Cruzará en mi pecho la palabra "tarde". Llamaré y te colgaré sin contestarte. Tendremos que hacer pie en la piscina del desastre. Y en otra habitación me olvidaré las llaves.
Y aunque tú quieras querer y sea yo quien me marche, hablarás a tus (amigos de la imbécil que nunca está en tu ciudad).
¿Y ahora quién podrá entender? ¿Y ahora quién coño va a ser mi otro cuerpo, mi otra piel, mi equilibrio, mi equipaje? ¿Y quién será (el que espere) cuando esta tonta se vaya de viaje?
¿Quién va a ser mi playa en Madrid, mi chico gigante que en la boca quedan besos sin pedir? Mi copa rota, mi próximo verano y mi herida. ¿Quién va a ser mi paracaídas?
Si tú eres mi paracaídas.
Gracias a sir Dan por tan bello descubrimiento.
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