Tatata, tatata-a. Tatata, tatata-a.
¿Dónde estaba yo cuando todos esos cohetes cobraron vida, y se te llevaron lejos, hacia un cielo lleno de cocodrilos y caimanes?
¿Estás ahí fuera, donde empiezan los días de lluvia?
Y ponte esas flores azules en la coleta. Dentro de mi cabeza tu voz aún suena, ¿pero qué puedo hacer? Las habitaciones vacías están frías, y estoy demasiado acostumbrado a conducir contigo. ¿Puedes escuchar mi voz, aún, cuando estoy fuera?
Todos los capitanes y los nuevos cruceros navegan por el mar.
Sonrío con la mirada perdida, porque siempre me he preguntado por qué necesitamos las plumas para volar.
¿Qué ha pasado contigo?
El que quiera leer algo con sentido, que coja el diccionario.
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