Eso de 'cuando menos te lo esperas, va la vida y te sorprende' lo estoy diciendo últimamente mucho y no dejo de preguntarme dónde estará la trampa. Seguro que aparece en otro fin de semana de esos de poner los ojos en blanco hasta que duelan, en alguna otra torpeza emocional/amistosa que viene sin mala leche, pero jode igualmente, en la cara de idiota que se me queda cuando leo y veo algunas cosas que desfilan por delante de mi pantalla.
Tiene que haber trampa en alguna parte, pero, de momento, lo único que veo es al más hermoso de los pájaros peinándose las plumas porque el domingo nos toca subir al escenario a contar un par de cosas que, creo, son interesantes.
Nos lo vamos a pasar bien.
Vente conmigo, a mi vera, y fundamos las estrellas.
Que aún nos quedan primaveras para abrirnos y volar.
Volar, volar. Volar, volar.
Volar, volar. Volar, volar.
Cosas que tienen que ver, hoy he puesto mis últimos cafés en CK y han sido para Steven y Marten. Evidentemente, el día ha sido para cortarse las venas o para cortárselas a alguien, pero ya estoy sentada en el refugio de mi oficina, a salvo de más locuras de cafetería. Al menos, durante un tiempo.
'See you in January'.
Goddamn, you will.
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