Y yo llamé y nadie acudió.
Y sentía tal temor en mi soledad interior, que corriendo me escondí.
Lo cierto es que ahora tú estás aquí. Un buen amigo tendré en ti.
Al que esperaba eres tú, ayúdame.
Por suerte, ahora ya lo sé.
Con tormenta y con lluvia. En el monte o en el llano.
Fuerte me siento junto a ti, tú me ayudas a seguir.
Tú me guías, yo te sigo.
No me escondo nunca más.
Y somos más que tú y yo.
Lo mejor que hay en los dos.
Sí. Lo mejor que hay en los dos.
Cuántas noches se nos fueron con Babar.
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