Wiser men choose not to be born.
Angel, Ángelus o Anheru, no importa. Esta noche he soñado que tenía sus alas, sus cuernos y hasta su voz ronca, de esas atascadas en el fondo de la garganta. Y que era roja, como sus escamas y su sangre. Tal vez por derramar demasiada es que ella se volvió de este color. No había sangre en mi sueño, solo otros compañeros animales y mi gigantesca metedura de pata.
El nombre de la dragona solo llegué a saberlo al final del todo. No importaba que no tuviese nombre, ni que fuera cruel, despiadada y mezquina. Su compañero humano no podía defenderse, porque estaba mudo. A mí me daba igual. Ella me fascinaba.
You are the first and the last of your kind to know my name.
No hay comentarios:
Publicar un comentario