3 de agosto de 2024

Y una lloró, y la otra lloró, y al otro le dio la risa

El corazón me late fortísimo en el pecho cuando tengo que dar la mejor noticia de nuestra vida. Es como si el tiempo se ralentizase y, de repente, todo pasa muy despacio, cada segundo entre que las palabras salen de mi boca, son recibidas y, finalmente, procesadas. Y entonces vienen las reacciones. Las ha habido de todo tipo: hemos tenido gritos, parálisis por shock, lloros de felicidad, sonrisas muy grandes, abrazos...

Cuando nos dijeron que desde aquí todo serían alegrías (con una bolsa de sal, pero bueno, la emoción del momento) no se equivocaban ni lo más mínimo. Ya eres lo más querido de este mundo, y esto solo acaba de empezar. Qué ganas tengo de verte este miércoles. Te adelanto que, otra vez, voy a llorar como una magdalena porque que estés aquí es tan, tan importante que no sé ni siquiera explicártelo. 



Lavender's blue, dilly-dilly, lavender's green.
When I am king, dilly-dilly, you shall be queen.

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