2 de septiembre de 2015

Dos bolsas de basura llenas y pesadas

Desde que volví de Inglaterra, decía que no terminaría el verano sin que hiciera un exagerado repaso a mis cajones y tirase toda la mierda que tantísimos años había estado acumulando.

A veces hacer limpieza sirve para más que mucho.
Mira tú por dónde que me he encontrado los manuscritos de Laúd y Orif y Rizos de espuma, la segunda parte nunca terminada de Ovejas en las nubes. Con el primero me he vuelto loca de alegría, y con el segundo he llorado de felicidad. Los daba por perdidos, pero el segundo estaba casi olvidado en los rincones de mi memoria. Una limpieza los ha rescatado. Gracias, dragona del pasado, por tener la buena costumbre de imprimir todo aquello que considerabas importante. Imagino que nos conocías y sabías que en el futuro volveríamos a por Yago y Éjickat.

No hay comentarios:

Publicar un comentario