Música que no es nuestra y que tomamos como nuestra, música que heredamos de aquellos que todo nos lo enseñan, que nos dan su vida para que aprendamos.
Música que llevas escuchando desde que eres muy, muy niña. Y, de repente, te das cuenta de que está contando tu historia, la historia del 1/1,000,000 (o eso te quieres creer). La historia de otro.
Del Otro.
Recuerdo que te conocí burlando noches, como el viento las esquinas. Llenos los dos de soledad. Alimentando cada uno su utopía.
Llegaste como llega una canción, bordando el aire.
Gritamos nuestra historia. Compartimos los dos la misma almohada.
De pronto, todo fue importante. Todo era nada hasta ese instante.
¡Y a volar!, que el amor no es nada más.
Que el vivir amando es vivir siempre imaginando. E imaginar es libertad.
La luna nos quiso ayudar formando parte de un inmenso decorado.
Y así inventamos lo que estaba ya inventado.
Pero al final la realidad nos trajo el día, y con él lo cotidiano. Lo sublime de ayer, hoy es normal.
Cada uno va a marcharse por su lado.
¡Y a volar!, que el amor no es nada más.
Que el vivir amando es vivir siempre imaginando. ¡E imaginar es libertad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario