Ayer me di cuenta. Ayer, y durante toda esta semana. Tengo muchas personas, la mayoría ni siquiera había caído en que de verdad "estaban". Soy un ente sociable. ¿A qué se deberá?
Guardaremos la incógnita para otra ocasión.





"Las garrulas me marginan. Me voy a mi casa a llorar." 

17 de septiembre de 2012

Walking the ramp

Me hace gracia que la dama sospeche de mí cuando aquí hay un pequeño paréntesis. Y que mienta sin que le tiemble el más mínimo cabello de su damística cabeza, pero eso es otro tema. 



Si tengo que cruzarme de brazos y esperar cosas que ya sé, me resignaré. Al fin y al cabo, yo escogí la asignatura. Será un sobresaliente fácil, y hola, soy una pretenciosa, pero es así. No me llevará mucho porcentaje del cerebro, pero es cierto que un porcentaje de mi alma se siente desilusionada. Aunque, realmente, ¿qué esperaba? No se puede hablar del Profeta en tierra de nadie. O lo que han querido convertir en tierra de nadie, porque tiempo atrás fue su tierra. Tierra de muslims (me encanta decirles muslims). 
Escogí una asignatura de medieval hispánico, en un intento esperanzador de que mis profesores se dieran cuenta de la realidad histórica: Edad Media, entendida desde el siglo VI al XV. Durante todo ese tiempo, España estuvo llena de musulmanes, España era musulmana, y estaba empapada de su lengua, su música, su arte, su cultura. Y bueno, he tenido suerte y una pequeña parte de la asignatura sí se dedicará a ellos. Poca. Pero qué vamos a hacerle. Aquí, en tierra de nadie. 
De todas maneras, la tierra de nadie es sólo física, porque en mi interior habita el vergel del paraíso, con el Sha Rud de fondo, y de cualquier manera voy a seguir cultivando mi arabismo. Con un león del maristán, con los libros que aún tengo que leer, incluso con un estudio de la lengua. Insh Allah. Ojalá.





Antes se pilla la mentiroso que al cojo, y tu estás tullida.
Hola, somos Diana García Ortí, Carla Corbatón Moreno, Aleix López Hinojosa, Alberto Mora Izquierdo y Laura Castro Royo; y esto es Jackass.
Cosas que tienen que ver y otras leyendas urbanas.

13 de septiembre de 2012

Undead-therapy

The longer you laid next to me, the further i ran.

We are young, but we have heart. Born in this world as it all falls apart.

Let's watch the city burn.

Keep singin' this song and we can live forever.

The city looks so pretty, do you wanna burn in with me?

When the sun goes down, the stars come out like the ghosts of yesterday.

We will fight or we will fall, till the angels save us all.

I can see blood, all over my hands.

And i'm gone, gone, gone, gone.

When you can't sleep you can't dream. When you can't dream, well, what's life mean?

Welcome to the world where dreams become nightmares.

There's no light, there's no sound. Hard to breath when you're underground. Can you hear me now?

One more drink and i swear that i'm going home. Truth is i don't really have a place to go.

I wanna a girl on my lap and a jaggerbomb.

I see the streets burn every time i fall asleep.

We did it for the glory, the glory, only the glory. 

This lies are leading me astray, it's too much for me to stay. 

Tomorrow rise, so let's fight today.

And i'll be lying in the sun, a bottle and a gun.

I just can't scape, it's like you're here with me now. But the words you said, they always seem to fade out. Since you've been away i'm just a face in the crowd. Someday, someday, i know you're coming back down.

I guess you have to leave, you were born with wings.

My legs are dangling on the edge.

You're talking to loud, so just shut your mouth. Who the fuck are you now?

You know i can take you straight to Heaven if you let me. I can make your body levitate, le-le-vitate.

Tear it up!

You don't know what is like to get your head lump (to get your head lump).

12 de septiembre de 2012

Ahora nada puede llevarnos lejos

La gata escribe sobre una isla y me doy cuenta que, mientras leo, mi propia cabeza acelerada ha encontrado la mía. Que, por tener, tiene hasta nombre. Mi isla se dice Iri no Bajesi en el idioma antiguo y se dice Isla de las Ovejas en la lengua común. Y es mi isla persona, intransferible. Porque cada vez que imagino a cualquiera de esos tres "yos" (por seguir parafraseando a la gata italiana de tinta), los imagino al borde de un acantilado, viendo amanecer. O atardecer. Eterno el color naranja del cielo, rojo de al-shafaq.
A ellos, y a cualquier otro personaje que me ronda la cabeza. Siempre, un acantilado y el mar. Así que mi isla, la isla soñada que le decía Oredón, también existe. Ha sido gratificante encontrarme otro punto en común con esa callejera peluda.



No es la única que va a volar lejos de aquí. La luz ya se ha ido. Pero hoy he llegado a la conclusión de que nada puede llevarnos lejos. No en este mundo. 
Siempre estaremos conectadas en el archipiélago que formamos. Porque, al final, ninguna isla está demasiado lejos de cualquier otro pedazo de tierra. 





Vamos a echarte de menos, gata.
No hace falta el melodrama para decirte lo mucho que te queremos. 

10 de septiembre de 2012

Philadelphia

La realidad es un sitio encantador, pero no quiero vivir ahí.





Definitivamente, yo necesito la luz del sol. Y no pensar. No pensar en absolutamente nada, y absolutamente en nadie. Sólo la música, por un momento. La ciudad de los búhos, el infierno hecho trabajo y nada, nada más.



Cuánto melodrama. 

7 de septiembre de 2012

Muerte en Hawaii

Cada vez que el mundo me parece despreciable, miro nuestra foto de personajes Disney y comprendo todo lo alto que he llegado al conoceros.

Cada vez que una persona me decepciona, miro nuestros vídeos de Chilches y recuerdo lo mucho que aprendí a querer gracias a vosotros.

Cada vez que alguna persona indeseable me toca las narices, hurgo en las entrañas del infierno y me enorgullezco al afirmar que su señor y dueño es mi mejor amigo.

Cada vez que me viene un ataque de ira y desearía romper cristales, veo la foto de dos copas y un chipirón me saca una sonrisa.

Cada vez que se me olvida lo maravillosa que es mi vida, doy un repaso por mi habitación y veo retales de mi familia allá donde vaya. 

Cada vez que se me acaban las ganas de pelear, cierro los ojos, pienso en ti y me emociona pensar todo lo enamorada que estoy de tus ojos oscuros.

Cada vez que me enfurruño escucho Scar Symmetry, miro fotos de Granada, repaso mentalmente todas las ciudades que he visto, me acuerdo de mis labios pegados a un micro y del olor del mar, me como un trozo de chocolate o veo nadar a mis dos tortugas. 



Porque mi vida es maravillosa, y a veces son tan tonta que se me olvida.





Por ti. Todo lo que hago, lo hago por ti. Es que tú me sacas lo mejor de mí. Soy todo lo que soy porque tú eres todo lo que quiero.

6 de septiembre de 2012

Números

Es mi número.
Soy el número catorce. Que es dos veces siete, dos veces mágico, dos veces afortunado, dos veces poderoso. Siete eran las cabezas del dragón, así que ahora dos dracos magníficos me custodian hasta la puerta, y dirigirán mi dedo cuando tenga que colocarlo sobre otro número. En este caso, sobre el setenta y cinco. 
Mi objetivo es el setenta y cinco. Siete, de nuevo; otro dragón esperando a ser liberado, a las puertas del infierno, y cinco, como las estrellas de Cassiopeia, que a su vez es dos más tres, lo que ya pone las cosas mucho más espirituales. 
Catorce. Siete sellos por romper dos veces y catorce ángeles trompeteros que podrían tocar la fanfarria de la victoria. El doble de tiempo para crear el mundo. 



Catorce.
Que me dé suerte. Que me la dé, y el infierno será mío. Y los nueve meses que me quedan encerrada en ese edificio que se cae a trozos seré muy, pero que muy feliz. 
El Mal tomará forma en mis manos.

5 de septiembre de 2012

Café de Rodrigombia

Ayer, fue el gran día. Por fin, una fiesta como Dios manda. Con disfraces, comida para parar una caravana de camellos, música y alcohol de dudosa calidad, con globos y pancartas, con regalos y con pajitas de "party". En general, todo era "party".
Te hicimos la fiesta, y aunque fue una de las noches más increíbles de mi vida, te festejamos una despedida. La luz se va donde todo está al revés, donde paseas con bikini en Navidad y te pelas de frío a primeros de agosto, donde el dulce de leche es cosa común y la gente habla con un dulce acento latino. Te marchas, por fin. Después de cuatro años. Igual sabía que llegaría este momento, pero la cabeza hizo lo posible para poder retrasarlo, alargarlo. Siempre queremos más, un poco más, y contigo siempre será constante. Siempre querremos más.

Ahora me vienen a la cabeza todos los momentos que pude haber pasado contigo, y que no pasé. Lo que te hubiera dicho, lo que nos hubiéramos reído, lo que hubiéramos llorado. Es inevitable. Aunque todo cuanto hemos pasado cuenta. Todos los minutos. Todos los viajes y todas las aventuras en solitario y acompañadas.
Antorchas Morenas Suelen Tener Esqueletos Lúdicos.
Me acuerdo de cenar, muertas de frío, en el suelo de la estación. Me acuerdo de divagar tumbadas en una cama en San Sebastián, y de bailar pegadas en Akuarela, de dar aplausos fuertes y de fugarnos de una habitación donde dos hombres roncaban como morsas. Hemos hecho miles de cosas, millones. Me acuerdo de comer argamasa amarilla y de recordar vídeos de Les Luthiers porque somos las únicas que los conocen. Me acuerdo de entrevistar a grafiteros por la calle, de comer churros y beber cerveza, de comer helado de chocolate con cookies que siempre, siempre, siempre sabrá, irremediablemente, a ti; será tu sabor. Si me pongo a escribir, no termino.

No quiero que suene a despedida, porque me niego a despedirme. Es un "hasta pronto", un "ya nos veremos", un "que te vaya bonito". Seguiré viéndote, como pueda y como me permitan las circunstancias. Mantener nuestro vínculo es cosa de dos, y te prometo que lucharé por nosotras. Valemos tanto la pena como cualquier catálogo de Mac o de Astor, créeme. 
Tampoco tengo derecho a ponerme triste, porque lo que pasa a partir de ahora no es para nada triste. Si todo sale bien, podrías trabajar como periodista de moda y eso es algo que siempre has querido. Además, estarás con quienes más quieres (aunque una diminuta parte te la dejes aquí, en tierra de moros y cristianos), y serás feliz. Me vas a procurar casa al otro lado del mundo. Iré a verte, lo prometo. Afortunadamente tengo los medios, e iré a verte. Suelo dejarme caer por aquellos parajes cada dos veranos, ¿por qué no tomar un avión que me lleve unos kilómetros más hacia abajo? Quiero verte, verte en tu mundo y confirmar que, a partir de ahora, todo lo que pase es bueno. 

Siempre podrás arroparte con nosotros si tienes frío. Porque tienes cosido a esa manta nuestro calor. Te queremos. Te quiero, mucho.
Te quiero mucho, a vos. 
Y gracias por entenderme desde el primer momento y quererme como sólo tú podías hacerlo. Eres una de las personas que más me ha dado sin pedir nada a cambio, que siempre ha estado ahí y que nunca ha protestado. Eres una de mis recompensas más bellas en la vida, eres mi corazón latino (y el de David Bisbal), y tuve la suerte de compartir contigo cuatro años, dos novios gilipollas y muchísimas más aventuras. 
No voy a olvidarte nunca, y voy a quererte siempre. Te lo prometo.





Tenemos un buen café, aromático y sabroso. 
¡Café de Rodrigombia!





Allí nos veremos.
Espérame en Rodrigombia.
Te quiero, Lucía.
Buen viaje.

1 de septiembre de 2012

No te echaré de menos en septiembre

Cuando me quiera dar cuenta, estaré matriculada en el último curso de la carrera, si Dios quiere aprendiendo inglés y a cargo de unos cuantos niños, y con un segundo aniversario a las espaldas. Septiembre va a ser un mes efímero, débil y muy veloz. 
Se va la luz.
Se va la gata.
Se casan dos parejas y mi sensibilización respecto al tema crece; me preocupa. 
Alguien ha puesto a cocinar un embrión al que yo no voy a conocer hasta que se gradúe. 
Volverán las personas que, como yo, se marcharon a descubrir otros mundos, y parecerá que nada se ha movido. 
Septiembre no va a existir, prácticamente.
Razón de más para hacer que cada día cuente.