30 de marzo de 2015

No motion

Supe que había un problema cuando caí en que las cosas estaban pasando sin que yo me diese cuenta. La Navidad, la Pascua. Incluso las Fallas, que yo nunca había celebrado más allá de cuatro noches de borrachera y calles cortadas. A mi alrededor, sucedían cosas. Pero para mí, todos los días eran iguales. Uno detrás del otro. Y el siguiente. Sin emoción alguna y sin cambios. 
Entonces supe que me había puesto enferma de rutina y de aburrimiento de vivir. Porque ya nada me apetecía.

Y, como digo, supe que tenía un grave problema. 

29 de marzo de 2015

Lectura ligera

"Bueno. Pues otro logro más en tu carrera. Ya te has leído la Épica de Gilgamesh. Felicidades. ¿Impresiones?"
"Le metía un bofetón que se llevaba semana y media cagando dientes."
"No te cae bien, ¿verdad?"
"No."

28 de marzo de 2015

Autogestión y otras polladas

"A ti y a mí, desde luego, no nos hicieron bien hechos", murmura mi Avani ibn Tahir interior. Y se sienta. Yo quisiera que se sentara conmigo a la orilla del mar, en el mirador de San Nicolás o al borde del acantilado de Finisterre. Pero como lo que hay es lo que hay, se tiene que sentar en la cama de un cuarto en el que no cabe nada más. 

26 de marzo de 2015

Café

"Tu café me recuerda a los helechos del Generalife."
Esto me lo ha dicho mi sobrina de nueve años, cuando le he enviado la foto del dibujo en forma de flor que conseguí hacer en un flat white hace unas semanas. 
Yo no sé si es que alguien se ha chivado, pero que la niña comparase mi espumilla blanca con los jardines de la Alhambra, qué puedo decir, me ha hinchado el corazón y me ha saltado las lágrimas. 

25 de marzo de 2015

Buru/Lugalbanda

Creí que el cielo era mi hogar.
Creí que volaría como un ave, mas tuyo es el poder de hacer volar.
Quiero que me enseñes y me leves.

Sabes mejor que yo qué debo hacer.
No importa saber el por qué. Cualquier respuesta te daré.
Lo sabes mejor que yo. 



Y corro. Corro.

22 de marzo de 2015

Re: Enhorabuena

"Sobre tu inteligencia y otros valores que tienes, eres una persona honesta, sobre todo contigo misma, y eso te hace grande. 
No sé cuál ha sido tu vida en Inglaterra, pero es indudable que te ha ayudado a madurar, y eso se nota muchísimo. 
Te quiero mucho y te admiro.
Un beso.
Camilo."



No recuerdo si alguna vez me dijo que me quería. Pero me permito considerar esta la primera vez, después de cuatro años (¿cuatro, de verdad? ¡dios mío!).
Recuerdo, eso sí, que más de diez veces me dijo que no era digno de que yo lo llamase "maestro". Y cómo no hacerlo. No es solo "maestro". Es "mi maestro". Mu'alimy. Tilmidatuka



-Tenemos que volver.
-Y muy pronto.
-A la Roja. A la Última Frontera. A casa.
-A casa. 

11 de marzo de 2015

Las cosas de Avani XXXXVI

"¿Y una justificación de por qué el cielo es azul también les hace falta? ¡Lo llego a saber y se matricula tu abuela!", se pone histérico mi Avani ibn Tahir interior con todo el papeleo pre-tesis doctoral. Es que la burocracia nunca fue lo nuestro. 

9 de marzo de 2015

Las cosas de Avani XXXXV

"Encabronarte con un protagonista cuando apenas lo conoces y terminar queriéndolo varios artículos después. Así es como trabajas tú", protesta mi Avani ibn Tahir interior cuando nos referimos a Lugalbanda. 

8 de marzo de 2015

Papá

Hoy se celebra el Día de la Mujer Trabajadora. O el día de la mujer, a secas. Pero contrariamente a lo que me tocaría por sexo, yo quiero celebrar algo bien distinto. El cumpleaños de un hombre.

No es el cumpleaños de cualquier hombre. Es el cumpleaños de mi padre. Del hombre que me ha hecho ser la mujer entera que hoy soy. Del hombre de mi vida. 
Feliz cumpleaños a aquel que gastó dinero y tiempo en enseñarme lo importante que era caminar por el suelo de esta vida con un buen par de botas de montaña, Panama Jack, para no hacerme rozaduras en los pies. Feliz cumpleaños al que siempre despedía el día diciendo "buenas noches, príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra". Feliz cumpleaños a aquel que me consintió todos mis caprichos literarios y lo sigue haciendo, comprándome libros cuando no me lo espero, dejando que yo le robase aquellos que más me seducían de la biblioteca del salón (y que yo pensaba que lo hacía a escondidas, pero está claro que él siempre lo sabía). Feliz cumpleaños a quien me enseñó a amar el jazz y el flamenco, y el que me dejó robarle dos CDs pirata de Jamie Cullum. Feliz cumpleaños a quien me escribe los mensajes de texto más imposibles de descifrar y con quien hablo un inglés único y particular. Feliz cumpleaños a aquel que intentó pelearse conmigo (y se peleó) cuando leyó la primera versión impresa de El aprendiz y el dragón. Igualmente hizo con la tesina ya escrita. Feliz cumpleaños al hombre que se emocionó conmigo (y se cagó en la puta varias veces también) viendo Black Sails el verano pasado. Feliz cumpleaños al hombre con la risa y el abrazo más bellos del mundo. Feliz cumpleaños para quien me dejaba utilizar los viernes el ordenador de su consulta y jugar a Érase una vez
A quien me ha leído tantas veces El gato que iba solo y todo le daba lo mismo. A quien todavía recuerdo leyendo en voz alta la frase "pero primero libera a mi amigo el trovador". A quien me pone los mejores motes de todos, desde Gulle a Wally Perrales. A quien se ha dormido y se ha peleado tantas veces conmigo. A quien me quiere más de lo que nadie (excepto mi madre) me va a querer en esta vida. A quien tuvo el valor de decirme muchas veces lo que yo no quería escuchar. 
A quien no creyó que mi elección por el arabismo y por Persia no era una estupidez. 

Te quiero. Más que a cualquier otro hombre.
Feliz cumpleaños, papá. 

I may find my prince, but Dad will always be the king!

7 de marzo de 2015

Transcultural Studies

Está pasando.
No me lo puedo creer todavía, pero está pasando.
Voy a ser doctora. Voy a hacer la tesis.
Ya verás que se me escapa alguna lágrima estúpida.

Las cosas de Avani XXXXIV

"Los periodos dinásticos en Ur, o como pasar de manejar décadas a milenios sin volverse loco", rezonga mi Avani ibn Tahir interior, cuando pasamos del periodo III al IV, del IV al III, y así sucesivamente. 

1 de marzo de 2015

6:06 AM

La única vez, el único momento en el que me planteé mi existencia, fue cuando me vi a mí misma en un autobús, coleta y bufanda hasta más arriba de las orejas, con tres grados y lluvia fuera, y las piernas cruzadas sobre una maleta de mano. Miré alrededor, a las luces de la ciudad, con los ojos secos de utilizar lentillas demasiado viejas. Entonces pensé "¿qué hago con mi vida?"
Y para dejar de pensar, conecté el reproductor de música. En la pantalla eran las 6:06 AM, y yo necesitaba una fuga, aunque tampoco me apetecía pensar. Así que pulsé el botón "aleatorio". Pero después de siete años, ese cacharro y yo debemos de haber desarrollado una conexión especial, porque en medio de mi nube depresiva vinieron a rescatarme las notas de Pour me, Hollywood Undead.

Te apagas despacio.
No te preocupes. No te va a doler, y es el mayor alivio de todos. Te dormirás. Y probablemente vuelvas a levantarte en el Cielo, donde volverás a ser ese roble tan fuerte y de tronco nudoso. Puede que te encuentres a Sergio y a mi abuela. Y a Cristina. 
Seguro que los cuatro podéis echar una estupenda partida de cartas.