Es la primera vez que me pasa esto, y es que simplemente me pasas tú. Me pasa El rey pastor, me pasa Buru, que no sale de mi cabeza. Que está todos los días para saludarme con el sol y todas las noches, aunque no vea a Nanna por mis ventanas. Que cada instante yo abrace con amor infinito al pequeñísimo proyecto personal y literario que es El rey pastor, nunca me había pasado. Suelo rotar con todas estas historias que tengo en la cabeza, algunas veces me da más fuerte con unas o con otras. Pero es que siempre estás ahí, de igual manera. Y sé que aunque hace tres meses que no escribo, no te abandonaré, precisamente porque sigo estudiando para escribirte mejor. Qué voy a hacerle, si todavía no sé exactamente lo que comes o si realmente podrás trazar la trayectoria que tengo pensada para ti.
Eres mi gran obra. Eres la obra más grande de todas.
Y aún así, me muero de ternura, eres tan pequeñito que tengo que abrazarte una vez más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario