Juro que hay veces que me enfrento a la pantalla con seriedad y los ojos limpios. Sin juicios precipitados, sin nada más que las gafas. Dispuesta a leer lo que las palabras quieran contarme y ya está, simplemente leerlas porque me apetece, porque me da curiosidad, porque sí.
Pero es que no puedo. De verdad, prometo que no puedo. Me pongo a leer ciertas cosas y me da urticaria. Me da la risa mala. Me dan ganas de decir en voz alta "pero esto qué es". Vale que yo no tengo la verdad absoluta de la vida, y que estoy muy lejos de tenerla... Pero, no me jodas, es que hay cosas que ni siquiera aquellos que las han escrito se pueden creer.
En resumen, que leo y flipo. Fli-po. Pero, eh, que se apañen. Yo sudo de aguantar los mundos prefabricados de los demás.
Cosas que tienen que ver, a veces Yago me posee y le digo burradas a Martita como "lo mejor que tiene de momento es que no es tu ex". Menos mal que ella tiene un corazón que le da muchas vueltas al mío, y le hace gracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario