Le voy a tener que agradecer a la obsolescencia programada la mañana tan estupenda que estoy teniendo. Y es que, con la cabeza (y otras partes) ya calientes de que las super compañías hagan fallar un teléfono que funciona perfectamente, solo porque tiene cuatro años y ya "debería" comprarme otro nuevo, o es posible que todo se descomponga y se vaya al carajo, he mandado a tomar por saco Spotify y otras plataformas musicales y me he puesto a escuchar mi música. La música que yo metí en el teléfono cuando me lo compré.
He visto muchas cosas que ya no me gustaban tanto y, de hecho, las he borrado. Pues porque pese a todo quería hacer espacio para la nueva actualización, no está el patio como para que yo me compre un móvil nuevo ahora. Pero también he visto auténticos temazos, temas preciosos y que han estado conmigo, algunos, desde la friolera de 2005, cuando me regalaron mi primer mp3.
Oh, I'm not afraid.
I'm giving into grievances again.
You're looking at an absolute zero.
You're looking at an absolute zero.
I'm not the devil, but I won't be your hero.
Vaya un viaje al pasado.
Ahora que me quedan apenas horas para cumplir los 30, ha sido un viaje precioso de reencuentros, de mirar para atrás y de sentarme a cantar con todas esas "yos" que he sido a lo largo de los últimos quince años. De verdad, no puedo enfatizar lo suficiente lo mucho que me han llegado algunas canciones. De algunas he visto el momento, el instante al que me transportaban, porque me las descargué después de escucharlas en sitios muy determinados. Otras me han vuelto a conmover como lo hicieron hace años. Otras me han matado de risa. Pero que todavía tengo Una de piratas, por favor. Que hace años que no me fumo un porro y ahí está, recordándome a Cheko y su media sonrisa colgada de la boca, en un edificio a medio construir, con un frío que pelaba y muchas, muchas estrellas.
En resumen, que me ha encantado. Gracias, amenazas de obsolescencia programada.
Me has regalado la vida en este domingo.
¡Vuela por el cielo azul!
Fuma sobre tu diario dividido entre corsarios que abordan nuestro velero.
Que con una calavera y portando un cenicero están quemando...
¡Están quemando mi bandera!
EDIT: Pero que me acaban de salir seguidas I like you, I love you, luego ¡Venga ya! y rematado con I fly. Así, sin anestesia ni nada. ¡Pero qué está pasando, Doctor García!
No hay comentarios:
Publicar un comentario