30 de abril de 2012

Whisky con soda

Una vez, no recuerdo quién me dijo que me parecía a Holden Caulfield.
En algo me pareceré.
Ni me lo tomé ni me lo tomo un insulto.
Pero, joder, qué mala idea.

29 de abril de 2012

Las cosas de Avani X

"Voy a contar BIC. Un BIC, otro BIC, otro BIC..."
"¿Inventariando el estuche?"
"Casi. Estoy estudiando", le contesto a mi Avani ibn Tahir interior.

28 de abril de 2012

Con la frente marchita

¿Volver? ¿Regresar? ¿A dónde, exactamente?
No quiero volver a ninguna parte. Porque no considero que me haya marchado de ningún sitio.
Cuando tenía catorce años escribí que "los dragones siempre volvemos a donde esperan nuestros seres queridos". A día de hoy, lo mantengo.

Me contradigo, y también quiero regresar. Siempre es más duro cuando llueve.
Volveré. Te lo prometo, mi dama.

Porque, como dice mi listísimo y enamorado hermano, tú eres el remanso donde siempre podemos regresar, y descansar. Cuernos, no seas tonta. ¿Cómo no volver a tu lado, por lejos que vuele?

26 de abril de 2012

Ella y él

Y no importaron ni el atardecer, ni las quemaduras.






Tengo demasiado tiempo libre para ser feliz...

25 de abril de 2012

Lo malo está en el aire

Lo malo está en el aire, y si no respiras, te mueres.



Está claro que las canciones de autor no echan una mano cuando el ánimo está que no sabe dónde está. I can't help it, anyway. Me está dando por pensar bilingüe y eso es bueno, a ver si entreno mi cerebro un poco más y me examino para sacar un papelito que diga que es verdad, que soy capaz de hablar en inglés. Más o menos. 
Las canciones de autor no ayudan, pero los acontecimientos del domingo hacen que no quiera escuchar otra cosa. Andrés Suárez me dio varios abrazos, me dedicó su disco cariñosamente, habló conmigo, y luego cantamos muchas voces y dos guitarras Ojalá, a voz en grito, en una visión borrosa de lo que yo había creído que sería el sur. 
Mis fantasmas salen en cualquier parte, y en cualquier sitio, a plena luz del día. No son de esos que visitan de noche, como los que carga don Pelayo. Se me está pegando de una esfinge esto de los pseudónimos. Recuerdo que cuando me presentaba a algún concurso, tardaba en pensármelo. A día de hoy (otra gran canción de Andrés), sé que firmaría con Aro de Plata y que le fueran dando. Mis fantasmas vienen en forma de obsesión. Una obsesión que, pensada en frío, me da tanta vergüenza y me parece tan estúpida que solo lo saben dos personas. Y ayer dudé si contarlo, por la respuesta que podría recibir. Pero es verdad, es mi obsesión. Voy mirando y estudiando gente, mujeres, con las que me cruzo, y siempre me siento menos. Menos y peor, en todo. El síndrome pre-menstrual tampoco echa una mano. Si de por sí las mujeres tenemos esa maravillosa tendencia al self-menosprecio, ayer descubrí que mi autoestima era, si cabe, más pequeña de lo que había imaginado. Apenas si existe, respira lentamente al fondo de algún lugar de mi cuerpo. Siempre soy menos. Cuando, en realidad, me dicen que no debo pensarlo, que tengo miles de motivos para estar orgullosa de mí misma. Donde mi madre me alababa, yo sacaba un defecto. 
"No es lo que parece", le decía el rey William a Derek en su último aliento. Y resultó que el animal enorme y el cisne no eran lo que parecían. Tampoco yo. Si realmente alguien escuchase el corazón que late bajo la enorme carcasa de un dragón. Un dragón que, dicho sea de paso, cada vez me esfuerzo más en dibujar y en estudiar. Es lo que hago en clase de Grabado mientras el profesor habla de toros, puros y whisky seco. Si alguien pudiese contarlo; yo no puedo. Por eso no escribo las Crónicas de Karan, porque es algo tan profundo para mis dos personajes, Aro de Plata y Thiago, que todavía no tengo valor suficiente para hacerlo. Es, con perdón para el resto de figurantes, su historia. Su historia juntos y separados. En cada canción de película aparecen, con su tristeza a cuestas y su "no es lo que parece". Un dragón encerrado en un cuerpo humano y un mutilado que esconde su rostro tras el pelo y una capucha. Ellos también eran menos, siempre eran menos. Pero cuando están juntos, pueden ser más. Porque se quieren. Porque el amor, ayer me lo demostró mi madre, es lo mejor para devolverte la vida. Y ellos se quieren, claro que se quieren. Como yo debería quererme.
Y no sé si tengo valor para describir algo así. 



Nadie me dijo que el sur iba a hacer que me preguntase tantas cosas. Como estoy triste, repaso todos mis errores. Sobre todo, a nivel de relación con el resto del mundo. Tantas, tantas cosas que me pregunto.



Cosas que tienen que ver, esta vez de verdad, copio un párrafo de Suárez. Cuando lo escuché, me imaginé (con el atrevimiento de usar esa hermosa voz) a Thiago solo, como de costumbre; con los ojos llorosos, como de costumbre; con la cara descubierta, como no es costumbre. En la ventana, mirando a ver si Aro de Plata vuelve, como siempre, cantándole desde dentro y deseando que le llegue. Como en las películas para niños.
Nadie ni nada lo podrían haber descrito mejor. Gracias, Andrés Suárez. La canción es Benijo.

"De qué me sirve esperarte, si me entra el sueño y no hay más que un circo triste y cobarde que no quiere regresar. Te veo en cada gaviota aunque no sepa si hay mar, detrás de cada pareja no tengo con quien bailar. Desnúdate que hay tormenta, y llueve por no llorar. JURÉ CONTAR NUESTRA HISTORIA, NUNCA DECIR LA VERDAD. TE LLEVASTE MI MEMORIA, JURASTE NO REGRESAR. Te veo en cada gaviota. Juré contar nuestra historia y hoy te he vuelto a recordar.
Hoy te he vuelto a recordar."






Podría ser un "momento revelación", pero no tengo el poro para otra entrada tan cargada.

17 de abril de 2012

It's a beautiful day

Tengo el presentimiento de que va a ser una buena semana. Quizá, porque yo quiero que así pase. Me apetece ser feliz, me apetece pasármelo bien, incluso cuando estoy pasando a limpio apuntes de Historia del Grabado que no consigo entender. Quitando el detalle, quiero pasármelo bien. Es mucho mejor cuando una disfruta de lo que vive.
Colgando del flexo tengo un post-it que dice "Hoy puede ser un gran día", para acordarme siempre de que todo, o casi todo, depende de mí. De una misma, vaya. De la determinación. En realidad, por dentro sigo triste, sigo echando de menos a la gente que dejé en la costa, pero cuando miro las fotos o me llegan noticias suyas, se borra la tristeza. Además, tengo buenos quebraderos de cabeza por aquí, de los que ocuparme. Siempre con una sonrisa, merece la pena.
Me gusta tener muchos planes, me gusta tener cosas que hacer. Podemos intentar hacerlas entretenidas, con un poco de música. Tengo incrustada en las gafas la cancioncilla maldita de aquel anuncio de Movistar, que ya ni me acuerdo de qué año era. Terminaba diciendo "it's a beautiful day", y me acuerdo que eso mismo lo escribí en un dibujo que hice hace cuatro años, de tres guapos vampiros. Dos jóvenes totalmente opuestos y su excéntrico padre, adicto a las corbatas. Si al dueña del dibujo tiene a bien recordarlo, incluso mirarlo, comprobará que es cierto y que está escrita esa frase. Recuerdo que se lo mandé por correo. Seguro que se parte de risa al acordarse.

Va a ser una buena semana, porque voy a disfrutar de ella. Dar consejos a la gente es, muchas veces, la manera de darte cuenta de las cosas que no haces. De las que deberías hacer. Si a una chica atacada por el sufrimiento le dices que evalúe todas las cosas buenas de su alrededor, tu propia mente hace lo mismo contigo. Gracias, cabeza. Desde aquel consejo del Príncipe de los Demonios, te quiero un poco más. 
Hum, me encuentro feliz a la par que reflexiva. Curioso. 
Creo que eso es que no quiero volver a pasar apuntes de Historiografía Española sobre Grabado. Cómo me conozco.





Increíble que gente que poco me conoce venga a descansar bajo mis alas.
Cosas que tienen que ver, como siempre.

16 de abril de 2012

Las cosas de Avani IX

"¡Leches, los muebles del Bioshock!", dice mi Avani ibn Tahir interior de los diseños de Charrau, Dunand y Legrain.

15 de abril de 2012

2 de abril de 2012

Inspiraciones absurdas

+Es muy difícil trabajar porque tú y yo no somos "amigas". A ti no te interesa nada de mí, y yo no me intereso, pero para nada, por ti.
-Bueno, pues habrá que ponerle una solución. Habrá que empezar a hablar, para ver... para empezar, vaya.
+¿Y de qué vamos a hablar? Si no tenemos nada en común.
-Pues... una rueda de preguntas. Vamos a ver en qué nos parecemos. 
+Va. 
-Yo te pregunto primero, ¿quieres? 
+Va. Pero después te pregunto yo. 
-Hm... ¿Montaña o playa? 
+Montaña, obvio. 
-Eh... no. Yo playa. Pasa que la montaña es un paisaje que me deprime. No lo puedo soportar por mucho tiempo. 
+Ah...
-Bueno, la siguiente. Hmm... ¿Helado de chocolate o de vainilla?
+¡Chocolate, por favor!
-Eh... yo prefiero la vainilla.
+¿En serio...? Pues... Bueno, ahora me toca a mí. ¿Ozzy Osbourne o Alice Cooper?
-¿Cómo? Rick Davies o Roger Hodgson, sería una pregunta más acertada.
+No... O sea, Marion y tú podrías llevaros increíble.
-¿Quién?
+Es coña. Un colega. Digo... que a él también le gusta Supertramp. No, Cooper. Definitivamente. Alice Cooper, sin duda (pausa). ¿Sabes qué? Yo creo que no tenemos nada en común.
-Ya... No. No, hay algo que nos gusta a las dos.
+¿Sí...? 
-Claro.
(pausa)
-/+¡Orif!