Esta conversación tuvo lugar en mi mente, a lo
largo de las tres horas más largas de mi vida.
(Av) —Pero quita esa cara, hombre.
(Ah) —No
puedo, Avani. De verdad que no los aguanto.
(L) —¡Shh!
(Av) —¿Ha dicho
"persas"?
(Ah) —Si es que tenéis que
estar en todos lados, siempre jodiendo.
(L) —¿Pero os queréis callar?
(Ah) —Madre mía, pero si se
complican la vida más incluso que nosotros.
(Av) —Pues espérate a que
lleguemos a Maimónides.
(Ah) —Huele a banj desde aquí.
(L) —Me estáis
poniendo negra, que lo sepáis.
(Av) —¿De qué estamos
hablando?
(Ah) —Yo ya me he ido.
(L/Av/Ah) —¿Quéééééé?
(L) —¿Vosotros sabéis hace
cuanto que yo no toco la Biblia?
(Ah) —Creo que me estoy
mareando.
(Av) —No quiero tener que
volver a fumar para entender esto.
(Ah) —Al paraíso, dice.
(Av) —En Alamût lo hacíamos
más rápido.
(L) —¿Ha dicho que la palabra
"pardes" es persa?
(Ah) —No lo sé; yoy a no estoy
escuchando.
(Av) —Confusión, querido. Todo
esto genera confusión [responde
a una pregunta del ponente].
(Ah) —Y fornicad como conejos.
(Av) —Hamudi, por Dios.
(Ah) —Qué pasa, ahí dice que
formen discípulos.
(L) —Avani, dale algo para que
se entretenga.
(Av) —Toma, Hamudi; cállate un
poquito [le
da un atrapadedos].
(L) —¿De dónde has sacado eso?
¿Funciona?
(Av) —Relaja. O te pone
histérico, depende. A ver cuánto aguanta.
(L) —Repíteme otra vez qué
hacemos aquí.
(Av) —Abonar el campo de tu
futuro. Respira hondo, habibati.
(L) —Ay, si no fuera por ti...
(Ah) —¡Me cago en...!
(Av) —Adiós a la tranquilidad.
Qué poco aguante tiene.
(L) —Déjamelo, al-Ahmar.
(Ah) —Es que creo que lo he
roto...
(Av) —Mira que eres bruto.
(Ah) —Te compraré otro, te lo
prometo.
(Av) —No te preocupes, lo
importante es que alguno de los tres salga cuerdo de aquí.
(L) —Respiremos hondo, amigos.
(Ah) —¿Esta gente tiene una
ley para todo?
(Av) —Por lo visto, sí.
(L) —El de al lado tiene que
estar flipando si está leyendo lo que voy escribiendo.
(Ah) —Pues mirar por encima
del hombro es de mala educación.
(L) —Ahora que ha dicho
"raíz", ¿no le da un aire a Pedro Guerra?
(Av) —No, habibati, no.
(Ah) —Este si no habla,
revienta. ¿O qué? [se
refiere a un asistente que interviene]
(L) —Es que hay cosas que no
cambian.
(Av) —No, si el caso es
echarle la culpa a alguien. Mira, ya tenéis algo en común. Ellos tampoco
aguantan a Alejandro.
(L) —Qué alegría...
(Ah) —¿De dónde ha salido esa
señora? [se
refiere a otra asistente]
(Av) —Me pregunto cuánto
tiempo tardará en caer el qalam (bolígrafo) del
segundo piso al suelo.
(Ah) —¿Tú has vuelto a fumar?
(Av) —No, es que estoy
aburrido.
(L) —Vosotros sois mi
"zuggot" (pareja) favorito.
(Av) —Un día te damos la
sorpresa y nos casamos.
(Ah) —Eso sí que lo hacemos
mucho, ¿eh? Nos sentamos el uno frente al otro y discutimos.
(Av) —Cierto, cierto.
(L) —¿Los almorávides?
(Av) —Sí, eso quisieras.
(Ah) —Oye, ahora hablando en
serio, yo no me estoy enterando de nada.
(Av) —Esta gente no tenía
mucha idea de hacer libros, ¿eh?
(L) —Por favor, decidme que
queda poco.
(Ah) —¿Qué ha dicho?
(L) —Yo he entendido
"Mitra", pero porque me ha dado la gana.
(Av) —¿Última cosa? A ver si
es verdad.
(Ah) —Yo ahora he entendido
"Miraj".
(Av) —No, si aquí cada loco
con su tema...
(L) —Siempre hay lugar para la
poesía.
(Ah) —¿Qué cojones...?
(L) —¿Historiografía?
(Av) —Por favor, yo no he
venido preparado para esto.
(L) —Y luego se quejan de que
nadie explica esto...
(Ah) —Pues por algo será,
señores. ¡Por algo será!
(Av) —"Hay ocasiones en
que es preferible el martirio a la vida"... Fíjate, eso me ha hecho
gracia.
(Ah) —...
(L) —Avani...
(Av) —Tranquila, estoy
bien.
(Ah) —¡Qué pesado es este tío! [se refiere al asistente que ha intervenido
antes]
(Av) —Lo estás ignorando de
maravilla. Buen trabajo, habibati.
(L) —¿Cuándo nos hemos ido al
siglo XVIII?
(Av) —Estos son los problemas
de que tu Dios sea una persona.
(Ah) —O sea, que o uno es
judío o uno es el resto de cosas.
(L) —Básicamente.
(Ah) —Yo no entiendo nada.
(Av) —Yo llevo un rato
bastante largo sin entender nada.
(L) —Lessing... ¡qué
por culo dio ese en la carrera!
(Av) —Ni siquiera en
los flashbacks contribuye este hombre a caernos bien.
(Ah) —¿Ha dicho
"Lituania"? ¿Pero Viena no está en Austria?
(L) —Vilna, ha dicho Vilna.
(Ah) —Napoleón era un imbécil
enano.
(Av) —Y eso es todo lo que
tienes que añadir, ¿verdad?
(Ah) —Sí.
(L) —Ya tardaba en salir en
puñetero siglo XIX.
(Ah) —Y ahí es cuando salieron
judíos de debajo de las piedras.
(L) —Waterloo! I was defeated and you won the war...
(Av) —No, por favor. Bastante
tenemos ya.
(L/Av/Ah) —¿Quéééééé?
(Ah) —Y ahí se jodió la cosa.
(Av) —Y España se encontró con
al-Ándalus.
(Ah) —Y la niña hizo tesis.
(L) —¡Y se formó la gozadera...!
(Av) —La hemos perdido.
(Ah) —Joder, si aquí
unos y otros, al final todos son invasores.
(Av) —Señor, dame
paciencia, bendita tu paciencia.
(Ah) —Como alguno haga una
pregunta, lo crujo.
(L) —Yo me meo.
(Ah) —¿Otra vez?
(Av) —Deja de beber té cuando
no toca.
(L) —¡La Edad Media lo peta!
(Ah) —No, si el caso es estar ellos
por encima.
(Av) —Bendita tu paciencia...
(L) —Es que no me van a gustar
nunca, ¿eh? ¡Nunca! Es que me quedo con mi siglo XIX, con sus locos de los
turbantes, sus pastiches y sus mierdas... ¡antes que con esto!
Tres horas dan para mucho. Espero que el lector
se haya reído.
No hay comentarios:
Publicar un comentario