"—Nunca has dudado de tu
criterio y, al fin y al cabo, es comprensible. ¿Cómo puede admitir la derrota
una criatura que fue creada para ser invencible?
—Te sorprenderías —fue su
respuesta.
Y, por primera vez desde que
Verethraqna había puesto el pie en su casa, Aka Manah esbozó una leve pero
sincera sonrisa.
—Eres un ser extraño, Victoria."
Esta es la mejor escena de toda la puta novela, digan lo que digan.
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