18 de julio de 2012

Amazing

Desde que soy una cría, has sido mucho para mí. Me levantaba todos los fines de semana a las ocho para verte, y cuando mi tío me prestó su colección entera de cómics, los devoré, porque quería saberlo todo, absolutamente todo de ti. 
Eres mi héroe. Mi superhéroe. 
No considero que exista la edad límite para tener héroes. Los héroes son nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros amigos, nuestros profesores o cualquier persona que tengamos al alcance del conocimiento. El héroe de lord Henry (ya entendí por qué todo el mundo lo llamaba Harry, por cierto) era Dorian Gray. Tú eres el mío.
Increíble (como el sol, soy libre, Sharif).
Mi hermano ya me advirtió que fuese con cuidado. Las tres últimas interpretaciones de ti me decepcionaron tanto, tanto, que sólo vi la primera. La segunda, vagamente la recuerdo. No quise ni asomarme a la tercera, porque llegó a mis oídos que cometían un crimen atroz contra uno de los némesis mejores de toda la historia. 
Hoy, te he redescubierto. Has vuelto. 
Y quería manifestar públicamente mi agradecimiento. Gracias a ese chico, con sus aires de naturalidad, de timidez y de ternura, de espontaneidad y de bravuconería, por convertirte en el ser humano de carne y hueso que yo siempre quise que fueras. Gracias a la mente privilegiada que decidió que Curtis Connors era un villano lo bastante bueno como para protagonizar un crimen masivo. Gracias al genio James Horner, por poner banda sonora a tus andaduras, y por el espabilado que tuvo a bien echarle un vistazo a los cómics para colocar a Gwen como tu chica, en lugar de a la estúpida pelirroja de MJ. Gracias, de verdad. 
Pero, ante todo, gracias a Stan Lee por crearte, y por hacerte mi héroe.
Increíble, de verdad.
Todo en ti. 
Lo que recordaba y lo que he aprendido. 



Es curioso, la cantidad de cosas que puede despertar en nosotros una película. Aunque sea de superhéroes. Porque detrás, siempre hay algo. Queda lo humano. Lo terrenal. Lo verdadero.
Y tú, héroe entre los héroes, siempre serás mi favorito.
Spiderman.

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