30 de enero de 2017

Qué puta y qué mala

Eres muy puta, y eres muy mala. Qué puta y qué mala. Eres una de las peores personas que en la vida he tenido la desgracia de cruzarme. Qué puta, qué puta y qué mala. Puta y mala. No solo he soportado varios meses bajo la goma de tu bota, sino que encima te apareces como un fantasma de humo en el horizonte, en mi horizonte, amenazando con tu sonrisa de dientes sin arreglar y tu gilipollismo. 
Qué puta y qué mala. 
Pero no te vas a quedar con la gloria. No, no. Porque nosotras sabemos lo que hay detrás de tus cortinas de colores y de las mil y una estupideces que organizas a lo largo del año. Sabemos que detrás de los colorines no hay nada. Nada en absoluto. Sabemos que el funcionamiento interno es un desastre, que nadie te da bola con tus teorías absurdas, que hemos pasado meses haciendo malabares con absolutamente nada. Porque no hay nada dentro, nada. Solo hay cristales que reflejan una luz de fuera. 
Estás engañando a todo el mundo, y empiezas a pagar las consecuencias. Eso te pasa por puta y por mala. Por habernos oprimido, por habernos amenazado con el oblivion en caso de que tuviéramos que salir corriendo, nos has hecho creer que te debíamos la vida entera y que poco más que teníamos que besar el suelo que pisabas por habernos recogido a nosotras, a dos pobres desgraciadas que no tenían dónde caerse muertas, porque nadie nos quiere, nadie nos querrá nunca. Te pasa por puta, y te pasa por mala. Por retorcida y por mentirosa. Por jugar conmigo, por hacerme creer que no valía nada y que era vaga, maltrabaja y aprovechada. 
Puta. Qué puta y qué mala. 

Pero se acabó. No vas a joder mi futuro. No te voy a permitir que te interpongas entre mi destino, mi pájara preciosa y yo. Por encima de mi cadáver. He estado un año entero cubierta bajo sus alas, escapándome cuando podía, y ahora que por fin puedo correr a su lado, tú no me vas a joder. No voy a dejar que seas nada más que una mancha borrosa en el camino, un episodio de mi vida que intentó asfixiarme y no lo consiguió. Porque yo soy mucho más fuerte. Porque soy de hierro, porque soy de viento y porque por dentro estoy ardiendo de rabia, de energía y de poder. Porque tu humillación y tus cuchilladas no han hecho sangre en una piel que ya era de cuero. 
Me vas a devolver todas y cada una de las noches que pasé sin dormir por tu culpa. Me las vas a devolver cuando tenga las alas todavía más grandes y más bonitas, cuando desde lo más alto del cielo mire hacia abajo y me enorgullezca de que tu puterío y tu maldad no consiguieron derrumbarme. 

Qué puta y qué mala eres. Me das asco. Me das lástima. Pero no te compadezco. Atragántate con todas y cada una de las tempestades que vas a recoger después de ir así por la vida, humillando, haciendo daño, minando a la gente. 

Pero conmigo no puedes. No, no. Conmigo no pudiste, conmigo no vas a poder. 
Y con ella tampoco. 
Tranquila, Hache. Ya verás como de esto nos estamos riendo en dos meses. Que sí, te doy mi palabra. 

23 de enero de 2017

Yaza jumps into the night

Bounce with me, I feel the energy.
A magic love so bright is coming over me!
Oh, baby, bounce with me and be my fantasy.
Tonight...
I hold you tight. 

When Yaza bounces around, the whole world is more beautiful. Surely he is in this world to make me smile.

22 de enero de 2017

El volcán

Soy Fuego, Tierra y Madera. 
Y sorprendentemente, me gusta el resultado. Gracias, Shifu, por decirme que estoy equilibrada y que mucha gente debería seguir el sendero que yo he seguido.

Es curioso, pero cuando hablamos por última vez te dije que me encantaría tener algo de Tierra, porque para mí es la Montaña (y me imaginé el Damavand, donde vive Simurgh), y ahora de repente y sin saberlo, la tengo dentro de mí. Una montaña en llamas. Pero cómo me gusta esa imagen, voy a recrearme en mí misma durante un rato. Porque aparte, tengo un soplo de aire por parte de la Madera que me acerca un poco más a Yaza y a cualquiera de mis maravillosos pájaros. 

Qué día tan necesario y estupendo. Como el brunch que me he comido. 

18 de enero de 2017

In need of golden flowers

"¡Laura!"
"¿Qué, Avani?"
"Tenemos que hacer otra excursión a Usera, ¡es urgente!"
"¿Por qué?"
"¡Se nos están acabando los crisantemos! ¿Y a dónde vamos nosotros sin nuestra infusión de flor dorada imperial?"

Y me dijeron que no era adictivo. Claro. 
Yo ya no concibo mis noches de escritura sin ese olor a jardín. 

17 de enero de 2017

Mary, did you know

Acabo de escuchar Mary, did you know? y se me ha parado el tiempo. Y he pensado en Threataona en algunas partes, en Buru en otras. 
Y tenía que escribir aquí esa canción.

Mary, did you know that your baby boy will one day walk on water? (Thraetaona/Buru)
Mary, did you know that your baby boy will save our sons and daughters? (Thraetaona)
Did you know that your baby boy has come to make you new? (Buru)
This child you've delivered will soon deliver you. (Thraetaona)

Mary, did you know that your baby boy will give sight to a blind man? (Thraetaona/Buru)
Mary, did you know that your baby boy will calm a storm with his hand? (Buru)
Did you know that your baby boy has walked where angels trod? (Thraetaona/Buru)
And when you kiss your little baby you're kissing the face of God? (Buru)

Mary, did you know?

The blind will see, the deaf will hear, the dead will live again (Thraetaona)
The lame will leap, the dumb will speak, the praises of the lamb (Buru)

Mary, did you know that your baby boy is the Lord of all creation? (Buru)
Mary, did you know that your baby boy will one day rule the nations? (Buru)
Did you know that your baby boy is the Heaven's perfect lamb? (Thraetaona)
This sleeping child you're holding is the great I am. (Thraetaona)

16 de enero de 2017

El día en que me marché, yo no escribí nada

En el pasillo hace un frío helador, pero apenas lo noto porque los recorro a toda velocidad. Estoy buscando a alguien. Estoy buscando al Rojo. Pero no le encuentro. He pasado seis veces por todas las habitaciones de los alcázares que tengo en la cabeza y no soy capaz de dar con él. El nerviosismo me golpea fuerte las sienes y en la boca del estómago empieza a formarse la desagradablemente familiar ansiedad. Dónde está, me pregunto. Dónde está. 
Por séptima vez entro en el estudio, donde hasta hace un momento Avani consultaba unos libros, pero de pronto tampoco está allí. 
—¿Avani? —le llamo. No tengo respuesta. Arrugo el entrecejo; no ha podido salir de la habitación sin cruzarse conmigo—. ¡Avani! —intento otra vez. 
Las paredes empiezan a moverse y mi imaginación, contaminada por las preciosas arquitecturas de Azur et Asmar, empieza a cambiarlo todo a mi alrededor, colocando arcos donde antes no los había, abriendo y cerrando vanos a voluntad y haciendo aparecer y desaparecer objetos. Me aparto de la puerta y echo a correr hacia una de las terrazas. Escrutino el atardecer con rabia, porque ya no se me ocurre dónde buscar y el único que podía darme pistas se ha esfumado. Me apoyo sobre los puños cerrados y aprieto los dientes; estoy enfadada. He mirado en todas partes. En todas. Y al-Ahmar no está. 
¿En todas? Una voz interior, más interior que el hecho de estar viviendo en mi propia cabeza, me susurra: ¿estás segura de que has mirado en todas partes? No. No, hay un lugar a donde no he ido. Levanto la cabeza y se me enciende la bombilla. Ya sé dónde está el Rojo. O, al menos, dónde espero que esté. 
Dirijo mis pasos hacia ese lugar que sé que nunca cambia, que es inmutable a pesar de todas las restauraciones que ha sufrido, y aparezco por los arcos de uno de sus múltiples jardines. Encuentro a al-Ahmar sentado a la turca al borde de la alberca, con el laúd sobre las rodillas y balanceándose suavemente de un lado a otro, siguiendo la música. Pliego los labios y me acerco despacio, porque no le quiero molestar. Y tampoco sé cómo decir lo que vengo a decir. Tengo un nudo en la garganta. Cuando me arrodillo a su lado, el Rojo no se detiene, sino que abre un ojo y me sonríe.
Salam, Seannachie. Kaifa haluki?
La presión en mi estómago aumenta y creo que me estoy mareando. Ya he vivido esta situación, pero al revés. Y, otra vez, no sé qué hacer ni qué decir. Al-Ahmar coloca el laúd un lado y, con las manos sobre las rodillas flexionadas, se dirige a mí de nuevo, con una tranquila sonrisa y sus ojos verdosos reluciendo con los reflejos del agua.
—Sé lo que vienes a decirme —murmura—. Y quiero que sepas que lo entiendo.
Me empieza a temblar en labio inferior. Él me coge la mano.
—Ha sido un año terrible. Fue una decisión terrible. Y aunque puede que hayas aprendido mucho, creo que eres lo bastante inteligente como para saber cuándo detener un sufrimiento innecesario —su voz es serenidad y aplomo, como corresponde a un sultán—. Siento todos estos meses, mi vida. Siento cada una de las lágrimas y las gotas de sudor. Siento que hayamos sido nosotros los que te hemos provocado esto.
—No es cierto —consigo responder, y sorbo por la nariz. No puedo evitarlo, ya estoy llorando. Qué facilidad tengo últimamente para hacerlo—. No has sido tú. Ni tu gente. No tenéis nada que ver —me tomo un tiempo para recuperar la calma y aparece mi conocida verborrea innecesaria y nerviosa—: Nunca te pedí perdón por huir. 
Al-Ahmar arruga el entrecejo. 
—¿Huir? ¿Quién huye?
—Yo —contesto, y termino de derrumbarme en sus brazos—. Otra vez. Como siempre. Soy incapaz de continuar lo que empiezo. No soy lo bastante valiente como para quedarme y pelear. Lo siento mucho. Siento haberte decepcionado otra vez. Siento ser así de cobarde.
—Avani no salió de Alamut cuando tendría que haberlo hecho y ahora no puede escribir con la mano izquierda —dice él, severo—. Yo no me marché de Arjona y, está bien, ahora soy sultán, pero fue a costa de muchas vidas. Vidas que no tendrían que haberse perdido. Luchar hasta el agotamiento no es valentía, sino estupidez. Hay batallas que no podemos ganar. Tener el coraje de admitirlo no es en absoluto cobarde. 
Me besa en la frente y sonríe de nuevo.
—Lo sé todo. Lo sé, porque lo he vivido contigo. Como también sabía que este no era tu sitio. A mí no tienes que darme explicaciones, ¿te acuerdas?
Le hace un gesto a Avani, que estaba esperando educadamente junto a los arrayanes y se acerca despacio. Se sienta a mi lado y me pasa el brazo por los hombros. Con la nariz atascada de mocos miro al sultán rojo de la Alhambra, que sigue teniendo ese hermoso brillo de agua y sol en las pupilas.
—Vuelve —me susurra—. Vuelve a donde siempre has pertenecido. Y si me dejas, yo te acompañaré toda tu vida. 
—Tenemos trabajo que hacer, Seannachie —interviene Avani, y me invita a mirar al cielo—. Hay alguien que lleva mucho tiempo esperándote. 
Una sombra oculta el sol y el Safir-i Simurgh resuena por las paredes de mi cabeza y hace que se me pase un poco el ataque de llanto. Avani y al-Ahmar se miran. Vuelven a abrazarme los dos y de verdad espero que el sol que saldrá mañana ilumine lo que pueden llegar a ser verdades, y no deseos. 

15 de enero de 2017

Born with wings

Si necesitas llorar pero tus ojos no quieren, yo seré tu pañuelo.
Si quieres ser el cuervo, no te prometo ser tu buitre y enseñarte a volar, porque esas dos aves me pertenecen y tienen su propia historia. Pero abriré las alas y te enseñaré por dónde los vientos no soplan tan fuerte. 
Si quieres refugio, podré ofrecerte mi casa y mis palabras.
Si quieres un consejo, intentaré dártelo.
Si necesitas unos ojos que lean, siempre tendrás los míos.
Y si no quieres nada, nada en absoluto, también estaré contenta.

Porque nosotros hemos nacido con alas, hemos nacido para volar. 

14 de enero de 2017

North Wind

"Do you ever think about... belonging somewhere?"
"No. The prize is too high."

12 de enero de 2017

Verethraqna's epiphany

Le estoy cogiendo el gusto a esto de versionar canciones para mis propios personajes.

Light, like a raging desire refills my bones with its bless!
Burning inside, unbeatable, invincible!

Tonight I'll strike like back in time, as Victory is my name.
Tonight I'll make it for creation and lit the sacred flame!

And I feel I'll live on forever, with Asha itself by my side. 
And I'll show the Druj that tonight and forever
the light to remember is the light of the Sun!

What a feeling to be finally back!

10 de enero de 2017

Demonios son mis temores

Desde que tengo 15 o 16 años mi vida ha estado estrechamente ligada a los demonios y a la oscuridad sin que esta me consumiese por completo. Simplemente me atrae cómo el ser humano concibió sus terrores y sus miedos, y eso que empecé por el camino más sencillo que es el cristianismo. Culpemos al occidentalismo en que crecí. Pero lejos de sumir mi alma en la penumbra, casi siento que estos demonios que ahora me acompañan, mesopotámicos, avésticos y persas, se sientan alrededor de mi mesa de trabajo y simplemente me miran, me observan, me cuidan tal vez, me susurran al oído sus interminables historias. Es casi una satisfacción poder afirmar que estudio demonios, que de verdad trabajo profesionalmente sobre ellos y que disfruto con ello, sin que esto suponga que me creo mejor que el resto o especial. Miento, un poco especial sí que creo que soy, pero los demonios solo tienen que ver en un pequeño porcentaje.
Quisiera ser mejor dibujante para poder garabatearme junto a todos ellos en mi escritorio, con Upâzama, Pazuzu, Apaosha, Avi-Mithri, Azhi Dahaka, Nergal, Lamashtu, Aka Manah, Virtra, Asakku y un número inagotable de criaturas que me rondan la cabeza. Las canciones que voy escuchando, si es que es posible, las canto hacia dentro con una tranquila sonrisa. 

No domino a los demonios. Aprendo de ellos. No corrompo mi alma, solo los estudio. Desde la más pura profesionalidad, dirigida por una pasión que recuerdo en mi cabeza desde hace muchos años. Diez, para ser exactos. ¿Qué tendrá la noche, que como a Yaza, parece llamarme constantemente? Aunque si tuviese que elegir, claramente yo sería una criatura diurna, nunca dejaré de estar fascinada por lo que la noche esconde. Y si puede acompañarme como hasta ahora, todos contentos. 
Tengo la sensación de que en cualquier caso sigo ganando.

Porque, como cantaba Henry Jekyll (con el que últimamente ando un poco obsesionada), I need to know the nature of the demons that possess men's soul. 



This is my kingdom come, this is my kingdom come. 
When you feel my heat, look into my eyes. It's where my demons hide, it's where my demons hide.
Don't get too close, it's dark inside. It's where my demons hide, it's where my demons hide.
Don't want to let you down but I'm hell bound. Though this is all for you, don't want to hide the truth. 
They say it's what you make, I say it's up to fate. It's woven in my soul, I need to let them go.
Your eyes, they shine so bright. I want to save that light. I can't escape this now, unless they show me how. 

-

Demonios son mis temores. Demonios, tanto llanto. Demonios en el mar de dudas donde se asusta el espanto.
Que el Diablo es el olvido. 

-

Take me high and I'll say that you make everything okay, okay, okay. 
We are one and the same, oh, you take all of the pain away, away, away. 
Save me if I become my demons. 

-

I need to know the nature of the demons that possess men's soul. 
[...]
I need to know why man plays this strange double game. His hand always close to the flame!
It's a deal with the devil he cannot disclaim! But what's his aim?
I need to know!
[...]
I need to see the truth other men cannot see, to be things that others can't be!
Give me courage to go where no angel will go, and I will go!
I need to know!

7 de enero de 2017

"I want to live"

Llevo casi una semana con esta canción en la recámara de mi cabeza.
Quiero pensar que será por algo.

I want to live my life. 
The choice is mine, I've made up my mind. 
Now I'm free to start again. 
The way I want to live, and breathe
the way I want that's right for me. 
I may not know nothing else, but I know this. 
I want to live.