5 de agosto de 2014

Y nuestro viaje nunca acabará

Ni una lágrima por mí, ¡yo sigo en pie!
Si es verdad que tenemos un destino, ¡es todo mío!
No hay elección cuando caminas mi sendero. ¡Y escucharás mi voz!

La vieja lámpara de aquella aldea sigue diciendo nuestro nombre. Y el sonido del norte me hace echar de menos cuando conquistábamos los mares sin movernos de la playa.

Te echo de menos, Andrés. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario