Si quieres ser el cuervo, no te prometo ser tu buitre y enseñarte a volar, porque esas dos aves me pertenecen y tienen su propia historia. Pero abriré las alas y te enseñaré por dónde los vientos no soplan tan fuerte.
Si quieres refugio, podré ofrecerte mi casa y mis palabras.
Si quieres un consejo, intentaré dártelo.
Si necesitas unos ojos que lean, siempre tendrás los míos.
Si necesitas unos ojos que lean, siempre tendrás los míos.
Y si no quieres nada, nada en absoluto, también estaré contenta.
Porque nosotros hemos nacido con alas, hemos nacido para volar.
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