Exposiciones a casco porro. Como en todas las tiendas sean los llaveros así de monos, una que se va a quedar sin dinero.
Tener una madrina profesional de la que aprender mucho, mucho, muchísimo.
Actualizar el currículum y, oh, sorpresa, en realidad no era tan corto.
Vivir pegada a la Milla de Oro y pasear delante de firmas caras carísimas con calcetines de Primark y Carrefour.
Cheerios. Madre del amor hermoso, Cheerios. ¡Y chucherías a granel! ¡Que me vuelvo loca!
Que Canela me despierte con su hueso en la mano para jugar.
Amo la ducha, amo la ducha, amo la ducha.
Como amo ir a comprar bisutería de rebajas a los sitios más estupendos.
Por cierto, hay un nuevo matiz en la palabra "estupendo". Sí.
Mis cafés, a mitad de precio, obviamente. En cuanto acabe esto bajo a por el siguiente.
Vivir, también, rodeada de fundaciones.
Y lo más importante... Gracias a las dos personas que me dieron la vida (y afortunadamente no fue sólo una consumación carnal y un parto, sino que además me han dado la Vida, en mayúsculas), a partir de la semana que viene estaré matriculada en "Conservación preventiva de libros, documentos y obra gráfica", de la UNED y la Asociación Carlos de Amberes. Ahora sí que hay que buscarse un curro.
Vais a estar orgullosos de mí. Os lo aseguro.
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