31 de marzo de 2013

Seraphim

La diferencia entre ella y yo es que mis fotos están llenas de gente, mientras que en las suyas sólo aparece ella misma, o con el de siempre. Ahí lo dejo. 



Es verdad. En mi vida hay gente debajo de la gente y no puedo pretender la misma relación con todos. Imagino que eso es lo mejor que tiene. Cada relación es única e irrepetible. A su manera, claro. 
Aunque no siempre fue así. El pollo no podía creerse que hubiera tenido problemas con la gente. Que los siga teniendo. Nunca me he relacionado con normalidad, me cuesta bastante. Envidio a la gente que "cae bien" simplemente con dos palabras, es algo loable. Yo tengo algunos problemillas. Es divertido que no pudiera creer que en otro tiempo yo estaba lo que se dice sola, que empecé a escribir para "fabricarme" los amigos y que hasta que no estuve rozando la facultad, nadie fuera de mi familia me quiso. 
Ahora me río; buena señal. La herida ha sanado correctamente. Me lo dicen en aquel momento y no me lo creo. Si pudiera volver allí (y creo que esto ya lo he escrito alguna vez), sería con esperanza. Para alentar a mi yo de catorce años y apretarle los hombros, mirarla a los ojos a través de las gafas y decirle "aguanta; aguanta, que vale la pena; te lo prometo". 
Esa incredulidad bien ha sido un cumplido. Eso, y que mi pollo me da unos abrazos que nunca espero, pero siempre agradezco. 





Como soy así, así de así, fijo que ahora bajo la tapa (poco, que tiene que seguir sonando la música), cojo un lápiz y me garabateo un Kerbogha que será como Ismail, pero con más ojeras. Arriba mi originalidad y el día nueve de abril, que dan helado gratis. 

1 comentario:

  1. Aunque fuera así, Tu tienes luz propia Laura, y ya siempre la tendrás.

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