Hoy se celebra el Día de la Mujer Trabajadora. O el día de la mujer, a secas. Pero contrariamente a lo que me tocaría por sexo, yo quiero celebrar algo bien distinto. El cumpleaños de un hombre.
No es el cumpleaños de cualquier hombre. Es el cumpleaños de mi padre. Del hombre que me ha hecho ser la mujer entera que hoy soy. Del hombre de mi vida.
Feliz cumpleaños a aquel que gastó dinero y tiempo en enseñarme lo importante que era caminar por el suelo de esta vida con un buen par de botas de montaña, Panama Jack, para no hacerme rozaduras en los pies. Feliz cumpleaños al que siempre despedía el día diciendo "buenas noches, príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra". Feliz cumpleaños a aquel que me consintió todos mis caprichos literarios y lo sigue haciendo, comprándome libros cuando no me lo espero, dejando que yo le robase aquellos que más me seducían de la biblioteca del salón (y que yo pensaba que lo hacía a escondidas, pero está claro que él siempre lo sabía). Feliz cumpleaños a quien me enseñó a amar el jazz y el flamenco, y el que me dejó robarle dos CDs pirata de Jamie Cullum. Feliz cumpleaños a quien me escribe los mensajes de texto más imposibles de descifrar y con quien hablo un inglés único y particular. Feliz cumpleaños a aquel que intentó pelearse conmigo (y se peleó) cuando leyó la primera versión impresa de El aprendiz y el dragón. Igualmente hizo con la tesina ya escrita. Feliz cumpleaños al hombre que se emocionó conmigo (y se cagó en la puta varias veces también) viendo Black Sails el verano pasado. Feliz cumpleaños al hombre con la risa y el abrazo más bellos del mundo. Feliz cumpleaños para quien me dejaba utilizar los viernes el ordenador de su consulta y jugar a Érase una vez.
A quien me ha leído tantas veces El gato que iba solo y todo le daba lo mismo. A quien todavía recuerdo leyendo en voz alta la frase "pero primero libera a mi amigo el trovador". A quien me pone los mejores motes de todos, desde Gulle a Wally Perrales. A quien se ha dormido y se ha peleado tantas veces conmigo. A quien me quiere más de lo que nadie (excepto mi madre) me va a querer en esta vida. A quien tuvo el valor de decirme muchas veces lo que yo no quería escuchar.
A quien no creyó que mi elección por el arabismo y por Persia no era una estupidez.
Te quiero. Más que a cualquier otro hombre.
Feliz cumpleaños, papá.
I may find my prince, but Dad will always be the king!
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