27 de octubre de 2018

Staring with Ungrateful Eyes

Mentiría si no admitiese que estoy hasta el gorro y que quiero un camión de tierra para poner en medio. No puedo esperar a que llegue el lunes (porque a la noche del domingo en el aeropuerto me da que sí, que sí me puedo esperar y de hecho que no llegue nunca), montarme en el avión, ponerme los cuatro discos nuevos de Jon Bellion que tengo y a tomar por culo la bicicleta, la burbuja, la isla y su madre en monociclo. 

Y si nadie se acuerda de mandarme un mensaje, echaré un poco más de tierra para sostener las paredes de mi cerebro y me encogeré de hombros; porque, total, quedará un día menos para el 18 de diciembre.

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