Tengo el presentimiento de que va a ser una buena semana. Quizá, porque yo quiero que así pase. Me apetece ser feliz, me apetece pasármelo bien, incluso cuando estoy pasando a limpio apuntes de Historia del Grabado que no consigo entender. Quitando el detalle, quiero pasármelo bien. Es mucho mejor cuando una disfruta de lo que vive.
Colgando del flexo tengo un post-it que dice "Hoy puede ser un gran día", para acordarme siempre de que todo, o casi todo, depende de mí. De una misma, vaya. De la determinación. En realidad, por dentro sigo triste, sigo echando de menos a la gente que dejé en la costa, pero cuando miro las fotos o me llegan noticias suyas, se borra la tristeza. Además, tengo buenos quebraderos de cabeza por aquí, de los que ocuparme. Siempre con una sonrisa, merece la pena.
Me gusta tener muchos planes, me gusta tener cosas que hacer. Podemos intentar hacerlas entretenidas, con un poco de música. Tengo incrustada en las gafas la cancioncilla maldita de aquel anuncio de Movistar, que ya ni me acuerdo de qué año era. Terminaba diciendo "it's a beautiful day", y me acuerdo que eso mismo lo escribí en un dibujo que hice hace cuatro años, de tres guapos vampiros. Dos jóvenes totalmente opuestos y su excéntrico padre, adicto a las corbatas. Si al dueña del dibujo tiene a bien recordarlo, incluso mirarlo, comprobará que es cierto y que está escrita esa frase. Recuerdo que se lo mandé por correo. Seguro que se parte de risa al acordarse.
Va a ser una buena semana, porque voy a disfrutar de ella. Dar consejos a la gente es, muchas veces, la manera de darte cuenta de las cosas que no haces. De las que deberías hacer. Si a una chica atacada por el sufrimiento le dices que evalúe todas las cosas buenas de su alrededor, tu propia mente hace lo mismo contigo. Gracias, cabeza. Desde aquel consejo del Príncipe de los Demonios, te quiero un poco más.
Hum, me encuentro feliz a la par que reflexiva. Curioso.
Creo que eso es que no quiero volver a pasar apuntes de Historiografía Española sobre Grabado. Cómo me conozco.
Increíble que gente que poco me conoce venga a descansar bajo mis alas.
Cosas que tienen que ver, como siempre.
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