27 de octubre de 2018

Staring with Ungrateful Eyes

Mentiría si no admitiese que estoy hasta el gorro y que quiero un camión de tierra para poner en medio. No puedo esperar a que llegue el lunes (porque a la noche del domingo en el aeropuerto me da que sí, que sí me puedo esperar y de hecho que no llegue nunca), montarme en el avión, ponerme los cuatro discos nuevos de Jon Bellion que tengo y a tomar por culo la bicicleta, la burbuja, la isla y su madre en monociclo. 

Y si nadie se acuerda de mandarme un mensaje, echaré un poco más de tierra para sostener las paredes de mi cerebro y me encogeré de hombros; porque, total, quedará un día menos para el 18 de diciembre.

26 de octubre de 2018

Detrás de cada pareja, no tengo con quién bailar

Igual es por el estrés de coger un avión con tres escalas el lunes, o quizá es porque no me he sentado a escribir la tesis en tres días, o porque mi cabeza le sigue dando vueltas a cosas que no debería (ya es una mezcla entre aburrimiento y vergüenza), o puede ser por esta ansiedad extraña que tengo ahora mismo haciendo espirales entre el ombligo y el esternón. 
El caso es que todas las canciones me recuerdan a ti y, si lo pienso, me doy cuenta de que todavía no llevo bien que te hayas marchado, y que no estoy para nada de acuerdo con que ya no estés aquí. Entonces me asalta el pensamiento de que todavía no lo he superado, y me pregunto si lo superaré algún día. 

Me estoy perdiendo muchas cosas que compartir contigo y eso me mata. No conociste a Yaza y no conociste a Buru, y eso que los dos existían cuando tú todavía vivías aquí. A veces me pregunto por qué nunca te los presenté. No conoces mi tesis, y aunque quiero pensar que de verdad sabes lo que estoy haciendo, que sabes que me marché de aquella pesadilla y que estoy viviendo mi sueño, me duele no poder tenerte delante para explicarte mis avances y mis descubrimientos. 

De todas las personas de este mundo, tú eras la única que yo quería que viviese para siempre. 

23 de octubre de 2018

Ocho

Que sean ocho más, que sean todos, que sean cuantos tengas que venir. Esculpidos con el cincel de viento en nuestros brazos y rasgados por la sal en nuestras mejillas. No importa si son aquí, allá, en otra parte o en la que ha sido la misma. Que vengan ocho más; ocho, ochenta, ochocientos, ocho mil. Todos los años que nos quepan en el pecho y podamos acumular juntos, viviendo sin darnos cuenta de que pasa el tiempo, y que nos sigamos riendo al pensar que todo empezó con un ridículo malentendido y un ataque de pánico. 

Ayer te eché de menos. 
Me faltaste más que otros días, aunque siempre tengo un hueco del día para pensar en que estaría muy bien tenerte a mi lado. Anoche pensé en lo bien que estoy entre tus brazos cuando me acuesto. Ayer me acordé de lo que me gusta que me molestes y que celebres los días que voy a volver a casa. Leí los mensajes secretos que me dejaste en la oficina y me acordé de que eres el mayor fan de Yazata que conozco. Me encanta que me mandes posibles daevas y que estés tan de acuerdo como yo con la afirmación de que VereZâma es real. 
Me gustas ocho millones de veces y te quiero otras ocho más. Estoy extremadamente orgullosa de ti en tantos aspectos que ya no sé ni cómo enumerarlos. 

Estamos construyendo algo maravilloso, Bob. 
Y ya son ocho años juntos. 

17 de octubre de 2018

Buena Vista Social Club

Yesterday I was given my first epée to fix and I didn't break it (although I lost around three tiny  grub screws, but Edisher told me that was expected). 
Armoury was fun. And foils are working, thank Jesús Cristos en los Sielos. 

16 de octubre de 2018

Wiggly Foilists

Como cada vez que intento dar clase, acabo presentándome como lo que realmente soy: rematadamente idiota. 

Pero si a vosotras os hace feliz mi estupidez y consigue que améis este arma como yo lo hago, que la sostengáis con cariño y con energía, que corrijáis esos movimientos (que, a pesar de que me encanten y tengan mucho flow, me temo que no están permitidos) y que os convirtáis en las magníficas floretistas que sé que podéis ser, yo estaré contenta. 
Gracias por la noche de ayer, que encendió un par de bombillas nuevas en el ático de mi cabeza. La verdad es que lo pasamos bien. 

15 de octubre de 2018

También tenemos corazón

Y en el trozo de hoguera que a mí me tocó
hay libros de Alejandría.
Y el fuego en sus poesías
desprende el olor del viejo luchador. 




Estoy mejor. Y eso es importante para mí y para los que han estado esperando que me recuperase. Gracias por la paciencia, pero necesitaba estos días extraños. Han sido días para relajarme y pensar (en español, gracias a Dios), para expresar aquellas cosas que tenía metidas dentro del cuerpo y que me estaban haciendo polvo los huesos, de tan fuerte que me apretaban. La ansiedad me ha jugado una mala pasada y, es verdad, ha sido una serie de catastróficas desdichas que parecía tener siempre un sótano al que acceder cada vez que pensaba que ya habíamos tocado fondo. 
Nos ha costado, pero hemos encontrado un suelo firme sobre el que poder impulsarnos. No solo yo, sino el alrededor, que también empieza a sacudirse las hojas muertas del cuerpo y a caminar bajo este sol que ha decidido quedarse por St Andrews unos días. 

Voy a tener que volver sobre mis pasos para ver dónde me quedé contándote. Ahora vengo. 

No soy capaz de recordar en qué momento colapsé, pero lo hice. Fue escuchar a papá y se vino todo abajo, vaya si se vino. Y después fue con Bob, y hablé con mi hermano, y claro, le tuve que explicar a Beth por qué me encontró en esa suerte de estado lamentable cuando abrió la puerta. Pero casi fue para bien, aunque la semana siguiente resultase ser poco agradable. Luego vino Lukas y la tranquilidad de saber que, al menos, alguien más lo sabía. Alguien más que estuviese cerca físicamente, porque los míos de casa están al corriente de todo, claro. 

Después no recuerdo bien qué pasó, pero como siempre, el trabajo vino a salvarme la vida. La bienal de la SI, las 2000 palabras sobre pájaros y Zoroastrismo, Simurgh en sí misma, que es mi cuerda salvavidas, los artículos de las Plumas y mantenerme alejada de las espadas por un rato. Beth me propuso que fuéramos a ver Venom solo por animarme -no es que ella sea una gran fan de estas películas, pero sabe que cualquier criatura negra y asquerosa con mala leche me alegra la tarde-. 

Por supuesto, vino la Isla de Skye en la Isla de Skye con el señor Temerario. Tener cerca de doce horas de coche por el otro lado de la carretera dio para mucho y pudimos hablar de todo y descubrir muchas cosas nuevas, disfrutar de las viejas y hacerme fan de el tipo de persona que me da coraje. Volvimos a tirar florete y espada juntos y me sentí renacer. Era la primera vez que volvía a esgrima y agradezco mucho que estuviese a mi lado. Los flashbacks de cuando teníamos 18 y 19 me vinieron a la cabeza desde que me bajé la careta. Gracias por aquellos días de coche, lluvia, ovejas y mar. 

Probablemente porque me sirvió para recargar las pilas, todo ha ido mejor desde que volví de Skye. O quizá porque he hecho un cambio en los muebles de mi cabeza y ahora le doy menos importancia a las cosas. Pero lo cierto es que la semana pasada fue bastante agradable, desde fuera y desde dentro de casa. Beth también está mejor, y lo voy percibiendo poco a poco. Quizá también estoy mejorando en esto de dejar de ser básicamente gilipollas con mi alrededor. 
El sábado bebimos lo que no debíamos y así nos despertamos al día siguiente para el open de sable, pero nos lo pasamos mejor que bien. Y bailamos mucho, que eso siempre es una alegría grande. Y ayer hablé con Keno, y hoy ha vuelto Clare, y en dos semanas (me da) vuelo al otro lado del mundo porque una de mis mejores amigas se casa. La Virgen, qué locura. 

Y descubrimos los moonmoons y el simbionte es mi spirit animal, y en mi piso hay una colonia de arañas que no dejan de darme sustos saltando de pared en pared. 

Y estoy mejor. De verdad. Lo siento hasta físicamente.

Y no hay flor como la amapola, ni cariño como el mío.

12 de octubre de 2018

Consejos de amor

"A ver, que yo era tonto, pero que tampoco me ponía barreras".

Mira que te quiero)

10 de octubre de 2018

Mañana te lo cuento

Han cambiado cosas desde la última vez que nos sentamos el No'j y yo frente a frente, pero la verdad es que hoy he conseguido ponerme a escribir otro capítulo de la tesis y no tengo mucho tiempo ahora mismo. Pero estoy mejor. De verdad, estoy mejor. 

Mañana te lo cuento. 

1 de octubre de 2018

One Eyebrow

Yo tengo la sensación de que últimamente me paso la vida esperando a la gente.