Hoy cumple años una persona muy especial para mí. Una persona importante.
Esta persona no ha tenido las cosas fáciles en su vida. Últimamente menos que nunca. Han venido cambios importantes, cambios duros, y vientos airados que quisieron llevarse la sonrisa que siempre le colgaba de los labios. Pero ella no se dejó vencer. Siempre, siempre tenía el corazón dispuesto, las manos manchadas de trabajar, los ojos entrecerrados de quien escucha el viento, el pelo desordenado de quien se quiere tal cual es.
Nuestra relación no es la que fue cuando empezó; no sabría decir si es mejor o peor, solo que es diferente. Ha crecido, como hemos crecido nosotras. Recuerdo un tiempo en que tuve que pelearme por que me prestase atención, y que ella siempre se las arreglaba para tener tiempo para mí. Recuerdo llegar a odiar algo que le hacía daño. Como también recuerdo dejarle una carta en el portal, cuando yo vestía de oscuro y pensaba que estaba enamorada. Recuerdo que siempre me pareció tan guapa. Su valor la hacía hermosa. Su timidez la hacía linda. Su voz es un regalo que algún dios quiso que yo escuchase. Recuerdo que escribió una historia de piratas que nunca me enseñó, y que yo quise escribir la historia en que un dragón y una elfa se encontrasen. Recuerdo que en ella me inspiré para crear a Gala, la protagonista de Flores blancas. Recuerdo dedicarle Ovejas en las nubes y ponerle su nombre a uno de los personajes de la segunda parte. Recuerdo rojo, y azul, y muchos colores, porque ella es Naturaleza, y tiene mil colores.
De ella pueden decirse muchas cosas. Yo diré que es valiente. Valiente, porque siempre supo luchar por lo que quiso, no importaba lo negro que estuviese el cielo. Es un ejemplo de superación, de ternura, de imaginación y de amor. Siempre se empeñó en regalarme dragones. Siempre estuvo ahí cuando, en mi temblor, decidí llamarla.
No estoy segura de haber sabido valorarla como se merecía. Lo que sí es verdad es que esta persona es muy importante para mí, y que pese a todo cuanto fue, la quiero. La quiero mucho. Y que espero que nuestra amistad sea tan inmortal como la verdadera apariencia que se oculta tras esa piel blanca. Porque con mis ojos de dragón, yo puedo ver a la princesa elfa que hay debajo.
Feliz cumpleaños, Nabila.
Otro año, felicidades.
Otro año, inmortal.
Seré tu luz, seré un disfraz, una farola que se encienda al pasar. Cualquier mariposa, la estrella Polar que viene sola y que solita se va. Seré el sabor de un beso en el mar, un viejo proverbio sobre cómo olvidar.
Seré ese lunar que adorne tu piel, una paloma cerca donde de estés. Un golpe de suerte, el café de las tres, alguna mirada que te haga enloquecer. Seré la voz que avise en el tren, un presentimiento de que todo irá bien.
Seré inmortal.
Seré tu luz, seré un disfraz, una farola que se encienda al pasar. Cualquier mariposa, la estrella Polar que viene sola y que solita se va. Seré el sabor de un beso en el mar, un viejo proverbio sobre cómo olvidar.
Seré ese lunar que adorne tu piel, una paloma cerca donde de estés. Un golpe de suerte, el café de las tres, alguna mirada que te haga enloquecer. Seré la voz que avise en el tren, un presentimiento de que todo irá bien.
Seré inmortal.
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