27 de febrero de 2020

Recollonida

Llevo seis días metida en casa, y cuatro con fiebre. Y de esta experiencia introspectiva y silenciosa (porque mi garganta es una rave demoníaca y no puedo hablar), concluyo algunas cosas. 

Primero, que yo no había alcanzado picos tan altos de antisocialismo en mi vida. No me apetece ver a nadie ni interactuar con nadie, así que me voy a quedar aquí hasta el lunes que viene, como haber Blas. 
Segundo, que me toca la seta de forma espectacular tener que estar descifrando el comportamiento de la gente, y que me la toca todavía con mayor molestia mandar un mensaje que contiene una pregunta y que no me la contesten. Ni la pregunta, ni el mensaje. ¡Os van a dar por culo!
Tercero, que algunas personas pueden ser monas, entre ellas Becca, que es lo más adorable del mundo. 
Cuarto, que Un Cuento Oscuro me está encantando a niveles altísimos, altísimos. 
Quinto, que se me va la olla, en qué momento le escribo a Ubisoft España y en qué momento me contestan. Ay, los ja-jas. 
Sexto, que estoy hasta el moñoño de comer yogur. 
Séptimo, que como después de esto no me den la túnica blanca, es que no me la voy a ganar en la vida. 



Hasta el coño estoy.



EDIT: Calla, que ayer cobré mi primer sueldo oficial de la universidad y estoy con una conga sandunguera en el cuerpo que me lleva de calle. 

22 de febrero de 2020

Fumando bajo la lluvia

Creo que este es uno de los pocos posts que va a tener orden del día, pero porque quiero hablar de un montón de cosas y como no me las apunte de antemano, alguna se me va a olvidar. 

1) The Thursday Gang
Me encanta que tengamos esta pandilla y que hayamos establecido que todos los jueves a las 6 es nuestro momento de desconexión. Igual no esconderé que me alivia a la par que me hace feliz que hayamos incluido comida después, porque la última vez que fuimos a Nando's no hubo metáfora posible para explicar lo contento que estaba mi estómago al ingerir cantidades insanas de pollo. Pero me gusta, me gusta el grupo, me gusta que sepamos que no estamos solas. 
Y me encanta que todas fantaseásemos en algún punto de nuestra vida con un actor de mayor o menor relevancia. O cantantes, que para el caso es exactamente lo mismo. 

2) María y los Margaritas
En qué momento, maldita sea, me convence Mary of the Agonies para tomarnos una copa después de comer y después "irnos a la biblioteca". La copa se convirtió en tres y yo estuve jurele perdida desde ese momento hasta las diez de la noche. Me maten. 
Pero me alegro de que la cosa se haya tranquilizado y vuelto estable de nuevo entre nosotras. Aunque también confieso que yo no me puedo creer todavía que algunas actitudes las corte tan radicalmente mientras que otras las consiente sin problema aparente. Y yo qué sé, hija. Menos mal que todo ese drama, que parece de obligado cumplimiento, yo puedo disfrutarlo desde fuera.

3) La tesis 
Ay, por si Irán no fuera lo bastante complicado, ahora llegó China. Y... y ya está. Que estoy descubriendo cosas magníficas, pero me cago yo, me cago yo, me cago yo. Simurgh siempre va a ser mi favorita pero creo que si tuviera que quedarme con uno de los tres nuevos que he conocido en estos meses, me quedaba con Zhu Què. Pero por el color rojo y el Sur. Y porque es el que tiene de compañero a Qin Lóng, que es mi precioso Bob, porque es azul y es un dragón. 

4) La cena de los viernes
Gracias a Joserra y a María (esta de verdad es María, no de las Angustias) por hacerme sentir tan como en casa, por invitarme a cenar con ellos cada viernes y por ver en mí algo más que una PhD con pocas ideas sensatas en la cabeza. Me hacéis muchísimo bien, de verdad. Vosotros, vuestros amigos, vuestros niños y la excelente tortilla de patatas de María. 



Cosas que tienen que ver, hoy ha venido Becca y hemos visto Chocolat juntas. Y yo me voy a poner a ver Diecisiete y creo que no es exactamente la elección más acertada que he hecho en mi vida, pero allá que voy. 

20 de febrero de 2020

Me (os) maten

Madre mía, chiquilla, el drama. El drama. 
No me gustan las palomitas, pero da igual. Que alguien me las pase mientras me pongo cómoda y observo a la humanidad tomar decisiones definitivamente equivocadas. 

La misera ajena me entretiene. 
Qué no seré yo una terrible, asquerosa persona. 



After all, the world is a stage. And the stage is a world of entertainment. 
(Alastor, Hazbin Hotel, 2019)

19 de febrero de 2020

مرا فراموش نکن

Ayer y hoy han sido días para echar de menos a personas que no tengo cerca en general, pero particularmente te echo de menos a ti, a mi amigo en forma de trucha, cortado en forma de perro, al hermano mexicano que se me apareció en Irán para quedarse en mi vida para siempre. Aunque eres una persona bastante complicada a veces, porque sabemos que eso de hablar de emociones no es precisamente lo tuyo. Pero he estado recordando, viendo fotos y acordándome de momentos, de conversaciones, de instantes fugaces y solo podía sonreír. Porque nos reímos mucho juntos. Mucho, desde luego. 

Mi principal pensamiento es el lógico. Ojalá estuvieras aquí. Entonces, como enganchados por una cadena, vienen otras ideas. Como la gélida impresión que tuve, estando en Irán, de que jamás recuperaría la rutina que allá habíamos establecido. Era algo que solo íbamos a vivir durante una temporada, bastante corta en comparación con una vida entera. Pero después, cuando yo volviera y tú volvieras, cuando la aventura se hubiese terminado, desaparecería. Se quedaría esperando en las esquinas de la memoria, como un recuerdo de una vida que un día compartimos. 
Y después, nada. La tristeza y el catastrofismo hicieron que me plantease los "siempre" y los "nunca". 
Pensé que nunca íbamos a emborracharnos juntos, pero por lo menos hicimos más de un viaje juntos. También pensé que tardaríamos mucho en volver a cocinar juntos, o el uno para el otro. También pensé que ojalá vivieras en St Andrews; de buena gana cambiaba a cinco, a diez, a veinte personas por ti. Aquí serías mucho más productivo, estoy convencida. Por el despliegue de medios y porque te daría capones hasta que te pusieras a trabajar. 

Me asustaron esos nuncas, la verdad. Me aterraba la idea de que te ibas a transformar en un contacto en mi teléfono a partir de ese momento. Que la puñetera de la vida me había hecho un regalo para quitármelo tan deprisa. Y estoy empeñada en llevarle la contraria, pero como cuando estaba pensando todas cosas estaba triste, pues me dejé ganar un poco. Solo un poco. 

Después me volvió la esperanza de que te voy a ver en Madrid, si el Aqha Guapo nos deja, y se me pasó. Pero vaya, que te eché de menos. Bastante. Como todos los días. 

13 de febrero de 2020

¡Datanta, Simba!

Habremos tenido unos cuantos días intensos y de derretimiento cerebral, pero nuestras risas y nuestras tonterías no nos las quita nadie. ¡Datanta, Simba!



Bueno, bueno, bueno. Pues no ha dejado alto el listón Lukas con los regalos de cumpleaños. Madre mía, qué risa más floja ayer, en Zest (porque no puede ser de otra manera) desenvolviendo una caja que ninguno de los dos habíamos anticipado que sería tan grande. Ahora tengo a Reaper y al Rey Brujo sobre su pesadilla alada en mi cuarto, dándome alegría y recordándome que, a veces, sí vale la pena tener alguna que otra discusión con los amigos. Porque Aguilar del Campoo ha aprendido mucho, la verdad. Vaya un cambio del año pasado a este. Con tarjetita incluida, del monte Fuji pues porque las Montañas Sagradas son estupendas, y él también lo sabe. 
Igual que sabe que lo quiero mucho. Igual que sé que él también me quiere mucho. Gracias, Lukas. Qué regalos de cumpleaños tan magníficos. Y qué alegría que no tuviéramos que esperar hasta el noviembre que viene. 
Va a parecer una tontería, pero el hecho de que le guste tanto su gorro de Konoha que vaya a usarlo (empezando por ayer mismo) me hace una ilusión que pocos conocen. 



Cosas que tienen que ver, esto de que cada jueves haya uno de mis estudiantes en la oficina se está convirtiendo en un patrón, y no sé exactamente cómo me siento al respecto. 
A ver qué pasa el jueves que viene.





EDIT: Acabo de darme cuenta de que HU ha sacado disco nuevo, y eso me ha hecho recordar que en más de una ocasión las llamé "perras", por alguna razón. ¿Qué era lo que pretendía exactamente? ¿Dar una imagen, de qué? Me parece absolutamente estúpido por mi parte. Oh, qué mala eras, Laura del pasado, llamando "perras" a los miembros de tu grupo favorito. En fin. Al menos he seguido disfrutando de su música, con todos su altibajos.
Cómo de temazo es Enemy

10 de febrero de 2020

Let the Snow Moon do it

Anoche vi una de las lunas más bonitas de mi vida. Me hubiera encantado que la vieras conmigo, Bob. 



El entrenamiento de ayer fue average, conseguí no matar a nadie y eso ya es un logro. Pero tengo bastante más claro que ayer, incluso, que yo me voy a ir descolgando poco a poco de todo lo que no implique tener un florete en la mano. Y que se apañen. Me va a costar este nuevo personaje, pero quiero enfocarlo como una nueva faceta de lo que podría ser una entidad demónica real. Una que de verdad parezca lo que no es. Porque como deje suelta mi cara y exprese lo que de verdad tengo por dentro, se caga la perra. 


Ayer una persona que no conozco de casi nada me dijo que me consideraba una amiga porque se sentía sola. Ayer mamá me llamó y yo no maté a nadie (de nuevo) porque me pilla a bastantes kilómetros, pero no existe la persona que tenga justificado hacer llorar a mi mamá. Not on my watch. Otra payasa. Ayer supe que por fin, ¡por fin!, Lukas y yo vamos a intercambiar regalos de cumpleaños. Yo casi tenía asumido que los guardábamos para el noviembre que viene, porque al colega le pesa la vida de forma exagerada. Mas no, tendré mis regalos. Ay, qué alegría. Qué me gusta a mí desenvolver un regalo. Total, para que sea otro calendario o una camiseta del H&M, pero dijimos que le íbamos a dar una oportunidad y mantendremos la palabra. 

Anoche caminé bajo una luna blanca, brillante como ninguna, bruja y misteriosa. Y me sentí bien, a pesar de no estar excesivamente contenta. Pero me sentí bien. Con mi música, sin pensar demasiado en el agobio de la tesis ni en lo que me va a decir Ilse mañana, ni en la tutoría. Solo con mi música, el bosque, la noche y la luna. 
The Snow Moon. La Luna de Nieve. La verdad es que tiene un nombre a la altura de su belleza. 



Hoy teníamos un examen de persa y a mí, evidentemente, o se me olvidó o mi cerebro ni siquiera lo registró. Pero Parmis me ha escrito los significados de las palabras, la amo. Y aún así, he metido la pata una cantidad considerable de veces. Y me ha dado por reírme. Si es que soy muy tonta. 



He llegado a la oficina con nieve y tormenta, ahora ha salido el sol, se ha puesto a nevar otra vez, a llover, a hacer sol... ¿¡pero qué coño le pasa al tiempo!? Va a ir a entrenar mi madre, o eso me dice mi rodilla, que lleva sonando como una carraca vieja desde ayer a las nueve de la noche. Su padre, qué frío. Qué maravilla, pero qué frío.

9 de febrero de 2020

Ira homicida / El audio de Carlinhos

Lo que pasó ayer por la noche (todo) terminó de hacer fuertes unos muros que hasta el momento no eran más que empalizadas de madera. Vamos, que de la Edad Oscura pasé directamente a la Edad de los Castillos, y por la tortilla de camarones y su caballera andante me tocaron los cojones de forma espectacular y completamente injusta. Y ninguna de las dos mamarrachas me pidió perdón por haberse vuelto totalmente locas. Ni una palabra. Eso sí, después todo el buen rollo preguntándome si quería una sidra o si estaba cansada. Anda a mamarla. Par de payasas. 
Mis muros son de tela roja y tienen los cuatro patrones dorados que indican que ya no me vais a molestar más con vuestras gilipolleces. Soy viento, soy montaña. Y que os vais a ir a la mierda, simplemente. 

Pero como la vida sigue siendo maravillosa, Alberto escuchó mi audio mientras volvía a casa en la tormenta y pude desahogarme con él en aquel momento. Además, también hemos podido hablar esta mañana. Y, como yo, las ha llamado payasas. Y me ha ayudado a recordar lo poco que necesito yo tonterías como esta ahora. Que ninguna mamarracha te impida disfrutar de aquello que te gusta, me ha dicho. Pues allá que voy. Así luego tendré más anécdotas para contar, aunque no es que ahora me falten, la verdad.  

Volviendo escuché un audio de tres minutos de Carlos, Carlinhos Marrón, que me contaba su vida, me preguntaba por la mía y me decía que me echaba de menos. Y hoy Anahita me ha dicho que sabía que era imposible, pero que aún así quería preguntarme si podría acudir en octubre a su graduación. Tener gente así es un privilegio, y la putada es que estén lejos. 
Porque de poder ver a mi gente mañana, la situación de ayer no me hubiese frustrado ni superado tanto como lo hizo. Porque me encontré sola, empapada, cabreadísima y, eso, frustrada. Pero fuerte. De alguna manera, ahora quiero la soledad, esa que el año pasado me asustaba tanto y de la que huía casi de forma desesperada. Ahora quiero que me acompañe. Aunque me aburra, aunque me haga plantearme cosas profundas o superficiales. Quiero alejarme de todas esas personas y no volver a involucrarme más que lo estrictamente necesario. Porque ni las quiero, ni las necesito. 
Y como buena montaña, si quieren algo, ya saben dónde estoy. Después decidiré si me conviene hacerles caso o no. 



En otro orden de cosas, veremos si no me estalla la cabeza de aquí al martes a las 14:30. Está claro que aquí ninguna semana va a ser normal. 

7 de febrero de 2020

Ha pasado algo II

Hoy, 7 de febrero de 2020, he terminado. 

Y soy consciente de que lo más largo queda por llegar. Que el periodo de edición, maquetación y diseño todavía será cansado y costoso. 

Pero hoy he terminado. Hoy le he puesto el (primero de muchos) punto y final a mi libro, y lo he enviado a la editorial con una mezcla de emoción, nerviosismo, felicidad, histeria y llanto, mucho llanto. 
Nunca imaginé sentirme así.

Qué coincidencia que, hace un año, estaba viendo una exposición en el V&A sobre videojuegos donde había una pantalla inmensa, nada más entrar, que proyectaba imágenes de Journey



Y henos aquí, Viajero y yo, mirándonos a los ojos y diciéndonos tanto sin mediar una sola palabra.
Qué fecha tan bonita, el 7 de febrero.  

6 de febrero de 2020

Nisci - Drone

Yo es que a veces leo algunas cosas y me muero de la risa. Pero de reírme en voz alta, poner los ojos en blanco y seguir preguntándome cómo el ser humano puede ser tan sumamente mamarracho. 
Y levanto la taza de té para brindar conmigo misma, que al fin y al cabo es mi permanente, inevitable, condenada e incluso gratificante compañía. 

¡Ay, cuánto babuchazo sin dar, madre!

4 de febrero de 2020

Vente, niño, su pana

Pues no me acaba de escribir el de PubhD diciéndome que quiere que le hable de pájaros y dragones. A mí, si se estiran y se pagan una pinta de Aspall, que me pidan todos los bichos mitológicos que se les antojen. Si al final mi especialidad va a ser hablar de mitología, arte e historia en ambientes alcohólicos, porque a este paso, entre lo del PubhD y lo de mañana, voy a terminar cantando por soleares y haciendo que canten los demás. 



Curiosidades de la vida, que mi gran amor siempre han sido los dragones, y ahora cada pieza nueva que incorporo a la tesis es un item más que me traería a la oficina. Sigues siendo la excusa perfecta, Simurgh, la catapulta a mis grandes parcelas de felicidad. Y qué si nos han rechazado en otras partes. Tenerte ahora es un privilegio que hubo un momento en mi vida con el que nunca pensé ni soñar. Y aquí estamos. Tercer año, alumnos nuevos, alumnos un poquito menos nuevos, una mini-selva y la misma ventana frente al mar, la que será nuestra pasen los años que pasen. 

Con el título tan mamarracho que tengo, y yo poniéndome sentimental.
Pero es que vente, niño, su pana, que te voy a hacer un traje. 



I was extremely concern about these two first tutorials, but turns out I have even outperformed myself quite a bit. Lenia said I was in perfect shape and barely needed guidance, although I much appreciate her spending an hour of her time sitting with me and with these bunch of descerebraos first years. I like them. Must admit I feel certain inclination towards the second group, and I think is due to the higher mixture between boys and girls. But I've promised Clare to try and love them all equally. 
Clare, my lovely. I miss you so much, and you just left yesterday. I really wish these three months pass swiftly, because how much I need you is not even measurable. 
I like my groups and I feel ridiculously confident when teaching and speaking to them. I am eager to discover little by little more about their lives, their thoughts, their inquietudes and their aspirations. Maybe I am overexcited, but it has been so long since the last time I taught that I am enjoying this a good share. 
I am also and for some reason looking forward to the Edinburgh trip, but now that I think of it I am not quite sure if anyone else is coming. I guess?

Now, back to the Dragons. 
My lovely, godly, heavenly and infernal creatures. 





Cosas que tienen que ver, en unas horas hablo con el Flaco. 
¡Vente, niño, su pana! ¡Que te voy a hacer un traje!



EDIT: Que se me ha olvidado que ayer me dio por abrir los documentos de Fire Party porque no tenía nada más que hacer mientras se me secaban las uñas y, madre mía, la pila de recuerdos. Tengo que escribir una entrada consistente al respecto, pero a que me lío la toalla a la cabeza y me pongo a reescribirlo, y cuento la historia como pasó (más o menos), y cómo ahora solo quedamos el dragón y el pícaro, y de aquella manera.
Ay, madre mía. Lo que pudimos haber sido, en lo que nos hemos quedado.

EDIT2: "A mí perrear mientras me mira Alcalá Zamora me da la vida". Ay, Flaco, ¡vente, niño, su pana! ¡Que esto es un circo!