"Esa gitana está loca"

Un tío que se parecía a Rambo decía que hay que disfrutar de las pequeñas cosas. 

Hoy ha sido uno de esos días que prácticamente te pone en bandeja esta frase, para que la exprimas al máximo. Si la vida te da limones, haz limonada. Bien fría, que está lloviendo fuego del cielo.

En este pueblo de cabras, las tormentas siempre fueron mejores que en cualquier otra parte. A ritmo de Carved in stone se ha puesto a tronar, y mi hermano y mis primas han saltado a la piscina. Después ha salido él y me ha arrastrado al agua en un abrazo frío; importante el hecho de que yo estaba vestida. Y hemos seguido saltando, mientras Scar Symmetry ponía los truenos al compás. 

Como somos unos chiquillos por más que crezcamos, hemos meneado nuestras vainas locas hasta el parque, y más tarde a Cabo Cañaveral para recoger material para los que después serían nuestros barcos. Gran invento. La carrera la ha ganado la deformidad de la pequeña, mientras que mi Santa Juliana se quedaba alegremente en el puerto, repostando para un invierno, porque no ha hecho amago de ir a moverse. Con suerte, el Santa Juliana II y el Santa Justa Clan han triunfado sobre las aguas para perderse en la lejanía. 

Y como la cosa hoy iba de agua, el rebotar las piedras se ha convertido en una guerra de salpicones y un concurso de Miss Camiseta Mojada que creo haber ganado. 

Después, la performance de Magdalena Cruella y otra vez de cabeza al agua. Vestidas, por supuesto. Todas vestidas. 

Cosas que tienen que ver, esta mañana el tema de la caminata ha rondado alrededor de los Scouts y nuestros recuerdos infantiles. Muchos muy gratos permanecen ligados a la pañoleta, las canciones, los lemas, las acampadas y la gente. Le deseo a todos los niños una infancia como la mía.

Por la infancia sé lo que es felicidad. Grande, Suárez.

Un día para recordar, sin duda. Un día para divertirse.

Mucho.