1 de mayo de 2013

Su encantadora estupidez

Tres años y algún que otro patinazo habrán valido la pena si hay otra tarde en que hagamos música juntos. 
Sinceridad en la mesa, me emociono mucho. Sobre todo, con las cosas que me gustan, que me ponen contenta. Y me hace feliz haberlo conocido. Porque sí, porque siempre está bien. Los amigos así nunca están de más. Ningún amigo con guitarra está de más. 
Aunque sea rematadamente estúpido.





Cosas que tienen que ver, en una semana vendrá la broma más grande jamás contada. Esa mujer es una zorra. A la graduación me va a acompañar un pianista, y yo soy un cardo borriquero que da por culo, así, como deporte. 
Me miraré las uñas cada vez que se me olvide.

No hay comentarios:

Publicar un comentario