30 de agosto de 2018

Los correos que tuve que mandar, pero nunca lo hice

"Bueno, con uno has tardado tres años y con otro un año y medio. Estarás contenta, ¿no?"
Así se cabrea, y con mucha razón, mi Avani ibn Tahir interior, a pesar de que yo he superado la vergüenza que me daba no haberles escrito a estas dos personas desde hace tanto, tantísimo tiempo. Si quieren contestar o no (por favor, que quieran), debo dejarlo en sus manos. 

Voy a cerrar la maleta y a ponerme otro té mientras espero. 

24 de agosto de 2018

La de cosas que me gustan IV

EDIT: esto lo escribí la noche del jueves, pero lo publiqué el viernes.


Madre mía, qué mareo llevo. 

Aún soy incapaz de acordarme de la broma que hemos dicho esta noche. Solo recuerdo llevar en la mano el tercer vaso de tinto y de Alvarito cogiéndome la muñeca para decirme "no bebas más, que te está sentando bien". Eso, y que estábamo pasando el examen de "españolidad" publicado hace no sé cuánto por el ABC. Acertamos 24/25 entre los tres, y como fallamos la del rey, demostrado queda que somos españoles, pero republicanos. 
Pero lo que me he reído, de verdad. No es ni normal. Lo que me he reído y la falta que me hacía, abannico en mano, una buena dosis de jaleo, de juerga, de jarana, de CANCANEO.

Vamos a decir las cosas como son, yo esta tarde había acumulado tanta cantidad de mala leche que mordía una esquina y hacía un cine. No estaba para nadie, ni para mí, casi. Quería liarme a dar golpes con el abanico cerrado mientras gritaba a pleno pulmón: "me tenéis hasta el mismísimo coño" (que lo he hecho, y ha sido terapéutico).

Y luego habéis venido a rescatarme el Flaco y Alvarito, tinto de verano en mano y tapa en la otra, y la cosa ha dado un giro de 180º. Que de verdad, palabra de honor, lo que me he reído. Mucho, muchísimo, todo. Si es que me dais vida. Me dais la vida que me drena otra gente, malajes todos. Vivan las frases célebes de APM, las de Mariano Rajoy traducidas al inglés y, sobre todo y por encima de todas las cosas, viva Chiquito de la Calzada, al cielo con él. 
Y viva el papa no sé cuántos y su correspondencia, ¡ole! 

Joé, la tartaja gorda y absurda que hemos cogido los tres, y solo estamos a jueves. Gracias, porque hoy lo necesitaba. Me voy a ir a dormir con el mareo y con la jarana en el cuerpo, con una sonrisa bien grande porque me lo he pasado mejor que bien, brindando con los que son dos de mis muchachos favoritos en Madrid, España y parte del extranjero. 
La próxima se repetirá pronto, seguro. 

23 de agosto de 2018

La de cosas que me gustan III

Tú me gustas. Tú y tu paz, la paz que me proporcionas. Cada vez que estoy en tu casa (¡la habitación de Joey!), duermo como un tronco. Y tú sabes que solo duermo bien cuando no tengo ni una preocupación en la cabeza. Cuando, de verdad, estoy tranquila. En paz. Contigo, en tu casa, con tu paz.

Me gustó enormemente viajar en coche contigo a Madrid, trenzándote mechón por mechón toda la melena, mientras sonaba My Secret People de Dover. Y, como eso, me gustó haber tenido el tiempo de entrar en tu casa, de volver a tumbarnos juntas antes de dormir y nada más despertarnos, a hablar de todo lo que nos preocupa, de situaciones familiares, de situaciones maritales, de situaciones en general. Porque te echo de menos, y te lo digo, pero siempre pienso que me pone triste echarte de menos, así que te lo menciono poco. Te he echado de menos muchas más veces de las que te dije en este curso. ¿Y qué le vamos a hacer? Como si no encontrásemos tiempo para estar físicamente juntas (y no tuviésemos conversaciones seis de cada siete días de la semana, y eso en una semana floja).

Te quiero mucho. A ti, a todo lo que representas en mi vida, a todo lo maravilloso que me proporcionas. De verdad.



-I'm drowning!
-I'm Elfo!

22 de agosto de 2018

La de cosas que me gustan II

Me gusta mucho reunirme con vosotros y que me contéis que seguís quedando, a pesar de que yo viva en otra ciudad u otro país. Me gusta escuchar que vais al cine, que coméis uno en casa del otro con asiduidad, que estáis al tanto de los problemas personales e íntimos el uno del otro, y que hacéis las cosas que solíamos hacer cuando estábamos tres, antes de que yo empezase a mudarme casi compulsivamente. La verdad es que disfruto mucho escuchando cómo, cuando me contáis algún problema o alguna novedad, añadís la frase "yo ya le dije...", "yo en su momento pensé...", "cuando me lo contó y pasó, yo creía...".

Me gusta, porque mantiene el vínculo que establecimos hace cinco años. Porque siento que mantiene viva una parte que me dejé en la universidad y que, lejos de dejarla estancada en el tiempo, la continúa, la hace evolucionar y seguir con su curso sin problemas. 
Lo más maravilloso del caso es que, cada vez que vengo, seguís teniendo ganas de hacerme un hueco y de incluirme en ese círculo, como si no me hubiese marchado. Uno me dijo que no me echaba de menos todos los días, pero que, cuando me veía se daba cuenta de que no le gustaba que yo viviese lejos; que preferiría que nos viésemos más a menudo. La otra, mientras me estaba contando un encontronazo que tuvo con unas compañeras, dijo que les daba igual mandarlas a la mierda porque no le importaban en absoluto, pero que si hubiese tenido problemas con el uno y conmigo, se desviviría por arreglarlo. 

Sigo aquí, pese a no estar físicamente. Me hacéis seguir aquí y seguís compartiendo mi memoria y mis andanzas con vuestro entorno, a pesar de que nos vemos poco y que, por causas de nuestras agendas apretadísimas, apenas hemos hablado este año. 

Sentí un cosquilleo muy agradable al deciros "nos vemos el martes" cuando nos estábamos despidiendo. Me dio un mareo extraño de atemporalidad, como si mi realidad no fuese que el día 3 de septiembre, cuando vosotros estéis de barbacoa, yo llevaré dos días vestida de blanco y tirando con el florete, a tantísimos kilómetros de vosotros.

Joder, os echo de menos. Y me pasa como a Shifu, que no me doy cuenta hasta que os veo. A veces me pone triste, solo un poco. Pero después Coco me cuenta sus preocupaciones por Whatsapp y el mantel de la amistad nos mantiene unidos, y siempre surge la oportunidad de comer fideos los tres juntos. 
Os veo crecer y me emociona. Una va a ser policía nacional muy pronto, porque yo lo digo y lo sé, y el otro ha descubierto el placer de la enseñanza y está llenando con su sabiduría y entusiamo las vidas de otros. Cómo no voy a estar orgullosa. Tenéis un par de cojones y estáis viviendo con toda la intensidad que os cabe en el cuerpo. 
Estoy muy, muy orgullosa.

Y, bueno, nos vemos el martes. 

21 de agosto de 2018

La de cosas que me gustan I

Cada vez que os tenemos en la ciudad a los dos, me da una alegría tonta que no sé explicar, pero sí sé disfrutar. Tal vez porque tú seas ya a esta alturas esposa, marida, prometida y mujer, o lo mismo porque se cumple uno de esos sueños absurdos que yo tengo de hacer cosas "en pareja", que ya indica otros niveles de vida, de confianza y de evolución en lo que es la pequeña historia de nuestra vida juntas. O tal vez porque me encanta observarte a ti, al otro tú, llevándote bien y disfrutando de la gente que para mí significa tanto y que me hace tan feliz. 

Me gustan ambas cosas, porque me gustáis los dos. Y el tercero también me encanta, no vamos a dejar a la mente brillante que dice cosas como "de bruces-pringsteen" de lado. 

Que me gusta, me gusta que vengáis a vernos y a disfrutar de este tórrido calor, sobrellevado a base de horchata y otras delicias con hielo (a pesar de que yo siga bebiéndome el té tal y como está, a más de cincuenta grados dentro y fuera de la taza). Quiero pensar que estos encuentros sedimentan las bases de lo que será mi futuro de madurez. Un futuro en el que espero que estéis los tres; ustedes dos como la pareja estupenda que son, y tú, el otro tú, como el compañero que siempre has sido. 

Me hizo feliz, qué más puedo añadir. Me hace y me hizo, me hizo y me hace. 

Que estoy muy bien allá donde sopla el viento del norte, pero volver y encontraros donde calienta el viento del sur es igual de maravilloso. 
Os quiero, a los tres. 

Mucho. 

17 de agosto de 2018

Oh my dear cringe

I miss you already, but every day brings us closer. 
Stare at the cringe and suffer, elf. I am still laughing about the cringy marriage situation we found ourselves in. 

Now that I've seen the world around me, now that the answers are all clear. 
Old concerns behind me, new adventures near. 
I know a chance can be worth taking and that a family can grow
When we have love to guide us as we go.
There may be miracles awaiting, they may be closer than we know.
When we have love to guide us as we go.

15 de agosto de 2018

Anda a mamarla

Te lo dije. 
Te dije que te irías para siempre, que llegaría un momento en que desaparecerías para siempre de su vida y de la nuestra. 
Yo te avisé, pero probablemente no me creíste. 

Y fíjate. Como siempre, como tengo por costumbre y como tiene la vida por costumbre, tengo razón al final. Ya te has ido. Para siempre. 

Adiós, payaso. Espero que te vaya bien, porque no le deseo el mal a nadie, pero que te vaya bien lejos. Lejos de ella, y lejos de nosotros. 

Mi hermano y yo hacemos el baile de la victoria mientras te alejas. 

2 de agosto de 2018

Failure/El último regalo de Oredón/Forward

I couldn't decide on a title, so I am keeping all three of them. 

So yesterday was okay, until the afternoon. The afternoon was bad. Really bad for me. I wasn't sure of straightly writing about this and it crossed my mind composing a mystical-mysterious-allegoric post about how down and up and down again I felt, especially since I am not sure if I can cope with this tiny failure going online. But afterwards I thought one of the purposes of this blog form the beginning was twofold: being a testimony of my personal Journey (hah, did you get it?) and being honest with everything that happened in my life. So, here we go. 

I didn't get the scholarship that I applied for in March. Notice that this was the second time I applied for funding from this particular foundation, and this time I strongly believed I did what was expected. I worked really hard on my application, on my time & travel planning, on my budget. I spent many, many days composing and revising the text alongside my supervisor, who was satisfied enough with the proposal for it being sent. 
So we did, and it has been a while since that day. And finally yesterday I received a letter saying, with not so many ceremonies, that my project was not interesting enough for the foundation to consider funding it. So, I didn't get the money, nor the salary. I got nothing, basically. 

I had to make a fair stop here and point out that the letter was sent in German and Helena, always at my disposal, translated everything for me and was the first supportive person to grab my shoulders as they were shaking. 

And I broke down. I do not even bother to deny I did. I fell into pieces and cried my life out. Bob thought someone had died for the shattered tone of my voice when he picked up the phone. I felt ashamed of myself and sad, and not worthy of continuing my research. I nearly panicked at the thought of what my supervisor would say (I am still waiting for her reply atm). I was sad and I could feel physically the sadness hitting on my chest, like a piercing pointy sharpened sword. Like, sigh, that lovely sword I am not sure I am getting, because I have no money now. 
There were a million sensations crossing my mind and my soul at the same time. Then my dad came back home and I burst into tears onto his arms, like I was far younger than what I am supposed to be. And afterwards, my brother returned home from where he was just because he received my message with the bad news. And little time later, when I thought I had put myself together, my mom returned my call and I cried again. I can swear I was feeling that much pain, disappointment, shame, anxiety. 

But the response I got from all the people I spoke was no other thing than a blessing. Bless all of them, one by one. Helena, Bob, my dad, my brother, my mum, Beth and Lucía. Bless you. Thank you. I am kind of speechless right now, as I think no other word can summarise better what I felt than "thank you". From the bottom of my heart and soul, thank you for being there. I honestly don't know what I did to deserve you all wonderful people. But I have you in my life, and you are a privilege, a gift, a blessing. You were kind and supportive, comforting and positive about my future. You brought the light into the nebula of my own self-destruction. 
And I could see things slightly differently. 

My mom was the cherry on the top. She said, after discussing my budget for the next months, that this academic year 2018-2019 would be my grandad's last gift, as she still had some money saved from the flat sale. So it will be himself in spirit, my great and beloved grandad, the Red Dragon, greatest among his kind, the one who will make possible for me to continuing doing what nowadays is my passion. Obviously, when my mom mentioned him, I broke down again. 

[Now that I think of it, there is this strange connection between my grandad paying for me and my last two days' obsession with revisiting Caim and Angelus' story. Because Drenk and Oredón weren't but a reflection of them...]

Thank you, again. To all of you, but especially to my parents. To my mom and dad, to my tiny, not usual family. My family that is the milestone of my life. The only element that will remain, now and forever. Thank you for allowing me to continue my journey towards the mountain, searching and re-searching for a bird. That one and only bird. 

We are moving forward. 


1 de agosto de 2018

What do you mean?

What do you mean it's August already? What did we do in July?

Let me check. We moved back from St Andrews on the 10th. And we went on holiday to the North of Spain with mom. And then we came back. And tried for five days to sit and write, but never really accomplished that. And walked the dog. And walked the dog again. Oh, and we watched the already aired episodes from the Titans. And we walked the dog again. And played Heroes VII
And...
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Dude, where the f*ck did July go!