6 de febrero de 2014

El ángel y el león

Nunca le "toques los cojones" a una medievalista. 
Y menos a una como yo. Nunca se me podrá acusar de desidia ni poner en duda mi profesionalidad; me niego de forma tajante a que se cuestione. Es un defecto-virtud.

Nunca le "toques los cojones" a una arabista.
Y menos a una que lo tiene tan claro.
Conmigo ha pinchado usted en hueso, y se lo pienso demostrar. 

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