Me emociona que, a pesar de estar en "la cresta de la ola" con Los ángeles también bailan, te aparezcas por los pasillos de aquel palacio mesopotámico que construí en mi cabeza, caminando con una sonrisa y un precioso manto azul de bordes dorados. Apareces y ya está, invocado por una frase, una canción, un recuerdo. Simplemente pasas, como si me saludases, y luego te das la vuelta para continuar con tu paseo. Esta vez, creo, te ha traído de vuelta una canción. Puedo estar equivocada, pero juraría que ha sido Feels like saving the world de Outlandish.
Además he pensado, dirigiéndome en un ataque de orgullo al resto de mis conocidos escritores, "es posible que tengáis en vuestras imaginaciones príncipes, reyes, emperadores incluso, como también existen en la mía... pero en el fondo, en aquel lugar oscuro del que también brotó Frinoé, yo tengo un rey pastor".
Buru, qué precioso eres. Y cuánto te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario