Becca me ha hecho huevos pochados para desayunar, y a mí cualquier persona que me cocine merece mi gratitud eterna y amor incondicional.
He desvelado el misterio y por fin, POR FIN sé cómo pedir manuscritos en la British Library para que me los traigan y poder trabajar con ellos. Hoy he tenido en las manos, aparte de incontables 'Aja'ib al-Makhluqat, un libro Safaví del siglo XVI, de esos a los que no les cabe nada más en la ilustración, que tiras un alfiler y se pinchan siete personajes, que como metas una sola flor más revienta la página. Y en ella, peleándose como siempre, Simurgh y el Dragón; que no se van a comportar ni delante de Sulaymán el Sabio. He tenido en las manos el libro más pequeñito que he visto en toda mi vida académica. Y, lo dicho, putocientos 'Aja'ib al-Makhluqat, con pájaras de todo tipo (la blanca, madre mía, qué belleza).
Se me han hecho las tantas, pero he conseguido comer (tarde) y salir pitando para el V&A, porque yo quería ver la exposición Videogames. He conseguido, además de que me llevasen a la puerta porque... porque me he perdido, ya está. Me he perdido en el V&A, porque resulta que el British Museum, por aquello de la experiencia y la vida, me lo he pasado miles de veces y en modo experto, pero esta era la primera vez que yo ponía el pie en el V&A. Y me he perdido, claro. Pero me han ayudado a encontrarme y he terminado metiéndome en la exposición pagando solo 6 libras.
Journey tenía una sección para él solo, con una pantalla gigante proyectando las escenas más impactantes y hermosas (el sand-slide, la nieve, el templo de luz). Y con la música a todo volumen, los bocetos, las fotografías del proceso, las libretas... Que ha valido la pena, por supuesto. Yo he salido encantada. Porque es el juego sobre el que voy a escribir mi libro, y me emociona. Ay, que ya es oficial. Los sentimientos.
Luego he vuelto a casa de Becca sin perderme (eh, he-he) y estoy sentada haciendo listas de manuscritos y hablando con mi Flaco, que me da la vida, y que viene a verme en St Patricks. Que yo voy en una semana y lo voy a ver igual, sí, pero tenerlo en St Andrews va a ser un gran regalo de este año.
Cuando vuelva Becca vamos a tener una sesión de carne, queso, uvas y prosecco.
Hoy ha sido un día cojonudo. Uno de esos días perfectos. Y me duele la espalda, llevo sin dormir bien unos cuantos días, si pienso en las semanas que vienen me mata el agobio pero, eh, hoy ha sido un día maravilloso.
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