5 de junio de 2013

"Sinceramente", septiembre de 2010


"El primer recuerdo que tengo de todos vosotros, de todos juntos, es en el segundo piso de la Facultad de Filología. Después de una clase, no sé, estábamos comiéndonos el bocadillo. La primera semana. 
Luego, me viene a la mente la primera tarta de cumpleaños "chorra" que compramos. Era para Pau, era el día 12 de noviembre y le compramos una tarta de Barbie porque no encontramos ninguna de Pokémon, ni de Digimon, ni de nada por el estilo.
Luego vino mi cumpleaños. Aparecisteis de repente todos en mi casa, escondidos detrás del sofá y casi le prendéis fuego a la lámpara porque os dejasteis las velas de la tarta encendidas. ¡Y luego me contasteis que había un vórtice que unía mi mueble del salón con el pasillo de los congelados de Mercadona! 
En Navidades... esas Navidades, las del 2008, creo que no hicimos nada juntos. No, creo que no. 
(...)
Luego está el cumple de Llum. Le regalamos una empanadilla y creo que Berry tiene una foto de su cara de "¡oh, una empanadilla de pisto!"
Luego os hice un dibujo. Os dibujé a todas. Bueno, realmente no estaban todas porque por aquel entonces Lucía y Ángela no se habían acoplado tanto, pero... creo que lo tengo aquí. 
(...)
Podría nombrar tantos momentos.
Los momentos tirados en el césped de filosofía... aquel día hicimos tantas fotos. Los momentos con conversaciones... un momento. ¿Os acordáis de esto? Bromeamos con que Toni iba a sacar una camisa hawaiiana de flores y unas maracas, e iba a ponerse a bailar la conga. 
(...)
En clase de Divulgación Científica casi nos tiran por reírnos tanto y tan fuerte. Gala aparcó el coche debajo de las Torres de Serrano, cuando nos fuimos a grabar aquel reportaje tan guay que hicimos del graffitti. 
Podría nombrar tantos momentos.
Nos fuimos a Barcelona, nos fuimos a San Sebastián. Casi nos fuimos a Venecia... ¡quizá el año que viene! 
Hasta que llegó junio, en el que me puse muy triste. Yo dejaba Periodismo y creí que ya nunca os volvería a ver. Sí, estaban las promesas de quedar, de volver a verse, de seguir encontrándonos en el césped de Filosofía... pero para mí ya no sería lo mismo. A lo mejor no me creéis, pero no ha habido mañana en que no llegase a clase y no me acordara de vosotros y de vosotras. Me entristecía pensar que ya no ibais a estar allí. Cuando me cruzaba con vosotros de casualidad, por la calle, había fiesta dentro de mí. Era como si de repente los árboles soltaran confeti, por encima; como si hubiera un gran acontecimiento que celebrar. 
Os echaba de menos. Mucho. Os echo de menos.
Pero pasó el curso y, de repente, el día de mi cumpleaños, aparecisteis en la puerta de la facultad con una tarjeta gigante, una bolsa de chucherías, esta pulsera (que no me quito casi nunca) y unas entradas para el concierto de Pedro Guerra. Pau, sé que fue idea tuya. 
Podría... podría ponerme a nombrar otros tantos momentos.
Las Fallas de este año. ¡Qué Fallas, madre mía! El día de San Patricio, los gorros, el globo de Bob Esponja... tanto. Tantas fotos, tantos momentos. El fin de semana ese tan genial en el Perelló, aquel fin de semana épico. Las cenas, las salidas de fiesta. 
Podría nombrar tantos momentos.
Muchas veces pienso que mi vida cambió hace dos años, cuando os conocí. Realmente ahora empieza el tercer año desde que os conocí. Llevamos dos a la espalda. Y desde luego, mi vida cambió. Dentro de mí sembrasteis algo nuevo. Algo muy especial. Algo que con el paso del tiempo no se ha ido, y que espero que siga. Aquí, conmigo; me acompaña a todas partes.
Cada vez que enciendo el telediario me acuerdo de vosotros, que leo una noticia. Es un tópico enorme, pero qué le voy a hacer. ¡Sois periodistas! Sé que alguna vez os veré por la tele... no sé dónde. U os leeré en el periódico. Os oiré en la radio. Y pensaré "yo iba con ellos a clase, yo fui con ellos a clase". Y me encantaría pensar "sigo viéndolos, siguen estando conmigo". 
Sois muy especiales para mí. A lo mejor tendría que haber grabado este vídeo hace mucho tiempo, pero... no sé. Digamos que no se dio el momento.
Siempre que estoy triste y estoy con vosotros, me recargáis las pilas. No hace falta que estéis encima de mí, no hace falta que me estéis animando, dando abrazos o palmaditas en la espalda. El simple hecho de estar conmigo ya hace que me sienta mejor, que me sienta con fuerza para afrontar todo lo que sea. 
Quería que supierais lo especiales que sois para mí. Nunca me cansaré de decirlo. Sois... periodísticamente geniales. 
No sé describiros con un adjetivo, con una palabra, una frase, un momento. Pero... sé describiros desde aquí. Y es lo más sincero que puedo daros. Eso y un profundo agradecimiento. Por estar. Por estar conmigo.
Gracias.
Sinceramente, no sé qué sería sin vosotros. Y, repito, de corazón, que mi vida cambió hace dos años, cuando os conocí."



Transcrito, tal cual, del vídeo que grabé en septiembre de 2010.
Sigo pensando lo mismo. Sigo sintiendo lo mismo.
Gracias.

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