Quizá es que estoy teniendo una semana estupenda (que solo estamos a martes pero jamesh kon, que me dejeh). Quizá porque la música es la correcta, porque estoy encontrando imágenes que concuerdan con mi hipótesis. O el último quizá, que es que esas imágenes me están recordando exactamente por qué empecé lo que empecé, porqué estoy donde estoy ahora.
Zal y Simurgh son muchas cosas en mi vida y, como nunca he sido una persona contenida, las vivo muy intensamente. Pero es que de verdad, son todo. Mi principio y el suyo, y ya ni siquiera estoy hablando de la historia ni el destino que ambos cumplen dentro del Libro de Los Reyes. Estoy hablando de ellos, de mamá y de hijo, de la simbología tan bonita que tienen juntos. Aquella que me enamoró tan profundamente como para empezar una tesis de máster y una tesis doctoral sobre la Reina de los Cielos. Simurgh acogió a Zal cuando el mundo le había dado la espalda. Y lo hizo por amor. Zal lloró cuando tenía que separarse de ella. Y lo hizo por amor.
Mira, aún lloro. Pero me da igual.
El amor es una de las fuerzas más poderosas que existen en el mundo, y Zal y Simurgh están en mi vida para recordármelo. Si Simurgh y Zal están donde están es porque no son perfectos (ella sí), pero se quieren con locura. Y mi mente se llena de imágenes y posibilidades sobre la vida de Zal en la montaña, con sus hermanos polluelos, con los animales salvajes, y con su mamá sobrenatural. Repito, me repito, la única que lo quiso cuando el mundo entero lo rechazó, cuando nadie podía ni verlo porque estaba "maldito". Ni sus propios padres biológicos. Y a Simurgh no le importó, porque supo que lo amaba desde el mismo instante en que lo vio.
Gracias por quedaros conmigo y seguir dándome ánimos con vuestra existencia. Y por recordarme que siempre hay alguien que nos quiere, incluso cuando el mundo nos da la espalda. Empezar a leer el Libro de los Reyes de nuevo es la mejor idea que he tenido en mucho tiempo.
Remember when I told you: "no matter where I go
I'll never leave your side, you'll never be alone".
Even when we go through changes,
even when we're old.
Remember that I told you
I will find my way back home.
