Estoy leyendo Los límites de la Fundación y Golan Trevize es todo lo que quiero llegar a ser en esta vida. Aunque el nivel de amor no llega, ni por asomo, al tremendo crush que me provocó Hari Seldon en Preludio a la Fundación.
Me dan ganas de volver con mi terco capitán Creon. Pero también tengo a Yaza suelto por ahí. Y no es como que no tenga que terminar un artículo para, ehem, ayer. Hace dos meses. O tres. No importa.
Cosas que tienen que ver, gracias por cambiarme la fuente de mi blog sin avisar y dejarla fea que te mueres, Blogger. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario