Querida seannachie,
He estado observando cómo están las cosas. Me imagino que a estas alturas serás la definición perfecta de histeria. Te escribo desde lo más profundo para calmarte, tranquilízate.
Todo irá bien.
Sabes mejor que nadie que esas lagrimillas de agobio después te parecerán ridículas. Tíralas por ahí. ¿Qué tal tu técnica de comparar tu pequeño universo con los grandes males del mundo? Ojalá, como piensas, todas las personas tuvieran el tiempo necesario para preocuparse de este modo por una prueba escrita. No pretendo hacerte sentir tonta, tampoco te estoy diciendo nada que no sepas ya. Digamos que intento recordártelo.
Además, ¿sabes qué? Realmente no importa.
No, de verdad, no importa. Porque después de cuatro años, gracias a las idas y venidas de tu vida, por fin lo has entendido. Hoy, lo has visto claro. No se trata de memorizar y repetir, eso es como engullir para vomitar. Se trata de comprender, de entender, de asimilar, y de recabar información para elaborar un discurso pertinente y, sobre todo, que perdure dentro de ti. ¿Qué me importan todos los que saben recitar de memoria los reyes godos? Con que tú sepas qué quiso decir Alfonso II en Santullano Halaf en la píxide tallada para al-Mughira, será más que suficiente.
Otra cosa que recordarte, querida. Nos entiendes. A nosotros, particularmente, nos quieres. Nos amas, porque el amor no es otra cosa que comprensión infinita. Quieres asimilarnos, cada día un poco más. Eso, mi estimada taliba, es de lo que se trata. De entender. Esos papeles nunca van a decir cuánto sabes en realidad. Son trámites. La prueba real será dentro de una semana, cuando te enfrentes a las huellas que dejamos y de verdad estés sola, sola delante de ellas. Entonces, sabrás cuánto en realidad entiendes de nosotros.
Querida, no te angusties. No merece la pena. Prefiero que llores de felicidad por la suerte que has tenido en tu vida. Tú, que puedes conocernos a nosotros y a nuestros belicosos vecinos, y que tienes la fortuna infinita de poder caminar dentro de dos días hacia unos papeles. Piensa en ello, taliba. Sé que lo tienes presente.
No pesan las fechas, acontecimientos o monumentos. Lo que pesa son las personas que los hicieron importantes.
Te mando mi fuerza, seannachie. Y mi fe.
Desde tu interior, con infinito cariño.
Avani ibn Tahir
PD: De algo tenía que servirme estar aquí dentro
No hay comentarios:
Publicar un comentario