31 de diciembre de 2024

Feliz Año Viejo

 Nota: esto no lo escribí el 31 de diciembre de 2024, sino casi un mes más tarde, en casa, porque no sé qué estaría haciendo a estas horas el 31 de diciembre de 2024, pero no tenía el ordenador cerca. Posiblemente estuviese llorando a moco tendido, que es lo que me he pasado haciendo todas las Navidades, porque soy un saquito de hormonas y emociones. Y que conste que esto lo digo con toda la ternura del mundo, me despierto mucha ternura cuando lloro.  


Make me bleed if you need to confirm that is something I can do, and I'll paint it red.


Menudo viaje ha sido 2024. En todos los sentidos. 

Para empezar, no pasé por aquí hasta mayo, y todo fue para hacer una recapitulación del año 2024 hasta la fecha con cierta premura. No obstante, hay cosas que se mantienen, como que estoy leyendo mucho, y que en este año he tenido la suerte de encontrar algunos títulos que me han apasionado y me han devuelto la ilusión por leer y escribir fantasía, que al fin y al cabo es una de las cosas que más disfruto en esta vida. 

Recuerdo escribir lo triste que estaba en mayo, apenas una semana de que ocurriese lo más bello, lo más hermoso, lo más me-faltan-adjetivos-para-describirte. Pasaste. Estás pasando ahora, que te noto moverte, y llevas pasando desde algún día del último tercio de mayo. Yo lloraba por ti en marzo, me lamentaba porque no podía tenerte, y de repente estás aquí, casi aquí. Tienes casi más ropa que yo, hay más de tres cosas con tu nombre, las cajas se amontonan en aquella habitación que ha sido de tantos y que será de tantos otros (pero especialmente de las Ñiñas y de Clare). Estoy severamente acojonada porque puedes llegar en cualquier momento, pero al mismo tiempo estoy tan emocionada que no sé gestionar emociones tan grandes. Hay tantas, tantas personas esperando conocerte, tantas personas que ya te quieren sin saber de qué color son tus ojos, que quieren abrazarte, darte besos, hablar contigo... y claro, luego estamos papá y yo. 
Huh. Me he dado cuenta de que es la primera vez que le llamo papá. Pero... bueno, al fin y al cabo, es lo que somos. Tu papá y yo. 


Have you been half-asleep and have you heard voices? 
I heard them calling my name...


En 2024 conocí a muchos de mis bacha personalmente, volví a las montañas con mi padre y mi hermano, caminé por calles europeas con mi madre y mi hermano, comí, leí, bebí todo el té del universo, y tuve que hacerle cambios sustanciales a mi dieta porque la vida. Qué ganas tengo de volver a comer lo que yo quiera, pero ha valido la pena, por supuesto. Estoy orgullosa de cómo progresa nuestra relación, y de cómo estamos creciendo juntos. Estoy también contenta de haber sabido manejar los problemas de siempre un poquito mejor este año. Creo que he mejorado como persona, y eso ya es mucho decir, porque este año ha tenido momentos en los que me he caído francamente mal. 

A lo largo de este año he estrechado más los lazos con una persona que siempre, siempre deseé que fuera muy cercana, pero que nunca había terminado de serlo. No sé por qué, la verdad, ya que yo recuerdo quererla mucho desde siempre. No obstante, tal y como nos ha cambiado la vida a las dos este año, nos hemos acercado más y más. Como ella misma decía, ya es muy complicado que nos separemos, ya que hemos iniciado una de las aventuras más apasionantes y locas de nuestra vida al mismo tiempo. No sabe nadie lo mucho que agradezco tenerla a mi lado en estos momentos. Aunque en agosto vivió una tragedia terrible; yo estuve hablando con ella apenas unas horas antes, y no recordaba la fecha exacta, pero a ella nunca se le olvidará. La quiero mucho. Y nuestro intercambio de audios diarios me da fuerzas cada mañana. 

2024 trajo una nueva vista de la ría y una pared de flores rojas que, espero pronto se vea cubierta de otro color. El azul de la cocina se va, vaya que si se va. En medio de esa otra locura andamos, porque las cosas pueden hacerse de dos formas: o como las hace todo el mundo, o a nuestra manera. Todo a la vez. Porque con lo que sea, con la cabeza, si voy con lo que te doy. Nos vamos a reír toda la vida de esto, porque nos queda la anécdota para siempre. 

Este año me confirmó en muchas, muchas ocasiones lo afortunada que soy, aunque a veces se me olvide y me deje arrastrar por mi versión más catastrofista. He tenido que parar un momento porque the Moon se ha vuelto a atascar en mis costillas, y no sé si tengo ganas de hacer pis o no. Me ha dado la risa. Soy afortunada, muy afortunada. Debo recordarme no dar por sentado el gran regalo que es el amor; de mi familia, de mi pareja, de mis amigos. Es algo por lo que estar agradecida todos los días. 

Así que gracias, de corazón, a la vida que me ha tocado vivir.



Desde luego, este 2024 va a ser muy difícil de superar. Pero el 2025 va a ser todavía mejor. 

22 de noviembre de 2024

Las cosas que aparecen

Muchas veces me he parado a pensar en lo profundamente que me molesta la frase "las cosas llegan cuando dejas de buscarlas". No me voy a meter a matizar, pero en general no es algo con lo que me encuentre de acuerdo. Me parece una frase de azucarillo, de consuelo irritante para alguien que está en medio de un proceso de transición que, desgraciadamente, no está dando frutos. Ninguna de las cosas que ahora nosotros tenemos apareció "cuando dejamos de buscarlas". Es más, aparecieron precisamente porque las estábamos buscando.

Lo que no imaginaba (y probablemente, tú tampoco) es que nos tomaría tan poco tiempo, como aquel que dice, encontrarlas. Es como si, por un momento, la persona con buena suerte fuese yo y no mi hermano. Me consta que hay gente a mi alrededor que lleva buscando las mismas cosas que nosotros durante más tiempo, con muchas más complicaciones, con mucho dolor y mucha fortaleza. Para nosotros ha pasado de forma fluida, aunque también hemos tenido nuestras complicaciones, pero no ha sido un proceso largo y doloroso. 
En marzo estaba llorando porque no podía tener algo que ambos deseábamos con todo nuestro corazón. Aquel fue un disgusto tremendo. Es más, en marzo no fui una buena persona y no me alegré tanto como debiera cuando una muy querida amiga sí lo consiguió. Solo podía pensar en que para mí todavía no había llegado, y cómo eso alimentaba el pozo de mis inseguridades. Fue una época fructífera para ese jinn de color negro que vive en la esquina del salón. 

Bueno. Pues sorpresa. 

No lo pensé entonces (o no me acuerdo de pensarlo), pero en marzo seguramente no me estaba planteado moverme del sitio en el que estoy ahora. 

Bueno. Pues sorpresa otra vez.
La vida, a veces, pasa cuando pasa y como pasa. Quería escribir esto para recordarme, una vez más, que somos personas increíblemente privilegiadas, afortunadas y arropadas, y que tenemos que dar gracias todos los días por nuestra vida. No "nosotros" en general, raza humana, etc. No, qué va. Nosotros. Tú y yo. 


For this night, I can't believe that it's finally me and you, and you and me
Just us, and your friend Steve!
Do-do-do-do-do-do, Steve

19 de noviembre de 2024

Ese llanto a la orilla del mar

Menudo ataque de lágrimas, hacía tiempo que no lloraba tan fuerte. Igual que hacía tiempo que nadie usaba la frase "está haciendo pucheros" para referirse a mí. 

Madre mía, el día de ayer.

Madre mía, noviembre.

Madre mía, la pared con las rosas rojas. 

30 de octubre de 2024

Siempre has sido más listo que yo

"Es que yo no quiero nuevos amigos. Yo quiero a mis amigos."

Cómo nos hemos entendido siempre. No te voy a engañar, sigo llevando fatal que ahora vivas tan lejos, pero qué le hago, si contigo no puedo evitar ser egoísta. 

28 de octubre de 2024

I don't want to live on the Moon

Acabo de reunir un par de canciones en una lista y he roto a llorar. Las lágrimas han sido casi tan grandes como las cuentas de una de las pulseras que llevo en la muñeca derecha. No podía parar. 
Porque la lista lleva tu nombre.
Porque quiero aprenderme las canciones para cantártelas.
Porque eres real, y te siento cada pocos minutos, y no puedo esperar a abrazarte y tenerte en mis brazos.



Será este el sentimiento más hermoso de todos. Tendrán razón todas las canciones, todos los libros, todos los programas. 

No has abierto los ojos y ya te quiero más que a nada. 

27 de octubre de 2024

A los que no puedo dejar marchar

Seguro que mi cerebro tiene motivos para traerme de vuelta algunas imágenes de mi vida (el motivo puede ser la ansiedad, no he dicho que tenga que ser un "buen" motivo), pero ayer estuve pensando, después de hablar por teléfono con mis padres y decirles lo agradecida que estaba de que estuvieran conmigo en esta etapa de mi vida. Estuve pensando en esa gente que ya no está, o está de forma fantasmagórica y translúcida, que está teoría, y de mi absoluta incapacidad de dejarlos marchar. Estoy pensando en varios, pero no voy a dar nombres. Me entristece que sea más de uno. 

La categoría de estas "presencias" varía, por supuesto. 
En concreto, hay uno que está prácticamente desintegrado, como un jinn abandonado en un rincón al que le queda tan poco de su cuerpo que podría pasar por un objeto transparente. Y sin embargo, no dejo de darle consistencia física cada vez que miro hacia ese rincón y le recuerdo. Por qué, me pregunto, ya no hablamos. Por qué dejaste de responder. Por qué dejé de hacer aquello que hacía que la relación funcionase. Por qué se ha perdido aquello que hacía de nuestra relación algo maravilloso y que, yo creía, sería para un rato más largo.
Aunque, si lo pienso, todas las veces que me ha pasado esto siempre me ha invadido la sensación de brevedad. De pensar "esto tendría que haber durado más tiempo".
No eres el primero, criatura transparente. No, tristemente no eres el primero. Y a pesar de toda la experiencia acumulada, soy incapaz de dejar de preguntarme qué podría haber hecho para impedir que desaparecieses. O tú o nuestra relación, pero vamos, al caso es lo mismo.

Después está el agravante de mi situación actual. Obvio. No sé de dónde me he sacado el entitlement que me posee a veces, cuando me acuerdo de esas personas translúcidas y pienso "chica, pues no les supondría ningún esfuerzo preguntarme cómo estoy". No estoy hablando de cortesías absurdas ni de compromisos, porque claro, toda esta gente se supone, se supone, que me quiere. Que son o se consideraron amigos hace un tiempo. Si ya me ocurre sin estar como estoy ahora, que el demonio de la rebeldía se me sube a los hombros y dice "pues los móviles funcionan igual para mí que para ellos", pues imagínate ahora. 
Entonces me enfado. Entonces pienso "que les den", y me pongo a hacer otra cosa, a pensar en la gente que sí que está. 

Luego vuelvo a acordarme y me pongo triste de nuevo. Digamos que no entiendo, porque a mí no me pasa, esa sensación de "he pensado en escribirte pero no lo he hecho". A no ser que te pille en una situación muy compleja, no comprendo que alguien piense en ti y no escriba. Es algo que me supera, porque yo no soy así, y no puedo ponerme en su piel. Me parece marciano. Tan absurdo como pensar que se tiene sed, pero no se va a por agua. 
Me da igual que tengan sus vidas, se supone que soy parte de ella. Y sí, requiero de mantenimiento, no te jode. No soy una amiga cactus, que la riegas una vez cada tres años y ya, contenta. High maintenance, lo llaman algunos. Pues bueno, y qué. Ya no me da vergüenza decir claramente que lo necesito. Attention demanding, pues claro. Como todos, lo que pasa es que aquí cada uno con sus movidas y cómo lo lleve.
Entonces me enfado y pienso "mira, ya me da igual". Hasta que deja de darme igual, o hasta que de verdad la presencia se desvanece, y ya no me entristece acordarme.

Algunas de estas personas a las que echo de menos han sido partes fundamentales de mi vida. Me han acompañado en momentos clave, en mis "eventos canónicos", que ahora está muy de moda usar esa expresión. ¿Por qué ya no están? ¿Es cierto que la gente está solo para un rato y luego desaparece? Menuda mierda de certeza, sinceramente. Gente tan importante no debería desvanecerse así como así. O, al menos, no llegar a establecer vínculos tan estrechos y tan necesarios. 

No lo entiendo. Esta es la historia de mi vida.
No creo que nunca lo comprenda del todo, la verdad. 

Pero, de verdad.
Si pensáis en mí...



¿Por qué no llamáis nunca?

9 de octubre de 2024

"No me gorrinees"

Oscilando entre la felicidad, la ansiedad extrema y ser Lisa Simpson y decir "niños, tráiganle a mamá su palanca". Para mí que va a ser eso lo que me tiene tan absolutamente bloqueada, o cansada, o ambas al mismo tiempo, porque por qué limitarse a una única emoción, cuando puedes hacerte un cóctel de puta madre que te tenga con cara de pelusa durante varias horas de la tarde. 

Ya empiezan a no cerrarme los abrigos, y la verdad es que mirarme al espejo es al mismo tiempo bonito y terriblemente deprimente, porque tengo la cabeza comida con el estándar de cuerpo normativo y, claro, ahora mismo voy camino de convertirme en una ballena varada en la playa de Cádiz. Aunque todo el mundo me dice que estoy muy guapa, que no se me nota de espaldas, que irradio una energía muy bonita... no puedo evitar, en mis días más malos, pensar que estoy horrible. Es poco justo, es además irreal (si tengo que confiar en los demás, que me ven de bulto redondo y yo no), pero es inevitable, me temo.

Ya me sentiré más guapa. Cuando te tenga en brazos, creo que mi propia fealdad es algo que me voy a plantear poco, al menos al principio, cuando esté mirando a tu padre con cara de pelusa para decirle "y el manual de instrucciones dónde se supone que está".


Lavender's blue, dilly-dilly, lavender's green.
When I am king, dilly-dilly, you shall be queen.

13 de septiembre de 2024

La chiquitina

Tengo tantas ganas de conocerte y darte besos. Aunque hace dos días me puse el primer vaquero comprado a propósito y casi me da un síncope, porque ya no se puede esconder que soy una ballena varada en la playa de Cádiz. ¡Aunque todo el mundo me dice que estoy muy guapa! 

Guapa vas a ser tú. La cosa más bonita que jamás hayan visto nuestros ojos. Es increíble la cantidad de amor que todo el mundo está derramando sobre ti y sobre nosotros, y creo que hablo por los dos cuando digo que somos muy, muy afortunados. Como también lo serás tú. 

Hace poco (el mismo día del pantalón, que para eso justo me lo puse) recibimos una noticia que, en lugar de estresarme como pensé que haría, me liberó. De verdad. Me quitó un peso de encima que no sabía que estaba cargando, y entre eso y las buenas noticias entregadas por las hadas y los gnomos (gracias, María, por seguir siendo un ser de luz), siento una nueva energía, más tranquila, más sosegada, que me alegra y me ayuda a no quedarme dormida encima del teclado. Aunque, claro, eso está resultando últimamente un reto. Uno que estoy fallando. 

Madre mía, qué sueño tengo. Pero es viernes, tengo la barriga llena de ricos espaguetis boloñesa, y todo apunta a que van a ser unas horas de trabajo bastante relajadas. Tranquilamente me comía otro plato de espaguetis, también te digo.


Cosas que tienen que ver, qué enganchada estoy al musical de EPIC y qué consciente soy de que abuso de la confianza de Umberto y del cariño que me tiene, solo para que me explique qué es verdad, qué es mentira y qué cosas nos gustan o no de las canciones. 

6 de septiembre de 2024

Ha salido la luna

Esta noche ha salido la luna.

Y la han traído de la mano dos personas encantadoras, un gnomo de los bosques y el hada que le avisó de que necesitábamos ayuda. Gracias. Gracias, de verdad, de corazón.


See the moon is rising. 
She has come to take the heavens for her own.

31 de agosto de 2024

El pico de la Caca (y otras cumbres conquistadas)

No nos habíamos dado cuenta de que hacía años (en plural, qué terrible) que no íbamos a la montaña los tres juntos. Como antes, como siempre. Y fue poner un pie en el norte (el otro, no en el que regularmente vivo) y percatarme de todo lo que lo echaba de menos. De lo mucho que necesitaba el frío, las montañas inmensas, la piedra abrasada por la nieve, el viento y el sol... y a vosotros completando la fotografía.

Hemos sido grandes aventureros, tanto que hasta hemos conquistado y bautizado el Pico de la Caca, porque vaya tela, después de visitar unos búnkeres que "total, esto está al lado". Me cago en la leche, al lado. Al lado de la cumbre, la madre que me trajo. Hemos encontrado arándanos y frambuesas salvajes, cosa que nunca había visto (y nos los hemos comido, vaya), y nos hemos "perdido" sin perdernos realmente subiendo a unos lagos que nos costó tanto encontrar en el mapa como en la ruta. Por supuesto, nos hemos metido en el agua, hemos comido bocadillos riquísimos y hemos contemplado la inmensidad de un mar de nubes desde lo alto de una cumbre. La niebla ha descendido mientras lo hacíamos nosotros y hemos dejado un manolito al borde del acantilado; no para que nadie se tire, hombre, sino para que se sienten a admirar las vistas que a nosotros nos dejaron anonadados.

Cómo me gusta compartir con vosotros, aunque no siempre estemos de acuerdo. Cómo me ha gustado pasar estos días en vuestra compañía, aunque Kaka nos haya hecho ver Hot Shots y Baba se haya dormido a mitad de Encanto. Hay que pagar un precio, qué le vamos a hacer. 

Ah, y que no se nos olvide que "arranqué la puerta de una nevera", Baba la puso en su sitio y que, encima de todo, nos invitaron a cenar. Porque la vida es así de graciosa, aunque a veces en las crisis parezca que todo va ir tremendamente mal y se llore en la parte de atrás de un coche. 

14 de agosto de 2024

El dinero y los c*jones

Gracias a todas las maravillosas gines y enfermeras que se quedaron conmigo ayer para decirme cosas bonitas. Para ser mi primera visita a urgencias, la verdad es que fue todo un cuadro. Ahora que ya todo está bien, hasta me puedo reír de la situación, pero reconozco que el viaje en coche hasta allá fue terrible. 
Muchas gracias otra vez por entender que los pacientes somos también seres humanos, que hay algunas personas a las que se les olvida. 


Menuda locura de tres días. Pero al final, todo saldrá bien. Seguro.
Qué privilegio tener a la gente que tenemos cerca y dispuesta a ayudarnos cuando lo necesitamos. 

11 de agosto de 2024

El horno

Ahora te contesto, que he puesto el pie en Ribadavia y se me han derretido las putas pestañas. En cuanto consiga abrir los ojos, leo tus mensajes, te lo prometo.

Marianini, por el amor de God, tenemos que hacer algo que se llame "O bailarín, o morisco". 

7 de agosto de 2024

Acróbata

Tenías que estar haciendo el pino, por supuesto. No iban a ser las cosas tan sencillas como yo hubiera querido. Pero, pese a todo, Ángelus tenía razón. La forma incómoda de hacer las cosas hace que valgan mucho, mucho más la pena. Tu corazón y el mío no laten al unísono, pero laten juntos. 

Aún, lo confieso, no me lo puedo creer.



And in the naked light, I saw ten thousand people, maybe more.



Unas vidas que llegan, por otras que se marchan. Hoy ha sido un día maravilloso... pero con sus contrastes. Le he vuelto a ver los ojos al jinn negro que se instala de vez en cuando en la esquina del salón, y he sentido cómo sus dedos se cierran alrededor de mi hombro, ejerciendo una presión que no es dolorosa, pero resulta imposible ignorarla. 
Lo siento muchísimo, Apátrida. Muchísimo. Dentro de unos días, estaré contigo y nos abrazaremos los cuatro. Los cinco, que Lu también viene. Los seis. Los que haga falta. 
Te quiero muchísimo. 

3 de agosto de 2024

Y una lloró, y la otra lloró, y al otro le dio la risa

El corazón me late fortísimo en el pecho cuando tengo que dar la mejor noticia de nuestra vida. Es como si el tiempo se ralentizase y, de repente, todo pasa muy despacio, cada segundo entre que las palabras salen de mi boca, son recibidas y, finalmente, procesadas. Y entonces vienen las reacciones. Las ha habido de todo tipo: hemos tenido gritos, parálisis por shock, lloros de felicidad, sonrisas muy grandes, abrazos...

Cuando nos dijeron que desde aquí todo serían alegrías (con una bolsa de sal, pero bueno, la emoción del momento) no se equivocaban ni lo más mínimo. Ya eres lo más querido de este mundo, y esto solo acaba de empezar. Qué ganas tengo de verte este miércoles. Te adelanto que, otra vez, voy a llorar como una magdalena porque que estés aquí es tan, tan importante que no sé ni siquiera explicártelo. 



Lavender's blue, dilly-dilly, lavender's green.
When I am king, dilly-dilly, you shall be queen.

30 de julio de 2024

Menudo sitio en el que vivo

Lo mejor de tener visitas es que puedes llevarlos a ver los sitios que normalmente tú paseas, y volver a darte cuenta de hasta qué punto son preciosos. Ayer el agua estaba espectacular, y el sol, y las islas al fondo. Hasta las bateas estaban bonitas, fíjate. 
Ojalá nunca se evapore el sentimiento de pasear, echar un vistazo alrededor y pensar "madre mía, es que vivimos aquí."

11 de julio de 2024

Y me convertí en Ismail

Yo ya sabía que últimamente lloraba (lagrimeaba, más bien) bastante, pero esta última semana se puede afirmar que lloro absolutamente por todo. Y no sé a qué echarle la culpa, porque mucho me temo que decir "las hormonas" es absolutamente sugestionado, que tampoco está la cosa tan avanzada. No tengo claro si es susto, emoción, mucho susto, mucha emoción, o la combinación explosiva de todas a la vez. 

Imagino que dentro de dos meses, cuando todo esté más asentado, se me pasarán las ganas de llorar por todo. O no. O lo mismo esto es un tren en llamas que va cuesta abajo, mientras Bob y yo nos reímos histéricamente porque las alturas molan, pero también dan miedo.

Mira, yo ya no lo sé.
Me voy a... a ese sitio. Me da la risa y el llanto al mismo tiempo, help, this is a shipwreck.

8 de julio de 2024

8 de julio de 2024

"Me muero si en esta foto hay 4 y no 3 personas."

Y las hubo.


Menuda aventura esta que empieza.

13 de junio de 2024

The piano man, the legend

Voy a escribir esto lo más tranquila que pueda: ayer fuimos al concierto de Jamie Cullum y tuve su cara a veinte centímetros de la mía. Me quedé como un ciervo al que le echan las largas, y lo único que pude hacer fue seguir cantando mientras esa maravilla de persona me miraba a los ojos. De hecho, mi hermano, que se había quedado por atrás, me dijo que me había escuchado por los altavoces.



Mira.
Yo no estoy bien.
Estoy mucho mejor que bien.



Menuda maravilla de concierto. Es que todo lo que escriba se queda corto. 
Gracias por seguir tocando All at sea en cada una de las ocasiones. Nos vemos en la próxima, te lo prometo. 

9 de junio de 2024

Cuánto libro

He pasado de no leer apenas a coger un libro tras otro como una loca. 
Dios, qué sensación tan maravillosa la de volver a leer como si mañana lo fuesen a prohibir. 

5 de junio de 2024

"¡Feliz!"

Después de casi tres años sin vernos, sin abrazarnos, sin tocarnos ni prepararnos té, has estado una semana en casa y estoy de un luto casi riguroso porque, si esa habitación es de alguien, es tuya. Me vas faltando en todo, en el posavasos que te dejaste en la mesa, en las latas de CocaCola Light que todavía quedan en la basura, en el bote tamaño viaje de gel de limón que te dejaste en el baño, hasta en los pelos largos y rubios que me encuentro por el suelo, enredados con los míos (que rubios de dónde, si tú no eres rubia).

Solo cuando te tuve aquí la primera noche ya me di cuenta de todo cuanto, en realidad, te echaba de menos. Caí en la cuenta de que estuve viviendo casi cinco años contigo a diez minutos de mi casa. Aunque no nos viésemos todos los días, aunque incluso ni siquiera hablásemos todas las semanas, estabas allí; al final del camino que se adentraba en el bosque, en la urbanización donde jugaban los patos y las ardillas, en aquella casa tan bonita pero tan a tomar por saco que a veces los repartidores de comida tenían problemas para encontrarla. 
Y, ahora, ya no estás a diez minutos. Lo cierto es que me quedas a una distancia bastante más larga (aunque menos mal que ya no es EEUU, dios mío, te imaginas). Tenerte en casa estos días me ha hecho liberar sentimientos de mucha, mucha nostalgia.

Eres una de las mejores personas que conozco. Eres una mujer brillante, bondadosa, divertida y con un corazón que no cabe en tres estadios de fútbol. Me inspiras cada día a ser una mejor versión de mí misma, y haber tenido el privilegio de llevarte al mercao a que te griten las gitanas (aunque tú no te dieras por aludida porque, claro, no las entiendes) me ha hecho recordar cuánto me faltas en el día a día. Cuánto contribuías a hacer de mi vida una vida mejor. 

No sé si será posible, pero ojalá encuentres el tiempo para venir un mes a casa y recuperarte. Sí, como en pleno siglo XIX, lo de mudarse al norte para que te dé el aire del mar y que los humores se te reequilibren dentro del cuerpo. Yo qué sé, si la que se dedica a cosas que pasan de 1650 eres tú. 



'Cause I gotta have faith, faith, faith! I gotta have faith, faith, faith!



Te quiero, Clare. Te quiero tanto.
Y ojalá volver a llevarte a Cabo Home, a perdernos por un monte hechizado, a desayunar juntas en la terraza, a ver películas hasta las y pico, a cogernos de la mano mientras paseamos por la calle. Eres una parte tan importante de mi vida que me emociono y todo de pensarlo. 

Por supuesto que me he puesto a llorar lo más grande en cuanto he vuelto a casa y Bob ha pasado cinco minutos consolándome, ¿pero estamos locos o qué?

25 de mayo de 2024

Graduado de la Super Saiyan University

Felicidades, Bob.

Pintarte esa maceta de plástico es la mejor idea que he tenido en años.

Te quiero)

12 de mayo de 2024

"Yo estoy jugando por los caballos y el arte"

Definitivamente, el Pax Pamir no es lo mío. Pero el cuento que me voy inventado conforme van pasando los turnos me está quedando estupendo. Que no me diga a mí un juego lo que tengo que entender cuando leo las reglas, si me compro todas las cartas en las que sale Esfahán o hay alguien montado a caballo.


Definitivamente (2), tengo que salir a caminar más a menudo y a oler el mar, porque el bien que le hace a mi cabeza no es como para tomarlo a la ligera, especialmente ahora que está intentando no pensar fuerte en algo, pero ese algo tampoco quiere tomarse la molestia de dejar de... molestar, valga la redundancia. Todo va a estar bien. Lo sé. Lo que tenga que pasar, pasará. También lo sé. Pero me cuesta convencerme a veces. Hoy iba a ser una de esas veces, pero hemos ido caminando hasta el fin del mundo y después he tenido la excusa perfecta para ponerme bonita. Y luego me he reído todo lo bueno porque seguimos viendo Black Clover, y es la mejor decisión que hemos tomado este mes, la verdad. Cada vez que pensamos mal de él, nos cierra la boca a base de risas.


Definitivamente (3), volver a abrir el No'j ha sido una de las mejores ideas de 2024 también. Como lo de plantearse reescribir algunas cosas al estilo Pokémon, o hablar del Libro de los Reyes, o plantearse si quiera la posibilidad de abrir un Verkami que le dé consistencia a todo esto. 




9 de mayo de 2024

Maná-maná

¿Cómo es mayo y aquí no hay nada? ¡Capachao!

Bueno, es posible que ahora gestione mis pensamientos internos de forma diferente. No obstante, siempre está bien pasar por aquí a dejar una lista de impresiones. Vamos a hacer una ronda relámpago de lo que ha pasado hasta ahora. No necesariamente en orden, porque pa qué.

Tengo la mejor comunidad del mundo y estuve en Madrid con ellos. Que volví con una infección de garganta, sí, pero también con un sentimiento de pecho hinchado como palomilla que voy a tardar mucho en sacarme. Ahora mismo, a la altura de la estratosfera ando. Y afónica, pero al carajo.

Hace dos meses tuve la regla... y no quería tenerla. Fue duro. Al mes siguiente volvió a pasar, y fue duro para Bob. Me enterneció mucho y creo que fue algo positivo, aunque en el momento nos pusiese tan tristes a los dos. Pero seguimos intentándolo; con tanto amor, es imposible que no salga algo maravilloso. 

Fui a EEUU yo sola, muerta de miedo, y volví contentísima, habiendo enseñado a nuestra gente de allí a decir perfectamente "putos patos". La verdad es que, incluso con el sustillo del último día, fue un viaje fenomenal y que me dejó hasta con ganas de volver. Fíjate, lo que son las cosas. Pero es que, cuando una tiene libertad... dentro de poco voy para Irlanda, también sola, y ahí sí que me voy a acordar de la madre que parió a Peneque, porque al quinto pino ya no me hace tanta gracia ir sin compañía.

He seguido trabajando con Kurta y con Rina y, aunque despacito, pues ahí seguimos.

¡Estoy leyendo muchísimo! Después del parón lector más largo que recuerdo, me he leído una barbaridad de libros, algunos de ellos auténticas maravillas. En cuanto termine con estos párrafos, me voy a hacer la lista que me he prometido hacer (bendito 1SE). 

Aunque todavía no me he pasado ni Final Fantasy XII ni Hollow Knight (sí, otra vez, suéltame el brazo), he sido capaz de derrotar a las Señoras Mantis en modo Radiante. Y estoy venidísima arriba, pero tanto que, entre lo de Plumas y esto, creo que voy a convertirme en un satélite de comunicaciones. El siguiente es Grimm, porque estoy loca y ya me apaño yo con lo mío. 

Hemos encontrado muchos sitios estupendos para comer, y ya va haciendo tiempo de paseo. Hasta salí a correr, sin ser yo nada de eso. Ah, y tuve la oportunidad de vivir en directo desde casa y con Bob esa locura maravillosa que es el número musical Herald of Darkness de Alan Wake II. Mi vida ya no volverá a ser la misma. 

Terminé mi tarea como ND (de momento, solo de momento), y dentro de unos meses sale mi primer juego a la venta. Es muy marciano pensar que en las tiendas habrá un juego del que formo parte. Si lo pienso, me mareo. Así que no lo voy a pensar; voy a prepararme un té, a hacer la lista de los libros y a seguir viendo Criminal Minds, porque el enamoramiento con el Dr Reid no se me va a pasar nunca, por lo que parece. 


Es increíble, en retrospectiva, lo bien que estoy ahora y lo terriblemente mal que estuve en 2022. La lección me la llevo más que aprendida; siempre hay luz, hasta en los túneles más oscuros.