4 de febrero de 2015

Amigos como los míos os deseo

Creo que Sabina ha dicho pocas frases así de profundas. Al menos, para mí. Pero es cierto, amigos como los míos le deseo a todo el mundo. Amigos con los que reunirse después de cuatro meses y que, sorpresa, nada parezca haber cambiado. Que no parezca que ya no vives en el mismo país, como si esa reunión se repitiese una vez por semana. Porque el amor, la tranquilidad y la energía que ellos desprenden es, como digo, la de siempre. La misma.
"Estamos empezando a ser para siempre", dijimos en una ocasión. Es un pensamiento tan bello que lo repito varias veces en mi cabeza.

Pero como soy muy de este mundo para lo que quiero, y la verdad es que no, no los veo tan a menudo como me gustaría, he aquí mi confesión: y es que después de pasar con ellos la tarde bebiendo té de cactus y riéndome como en mi vida, cuando me subí al autobús y tuve que despedirme, cuando se cerraron las puertas, me escondí en los brazos de quien estaba conmigo y me puse a llorar. 

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