9 de marzo de 2013

Leyendas

Hace frío y estoy lejos de casa. Hace tiempo que estoy sentada sobre esta piedra. 
Yo me pregunto...

La otra noche te esperé bajo la lluvia dos horas. ¡Mil horas! Como un perro.
Y cuando llegaste me miraste y me dijiste "¡loca, estás mojada... ya no te quiero!"
Si te preguntan, tú no me conocías. 
No, no. 



No es que quiera juzgar sin aviso, pero me va tocando las narices tu actitud. Pero a base de bien. No tienes tiempo para nada, pero si tienes tiempo para lo que te interesa. Me estás decepcionando. Y de qué manera. 
¿Pero sabes qué? Cada vez me importa menos. Igual que tus falsas palabras. Cada día valen menos. 

Tú sabrás a qué le das importancia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario