27 de abril de 2013

Pichicuchi

Cosas que te arreglan el día:

Que tus niños mayores vengan y te levanten del suelo con un abrazo.
Que tu scouter favorita y tú os motivéis hasta límites insospechados, porque yo soy un pato-to y tú una pata-ta.
Que tus niños elijan el color amarillo porque es su color.
Que Akela te llame Rama.
Que los mataos de hace cinco años van camino de ser los mataos de hace seis. Evidentemente, nos casamos.
Que los gemelos Laporte aparezcan en medio de una manifestación y que uno de ellos vuelva a levantarte del suelo con un abrazo.
Que en tus auriculares suene Así fue.
Enterarte de que tus zorras y las zorras de la gata compartirán escenario mañana, en Florida.
Confirmar que te vas a Barcelona. 
Encontrarte un mensaje de un compañero que, lo mismo, resulta ser un amigo. 
Que Eurípides te quiera porque te has quedado a verle. 
Que tu Dama le haga una foto a su mejor amigo caracterizado como "el malo" de una de tus historias. 
Que la Patata te llame a ti y hable contigo. Y con nadie más.
Que el tomate te diga que eres insufrible e insoportable, para abrazarte tan fuerte que te deja sin respirar.



Ay, mi Pichicuchi.

26 de abril de 2013

Dos que no saben

(Dragona) "Esa misma palabra, coexistencia, entendida según el diccionario de la Real Academia como 'existencia de una persona o de una cosa a la vez que otra u otras', es el punto de partida del análisis propuesto en este trabajo."
Que realmente quiere decir:
"Déjate ya de hablar de tanto moro y menciona las Cantigas de una puñetera vez, PESADA."

(Dama) Gracias a la "pesadez" de Lau con sus muslims y dadas las pérdidas culturales de aquella época por tirarse piedras unos a otros... he desarrollado la teoría de que muslims y cristianos deberían haber organizado las guerras con globos de agua.
¿Y lo fresquitos que estarían en verano? Eso, sin contar las tardes de risas entre amigos.

(Dragona)Ya te digo que las piedras era lo que tenían a mano. ¿No ves que no hacían otra que derribar edificios? Los cascotes iban baratos. Pero sí, probablemente lo de los globos de agua (o cubos, que esta gente era muy burra) hubiera sido mucho mejor. Para el personal y para el patrimonio.

25 de abril de 2013

Que empiece la guerra

Flight of dragons, pilots of fantasy. In the sky, or in my mind?



¡Que se maten todos!
Lo triste es que yo siempre voy con los árabes, y los muy mamones acaban perdiendo siempre. 



"Because tonight the stars will shine for the last time in Troy al-Ándalus."



"En este mundo existen cinco tipos de personas:
1. Los desconocidos, algunos llegan a ser amigos (todo el mundo empieza siendo desconocido).
2. La familia.
3. La novia, con la que llegas a formar una familia.
4. Los guerreros. Y...
5. Lau Rewend del Rûm."
(esto lo dijo Shifu, el 23 de abril de 2013, y yo me puse a llorar de alegría)



Los mejores planes nunca son planes. Ahora quiero a dos gemelos, un dragón, una recién adulta, un dios hecho a medias y un perséguila. Y en eso se me pasan los días. En eso, y en basar las horas en una relación amor-odio con lo que, en realidad, es amor. Porque mientras yo hablo de gótico y de reinos cristianos, al-Ahmar me mira desde lo alto de la pared, montado en su caballo, y se ríe. Se ríe de mí. 
Corre, corre libre, hijo de los Banu Nasr. Ya te cogeré. 

18 de abril de 2013

The Red Crown

'Attack. Demolish. Devore! Burn! Bring them to dust! Go forth and Death will be their destination. Doom. DOOM. A flight of dragons, I command it! A FLIGHT OF DRAGONS!!!'



Los pelos de punta, los ojos llenos de lágrimas y miles de reminiscencias en todo lo que escribo. Empezando por el joven Gorbash, el viejo y rojo Smérgol, los ojos amarillos de Bryagh (pesadilla y terror de mi infancia, con su cuerpo negro), el viaje, los magos, la música de la flauta dorada, las gafas de Peter. 
Es la película de mi infancia. Sin duda. Aparte de una gran historia. Si uno se queda en la animación, que recordemos es de los años 80, efectivamente pensará que la cosa no es más que una peli más para niños, y que otras tantas de la época le dan bastantes patadas. No para mí.
Desde niña, ya veía volar dragones. Siempre los veré volar. 
El último vuelo de los dragones.





Cosas que tienen que ver, ha sido volver tú, y todo va bien.
Hasta el proyecto parece menos duro. 

15 de abril de 2013

Momento revelación 12

Me acuerdo de ti con esta canción. Desde que la escuché con atención, pienso en ti y en mí. El escenario varía; si estoy romántica, suele ser el desierto. Si voy por la calle, es una colina verde ante una ciudad. Si estoy en el autobús, a lo mejor es un bosque, o una playa. Lo que no falta nunca es el viento. Un viento de película que desordena mi pelo y juega con tu palestina. 
Y, entonces, echamos a correr.
Nacimos para ello.





Nos dictan siempre. Somos la edad del porvenir. Nos van dictando cómo nacer, cómo vivir
Nos dictan normas que sin querer, hay que cumplir. Nos dictan todo, porque hay que saber elegir.

Nos dictan flores y no nos dan con qué crecer.
Nos dictan frases sin enseñarnos a aprender
Nos dictan godos para estudiárnoslos con fe.
Nos dictan cambios conque amarrarnos a una red. 

Nos han contado que los hermanos son los que dictan sin dar la mano. Y nos han dicho que lo que oímos es así.

Tiramos dardos que cuentan poco en el saber. Nos salen granos en una edad de no entender.
Nos dictan normas que sin querer, hay que cumplir. Nos dictan todo, porque hay que saber elegir.

Nos llevan raudos hacia un mañana que se nos borra, que se me empaña. Y nos han dicho que lo que somos está ahí

Nos dictan normas que sin querer, hay que cumplir. Nos dictan todo, porque hay que saber elegir. Nos dictan normas que sin querer, hay que cumplir. Nos dictan todo; somos la edad del porvenir. Somos la edad del porvenir. 
Somos la edad del porvenir.
Somos la edad del porvenir. 
Somos la edad del porvenir





Por si aún te lo estás preguntando, sí. Claro que eres tú, Andrés. 

14 de abril de 2013

Bruma de farolas

Cuando llegué a casa, lloré y me acordé de los demás. Me pregunté qué problemas tendrían más allá del pañuelo en el cuello y de la flor de lis, más allá de la programación semanal y las esterillas-huevera. 
Lloré, claro. Porque no es fácil enfrentarse a otras realidades, pero ellos lo hicieron. Con nosotros, durmieron cuatro horas y cargaron cajas con galletas para repartirlas a aquellos que no pueden quejarse de dormir en el suelo. Preparamos café y ellos lo ofrecieron. Vieron el mundo de madrugada, cuando los fantasmas aún van por la ciudad y la mañana se está quitando las ojeras. Compartieron la vida, el desayuno y las historias con gente que ahora ha hecho de la calle su hogar. Estuvieron magníficos. Estuvieron ahí. Enteros, cercanos, impecables. Lo pasaron bien, porque gente simpática hay en todos lados. Pero también lo pasaron mal. Se asustaron, sufrieron...  sin marcharse. Ahí estaban, campeones de verde, futuros scouters.
Ni siquiera los que ya estamos formados somos conscientes de todo cuanto cabe en sus corazones. Intentamos sacar lo mejor y enseñarles, al tiempo que nos enseñamos a nosotros mismos, a mirar más allá. A proyectar. Fuera, hacia fuera, hacia los demás. La enfermedad de este siglo y de nuestro mundo es precisamente la contraria; el ego, el yo, el "mis problemas". Nosotros, como muchos más, creemos que podemos ayudar a sanarlo. Por eso los sacamos de la rutina, nos sacamos a la calle y salimos a dar de desayunar. 
Les hicimos reflexionar y, una vez más, nos sorprendieron. Pensaron que no iban a cambiar el mundo con aquello, pero que sí habían cambiado el día de unos pocos. Que así se empezaba una gran cadena, una corriente eléctrica que transmite amor. Aceptaron que somos responsables de que esa gente se sienta diferente, y no se sorprendieron de encontrar rechazo. Como tampoco de encontrar avaricia. Dijeron que, más que las galletas y los bollos, esas personas habían agradecido la conversación, el interés, el cariño. 
Lalo, un hermano que será padre, que me invitó a una Coca-Cola la madrugada del viernes, les dio un discurso que ojalá pudiera recordar. Les habló de reventar la dinámica de la diferencia, de que todos somos iguales, les dijo que todos merecemos el mismo respeto y el mismo cariño, porque ellos también son seres humanos con corazón y alma, a los que la vida no trató demasiado bien. Si nos tienen a nosotros, a los que queremos acercarnos, es mucho más que tener la nada de todos los días.
Los rutas fueron a dar de desayunar a los mendigos y se sintieron más humanos. Posiblemente, ellos también. Humanos frente a humanos, sin nada mediando entre ellos. Sólo café en termos que habíamos traído. Aprendieron de la vida, y estoy convencida de que pudimos sentirnos orgullosos. 



Yo también aprendí. Siempre es útil que otras personas te enseñen a ver más allá de tu pequeña realidad y tu día a día. Que pienses en el resto del mundo, que te esfuerces por darte algo más, que no hace falta cruzar el mar para levantar unos cuantos corazones. 
Fue duro, pero ahí estuvieron. Porque es lo que se espera de nosotros. Porque, en algún momento de nuestra vida, no importa cuándo, es lo que prometidos. 
Estar siempre listos.





Cosas que tienen que ver, ha sido un gran fin de semana. 

9 de abril de 2013

A tiempo

Os deseo el viento, y a volar...



Abril vuelve a reunirnos. Espero que me recuerdes. Y si no, tampoco pasa nada. En realidad, yo no te quiero tanto. 

8 de abril de 2013

La Susi

Ese sentimiento de complicidad y entendimiento me lo dan pocas personas, y una de ellas eres tú. Como en cada encuentro, no importa lo que tardemos en vernos; es como si no hubiesen pasado más que unas horas. Estás cuando tienes que estar, y yo intento hacer lo mismo. Porque, a lo tonto, hace casi cinco años que te conozco, y estoy convencida de que has sido una de las mejores adquisiciones de mi vida. Sí. 
Gracias, en general. Por el té helado casero, las conversaciones sobre intentos fallidos, la pseudo-hipnosis y las molduras de corcho. Espero que no pase otra Cruzada antes de verte.
Tiene gracia, pero en el desierto de mi imaginación, si tengo que cabalgar al lado de alguien, siempre es contigo. Somos la llave y la cruz, el halcón y el águila, la mano y el pez.



Sé que estás leyendo esto, y por eso me tomo la libertad de dirigirme a ti directamente. Tengo algo importante que decirte: sé que me quieres por ser la única especial que entra en un restaurante de sushi preguntando si, aparte de eso, tienen otra cosa; y ese condenado pescado crudo tuyo picaba como una piedra del Infierno, cafre. 

7 de abril de 2013

Windham Hill

Paleografía, orden feudal, mezquitas, ciencia y técnica, ciudades, mitos y leyendas, sociedad, simbolismo, iconografía, filosofía, epigrafía...
Si a eso le sumamos el maravilloso recibimiento que me espera, con caras sonrientes y brazos abiertos, los motivos para no poder esperar crecen, crecen y crecen. Sólo un poco más. Ya casi estoy allí.

6 de abril de 2013

Gran Clamor

De acuerdo, pasamos muchísimo frío, dormimos cosa de cuatro o cinco horas todas las noches, nos congelamos las manos y los pies, nos revolcamos por el barro y se nos cayeron cosas encima, estuvimos horas sin comer, desmontaron tiendas con una nevada que no era normal, se nos atascaron con baños y hubo que renunciar a la ducha para no morir congelados, no teníamos agua potable, casi nos revienta la vejiga en el viaje de autobús y tuvimos que tranquilizar a sesenta niños en una evacuación forestal, sin cobertura, en el punto más alto de una montaña. 
Pero también vimos caer nieve mezclada con pétalos de almendro, nuestros niños construyeron una cabaña increíble y lo hicieron entre todos, aprendimos a maquillarnos como mimos, vimos un cielo increíble que no disfrutamos en la ciudad, comimos unas hamburguesas buenísimas, disfrutamos de una velada divertidísima, aprendimos a bailar y a caminar por la cuerda sola, hablamos de Hermano Gris, de Kaa y de Bagheera, nombramos a Rama y a Raksha porque los niños los recuerdan, hicimos grupo como nunca y presenciamos momentos emocionantes, prometimos seguir nuestra Ley con ayuda de la manada, de los Viejos Lobos, del mundo. Además, dos pequeños me escogieron para ser su testigo en esta entrada en el mundo de la flor de lis. En realidad ha sido un campamento de Pascua inolvidable.

Hoy se me llenaban los ojos de lágrimas hablando de ello, me he dado cuenta de que lo echaré de menos y que intentaré mantenerlo de alguna manera. Mis compañeros, mis scouters, me han enseñado el sacrificio, el darlo todo por los niños, vencer el cansancio y las pocas ganas, el seguir adelante, y, por supuesto, estar siempre listos.
Les pido perdón por mi falta, de la que no tengo excusa. Pero no volverá a pasar. Quiero ese mundo dentro de mí, y puesto en el cuello. Me gusta seguir siendo Rama, en una parcela pequeña dentro de mí, y este verano será lo más grande del mundo. Cuando estemos juntos quince días y podamos ser lo que de verdad somos: un grupo. 

Siempre listos. Siempre. Y aunque tenga sus días, como todo, estoy orgullosa del Kraal al que pertenezco. Y de la manada, por supuesto. Me los comería con "pan y mantequilla".





Cosas que tienen que ver, Treinta días de oscuridad y otras maneras de perder el tiempo. Lo que tiene que hacer una para que te quedes, gordo.