26 de septiembre de 2016

Y ya vamos por el quinto

"La vida son dos días, y ya vamos por el quinto".

Qué suerte tenerte cuando el mundo se nos desmorona y podemos seguir riéndonos. Gracias por darme minutos de alivio cuando todo me quema, y me puedo cagar en la puta contigo, sin remilgos ni medias tintas. Cuando descubrimos que caminamos como locos en el mismo camino, porque somos sangre y corazón, hermanos solo a medias para la galería, hermanos hasta el centro del esternón para nosotros. Te amo tanto que te odio, decía un personaje de Brent Weeks. A mí me pasó al revés. Te odié tanto que te amo. Y ahora, cuando la guerra ha empezado y tú has venido con tus caballos de refresco, te das cuenta de lo mismo que yo. Te has dado cuenta de que desde el principio estuvimos concebidos para pelear juntos. 

"Lo has tenido jodido", dices, mirando la línea del horizonte, que está en llamas. "Yo he llegado con todo esto asentado, pero tú has estado aquí desde el principio".
"Aún no sé cómo no me he vuelto loca".
"Porque siempre has sido más racional que yo". 
Y se hace el silencio.
"Bueno, ¿qué?", preguntas de repente, y adivino tu sonrisa aunque no la veo. "¿Les damos caña a esos cabrones?"
"Por supuesto". Y te ríes.
"Se van a joder".

(Lo mejor de la conversación es que ha sido real)



Vamos a seguir apretados en un abrazo que hace tres años ninguno de los dos hubiera dado. 
Vamos a seguir riéndonos. 
Y se van a joder. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario