27 de febrero de 2020

Recollonida

Llevo seis días metida en casa, y cuatro con fiebre. Y de esta experiencia introspectiva y silenciosa (porque mi garganta es una rave demoníaca y no puedo hablar), concluyo algunas cosas. 

Primero, que yo no había alcanzado picos tan altos de antisocialismo en mi vida. No me apetece ver a nadie ni interactuar con nadie, así que me voy a quedar aquí hasta el lunes que viene, como haber Blas. 
Segundo, que me toca la seta de forma espectacular tener que estar descifrando el comportamiento de la gente, y que me la toca todavía con mayor molestia mandar un mensaje que contiene una pregunta y que no me la contesten. Ni la pregunta, ni el mensaje. ¡Os van a dar por culo!
Tercero, que algunas personas pueden ser monas, entre ellas Becca, que es lo más adorable del mundo. 
Cuarto, que Un Cuento Oscuro me está encantando a niveles altísimos, altísimos. 
Quinto, que se me va la olla, en qué momento le escribo a Ubisoft España y en qué momento me contestan. Ay, los ja-jas. 
Sexto, que estoy hasta el moñoño de comer yogur. 
Séptimo, que como después de esto no me den la túnica blanca, es que no me la voy a ganar en la vida. 



Hasta el coño estoy.



EDIT: Calla, que ayer cobré mi primer sueldo oficial de la universidad y estoy con una conga sandunguera en el cuerpo que me lleva de calle. 

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