Lo mejor de que vengan personas a vernos es que nos enamoramos un poco más del sitio en el que vivimos. Porque no es perfecto, pero es una maravilla, un festival para la vista y para el espíritu. Además, una puede sentarse en alguno de los múltiples banquitos para reflexionar y reflexionar de verdad. Lo único malo es, como siempre, lo lejos que quedan las personas a las que más queremos.
Vamos a empezar a buscarles pisos por la zona, no creo que opongan mucha resistencia.
Ya no llevo falda, llevo pantalones.
Tengo mil misiones, voy a por ellas.
Cosas que tienen que ver, en dos días sabré si sale a la luz un personaje que he creado casi en su 100% y, no voy a mentir, estoy que me muero de los nervios. Pase lo que pase, pequeño, eres de lo mejor que he hecho hasta ahora. Y aunque no podamos llegar hasta el final, tu historia no habrá hecho sino empezar a contarse.
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