Like an angel with cruel and merciless intent, go forth, young boy, and you'll become a legend.
Me gusta reflejarme en todo lo que veo o encontrar conexiones de mi propia situación con aquello que más me gusta. El hecho de que mi hermano esté viendo Evangelion me ha dado la excusa perfecta para volver a sus personajes, y concretamente a Shinji, con el que desgraciadamente me siento muy identificada estos días. Porque, como él, cogería los auriculares y me marcharía, a caminar simplemente por sitios que ni conozco ni me importa conocer, simplemente por el hecho de sentir un movimiento que en realidad me lleva a ninguna parte. Dejarme arrastrar por alguna corriente y llegar a los sitios por pura acción mecánica.
Porque no estoy bien. No sé si debería estarlo o no, pero el caso es que no lo estoy. Hace tiempo que algo se estropeó en mi cabeza y ya no ha vuelto a funcionar correctamente. Llevo cinco días en los que mi cerebro no ha hecho otra cosa que revolverse. Y, como el EVA 01, hoy ha entrado en modo Berserk y se ha dedicado a arrasar con todo lo que ha encontrado a su paso, iniciando la fase de autodestrucción. Y no sé cómo detenerlo. Imagino que, como al EVA real, no se le puede detener a menos que se le detone una mina en el pecho, pero digamos que no estoy tan desesperada. Simplemente necesito algo que ignoro, porque mi situación de bloqueo ha alcanzado unos límites que ya no puedo aguantar. La pantalla llena de letras no me dice nada y mis apuntes en blanco tampoco me ofrecen una respuesta. Pierdo el tiempo como nunca lo he perdido y lo único que me apetece es refugiarme en mi historia de yazatas y daevas, únicamente porque me produce una felicidad instantánea y consigue que me aleje y desconecte de todo lo demás.
No sé qué debería hacer, aunque conozco todas las respuestas. Me sé la teoría de memoria y la repito en mi cabeza cada mañana, cuando me levanto a duras penas por el desorden del sueño, dejando atrás otra noche sin dormir. O sin dormir bien. Intento silenciar las voces de mi cabeza a base de música muy alta, pero después de media hora eso lo único que me produce es dolor. Dolor de cabeza. Sumado a que esta por dentro no deja de gritar, no es la mejor situación para sentarse y estudiar. O escribir artículos que tienen que ser publicados sí o sí.
No. Desde luego no es el mejor momento. Pero es que lleva meses sin aparecer el condenado mejor momento. Mis parches de felicidad duran muy poco y probablemente por la serie de catastróficas desdichas de esta semana yo ya no aguanto más. Es mi sexta epifanía en lo que va de año y lo único que se me ocurre hacer es... nada. No espero que nadie me consuele, porque tampoco quiero. No espero que nadie me de una solución, porque ya sé cuál es. El problema es que ese "clic" que mi cerebro tendría que hacer está desaparecido. El contacto no se lleva a cabo. Y yo me quedo en esa nebulosa extraña de autodestrucción y pena, pensando que mañana será un día mejor y yéndome a la cama sin dormir.
Someday you'll notice - I pray that you realise these wings on your back aren't a dream. At last you have all you need to scape to the world where you'll finally be free.
Estoy cansada y me duele la cabeza. Otra vez. Me siento extraña en el lugar donde vivo y perdida en mis circunstancias vitales. Me siento vaga como nunca me he sentido y lo peor de todo es que soy plenamente consciente de que esas expectativas que se supone que tengo que cumplir son un producto exclusivo de mi cerebro. Nadie me está presionando. Como me decía Lu, no estoy decepcionando a nadie. Soy yo. Soy solo yo. Y no entiendo por qué tengo esas ganas de hacerme daño. No entiendo por qué estoy empeñada en no salir de mi bucle de lástima y herirme el alma con mis idioteces. No sé qué me pasa. No sé qué está mal. Y como no lo sé, no puedo arreglarlo.
Me piden que me de tiempo, me piden que me relaje, me piden tantas cosas que yo sé que podría hacer... y no las hago. Porque me quedo paralizada. Estoy completamente bloqueada y solo quiero que me arrastren. Hacia donde sea, me vale cualquier sitio.
En realidad, miento. En realidad, lo único que querría hacer es aquello que me planteo todas las mañanas cuando me siento ante el ordenador. Querría ponerme a estudiar de una vez. Querría ponerme a escribir los artículos sin interrumpirme y dejarlos hechos de una bendita vez. Me gustaría estar mucho mejor cuando no estoy sola en casa. Me gustaría que algunas personas entendieran que hay ciertos aspectos en mi vida en los que no voy a ceder.
Leo las notas que me dejo en la pared todos los días. Escucho canciones que me recuerdan que siempre tengo un motivo, y que mi objetivo está esperándome. Que no va a venir solo, que debo salir a buscarlo. Pero después no hago nada. No puedo. Porque no funciono. Algo sigue roto dentro de mi cabeza. Y todavía no sé cómo arreglarlo.
This was a cruel angel's thesis from the start. Brought to life, out the window now it's taking flight. Scorching pathos if you betray your memory. Follow this deviant-divine philosophy.
Shining more than these stars that bathe the galaxy, go forth, young boy, and you'll become a legend.
Y sin embargo ha reaparecido Evangelion en mi vida para darme un poco de espacio y dejarme respirar. Ha aparecido de la mano de mi hermano, a quien creo que nunca he agradecido tanto como ahora que existiese, y que esté a mi lado. Creo que, como con muchas otras cosas, nunca podré explicar del todo qué es esa serie para mí. Lo cual es lógico, porque nadie puede explicar qué es esa serie en general.
Gracias, Alex. Gracias, papá. Gracias, Lu.
Porque aunque haya llorado hoy con vosotros, no ha hecho sino aliviarme.
Y gracias, Shinji, por ser tan humano a pesar de ser un personaje de animación japonesa. Me recuerdas que todos tenemos derecho a sentirnos miserables de vez en cuando, pero que pese a todo tenemos la fortaleza suficiente como para abrir el pecho que nos oprime y salir, bañados en sangre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario