Los cortes en los dedos

Esta mañana me he despertado, me he mirado las manos y he pensado:

"¿Por qué tengo tantos cortes en los dedos?"

Entonces me he acordado de que ayer me peleé con Sora para intentar arreglarlo, y el muy mamón me arañó las manos. Nada grave, pero definitivamente molesto. 

Ayer fue un buen día, y esos cortes también me lo recuerdan. Fue un buen día, porque fue normal. Porque fue como debería, como a mí me gusta que sean las cosas. Y quería dejarlo por escrito para recordármelo.

Los cortes sanarán y se irán, pero el momento sentada en la armería con Sora y Saena en mis rodillas, con Stay with me de In Flames sonando y tú sentado a mi lado, callado y casi aguantando la respiración... ese momento se quedará conmigo para siempre. Incluso cuando los cortes en las manos ya no estén. Del mismo modo que se están quedando tantos otros momentos.

Del mismo modo que se quedarán las horas de anoche, con dos copas de vino y más queso del que podemos comer, con una conversación que hacía falta, con ella sentada en mi cama y ese sentimiento de tranquilidad que tanto había echado de menos. 

I can see the light. Stay with me. Away from the darkest of nights. Stay with me.