25 de febrero de 2012

"Cuidado con el dragón"

Me acuerdo casi perfectamente de todo. Había un castillo, un rey déspota con una hija casi esquizofrénica que se creía un hombre, rubia, con armadura oscura y alas saliendo de la celada del yelmo. El rey tenía barba y cuernos de ciervo, creo. Merlín era un puñetero cobarde que observaba el espectáculo, muerto del miedo.
Había un laberinto excavado en las entrañas del castillo. Allí, soltaron a todos los prisioneros, y Hermes y su salvaje tropa empezaron la caza. Había que correr, y yo corría. Había que salvarse. Vi a Hermes muchas veces, con su sonrisa de loca. Había que correr entre la penumbra y la ceniza, correr, porque si llegabas al centro no ibas a ser libre, pero sí seguirías vivo. Supongo que yo llegué porque era mi sueño. Llegué al centro, y vi a Merlín mirar a una chica de la que, enseguida lo supuse, se había enamorado locamente. Tuvo suerte, porque entró al servicio de Hermes, como objeto casi personal. Aquella chica estaba marcada.
Había un teatro romano en la orilla del mar. Y allí, escondidos, dragones. Había muchos dragones con un tipo alto, casi calvo y al que le faltaba un ojo. Hermes quiso acostarse con la chica; Merlín la desnudó y se desnudó, no recuerdo bien dónde, pero terminaron amándose y siendo un solo cuerpo. Al pobre mago aquella muchacha le provocaba taquicardia, porque era mucho más valiente que él.
Escondidos, estaban los dragones. Dragones enloquecidos. Dragones que habían olvidado lo que un día fueron. O tal vez es que realmente eran así. Merlín quiso averiguarlo, para quedarse con aquella chica. Recuerdo la frase que llevó a mi mente a trazar toda esta locura. Cave canem, en un mosaico de las calles de Pompeya.
Había mucha sangre. Y muchos edificios destrozados, ruinas en general. El mar se veía. Los dragones volaban y Merlín no dejaba de darse contra las paredes, buscando algo. Hermes se volvía racional y débil, por un momento, y los dragones arrancaban cabezas en un ataque de locura.

No me acuerdo de más.

Con lo bien que me hicisteis pasarlo, ¿cómo no escribir vuestra historia?







Cave draconem.

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